Durante décadas, el templo de Gotokuji, en Tokio, ha atraído a los curiosos en busca de espiritualidad en medio de sus miles de gatos de la suerte. Pero ahora los admiradores de estas populares esculturas japonesas son sobre todo instagramers venidos de todo el mundo, informa AFP. El templo tiene cerca de 10.000 figuras de estos gatos blancos, llamados maneki-neko, inspirados en la raza bobtail. Siempre aparecen sentados y saludando con una pata que a veces se mueve, como los que presiden muchos restaurantes y tiendas asiáticas.