Coja usted amor, libertad, coherencia, felicidad y mézclelas según la situación en un equilibro constante. Quiébrese la cabeza, dedíquele tiempo y desentiéndase. Esto, más o menos, será educar: Amor, para mí, es tener ratos y rutinas con ellos. Amor es conversar y contestar sus preguntas, interesarme por lo que les importa, querer escuchar sus invenciones, darles momentos de libertad, fomentar su libertad. “Si le quieres, déjalo libre”, no sé de quién es la frase, pero no puede ser más acertada. Amor es dejar al otro ser y crecer.