Podemos encarga a la empresa señalada en el 'caso Neurona' sus contratos europeos
Kinema, sociedad fundada por Rafa Mayoral, se encargará del papeleo y los documentos de los asesores de Podemos
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El accionariado del grupo centrado en la gestión de activos inmobiliarios en Europa no presenta cambios
En concreto, un 23% de estos negocios cerró con pérdidas y un 26% ha facturado menos en el pasado año que en el anterior
La decisión de la gestora internacional llega tras alcanzar un acuerdo con la española Impact Bridge AM
Lo ha anunciado este jueves el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El andaluz Pablo Lozano es una persona muy cercana al PSOE, mientras que Rocha es empresario
El exconsejero ha afirmado a los medios de comunicación que es un «día nuevo para el Partido Popular de La Rioja» ya que «es un día de esperanza»
A la renuncia de Igea han seguido las de otros cargos en Valladolid, Ávila y Palencia
La gestora está compuesta por 16 miembros en total, incluido el presidente del Consejo General, Manuel Bofill
El vicesecretario de Juventud, David Ibáñez, ha señalado el “exceso de trabajo” de la Ejecutiva regional debido al “gran crecimiento” experimentado desde su nacimiento
Al ser considerado un partido nuevo, Más Madrid tendrá menos banderolas que otras formaciones si la Junta Electoral mantiene el criterio usado hasta ahora
Manuela Carmena asegura que recurrirán la decisión de la Junta Electoral Central
Los secretarios de Organización de Podemos e IU, Pablo Echenique e Ismael González, respectivamente, han anunciado este miércoles su intención de que ambas formaciones concurran juntas para las próximas elecciones generales del 28 de abril. Lo harán bajo la marca electoral Unidas Podemos y tienen previsto hablar con otras formaciones políticas, como Equo o las Mareas, para que se integren en esta coalición, ya que «la unidad favorece lograr los objetivos».
Manuela Carmena e Íñigo Errejón han celebrado este sábado su primer acto público juntos de Más Madrid, el partido que han creado para concurrir a las elecciones municipales y autonómicas como cabezas de lista para el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, respectivamente, y que ya cuenta con 10.000 inscritos en su página web.
El cofundador de Podemos, Íñigo Errejón, y actual candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid con Más Madrid, no acude esta tarde la reunión de urgencia que celebra el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) de Podemos, máximo órgano de dirección entre asambleas. Errejón, que todavía mantiene su cargo como miembro de este órgano de Podemos, no acude a este encuentro con la intención de facilitar un acuerdo y «calmar las aguas».
Podemos quiere desalojar al PP del Gobierno de la Comunidad de Madrid y evitar que la derecha revalide el poder con los votos de Vox en las elecciones del 26 de mayo, por lo que dialogará con todas las fuerzas de izquierdas, incluida la plataforma Más Madrid en la que se encuentra Íñigo Errejón
Todo empezó con unos resultados electorales bastante malos en las elecciones del 20 de diciembre de 2015. Un año antes, Pedro Sánchez fue elegido secretario general en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba. Sus críticos constatan que desde 2014 el partido ha ido perdiendo apoyos, elección tras elección, llegando a obtener los peores resultados de su historia en las elecciones de junio de 2016. Pero antes de ese momento hay que decir que Sánchez quería ser presidente del Gobierno y es esforzó para ello aunque sin resultados. En la breve XI Legislatura entre enero y mayo negoció a derecha e izquierda. Con la derecha representada por el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, firmó el Pacto del Abrazo, un acto de una solemnidad desproporcionada teniendo en cuenta que no llevaba a ningún lado, pues era necesario contar con al menos otro partido para lograr los votos suficientes para la investidura. Podemos, el partido de la izquierda, rompió en el último momento, una “traición”, según los socialistas que Sánchez no perdonaría.
La primera semana de marzo, Sánchez perdió la investidura. Pero lo peor estaba por llegar para este ambicioso socialista. Las elecciones de junio, apenas seis meses después de las del 20D, volvieron a dejar al PSOE en una situación desconocida, con 85 diputados, y con Podemos pisándole los talones. Al menos, decían Sánchez y los suyos, no hubo sorpasso y el PSOE siguió como primer partido de la oposición. Con la XII Legislatura ya en marcha todo se precipitó cuando Sánchez se negó a facilitar la investidura de Mariano Rajoy, cuyo partido, el PP, fue el único que ganó escaños el 26J, revalidando su victoria pero sin mayoría absoluta. “No es no” o ¿Qué parte del no, no ha entendido?”, se convirtieron en las frases favoritas de un Sánchez que empezó a ser cuestionado por su obstinada negativa a que el PP gobernara. Él estaba dispuesto a ir a unas terceras elecciones y aquello, para los barones del PSOE era un suicidio. Rajoy se sometió a una primera sesión de investidura fallida. Era finales de agosto. Ante la posibilidad de acudir a las urnas de nuevo, el 28 de septiembre, 17 miembros de la Ejecutiva Federal dimitieron en bloque para forzar su disolución del órgano de dirección, al quedar reducida a 18 miembros. Pero Sánchez no disolvió la Ejecutiva y convocó un Comité Federal para el 1 de octubre que acabó como el rosario de la aura, es decir, fatal.
Hubo gritos, insultos, llantos, reproches y, finalmente, se produjo la dimisión del secretario general, que se negó a dar su brazo a torcer con lo de Rajoy. Felipe González tiró la piedra que acabó descalabrando a Sánchez y una gestora encabezada por el presidente de Asturias, Javier Fernández, se instaló en los despachos de la madrileña calle de Ferraz, sede central de un partido que sangraba por numerosas heridas. A finales de octubre, si no había investidura, se convocarían las terceras elecciones generales en un año. Así que la gestora acordó que los 85 diputados socialistas permitirían a Rajoy ser investido presidente en la segunda votación. Sánchez desapareció de la escena hasta el día de la primera votación en la que los socialistas, todos a una, le dijeron no a Rajoy. 48 horas después se celebraría la segunda votación y Sánchez anunció que renunciaba a su escaño. No quería abstenerse y se marchó. Pero 15 sanchistas o diputados díscolos rompieron la disciplina de voto y votaron no a un Rajoy que salió investido presidente del Gobierno.
La gestora castigó a la mayoría de los diputados rebeldes quitándoles de puestos de responsabilidad, primero en el congreso, después en el propio partido, mientras Sánchez anunciaba en Twitter que se iba a dedicar a recorrer las sedes socialistas de España para buscar entre los militantes los apoyos necesarios para presentarse a la secretaría general en las primarias del próximo Congreso Federal que, él y los suyos quieren que se celebre cuanto antes y que la gestora – órgano temporal – dice que ya lo convocará cuando le cuadre pero que no antes de la primavera del 2017. Las espadas están en alto en un partido que está al borde del abismo, mientras Susana Díaz sigue jugando al despiste. Será un año interesante para saber qué derroteros toma el histórico partido fundado en 1879.
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