Yo le declaro la guerra a la «guerra cultural»
«Somos una sociedad de trincheras ideológicas, encastillada en posiciones inamovibles, sorda que no quiere dialogar»
«Somos una sociedad de trincheras ideológicas, encastillada en posiciones inamovibles, sorda que no quiere dialogar»
«La polarización se ha convertido en el mejor aliado del PSOE, pues en un entorno radicalizado, de posiciones extremas, el análisis racional desaparece»
La proyección exagerada de enfoques actuales sobre la historia puede provocar visiones deformadas y anacrónicas
La iniciativa del ministro de Cultura amenaza el patrimonio nacional y socavar aún más el relato común de los españoles
«No estamos ante una guerra entre culturas, estamos ante una guerra entre la libertad y el autoritarismo, ante la democracia y el dogmatismo»
«El concepto transparencia siempre ha sido un adorno retórico. Ningún líder político es transparente por iniciativa propia: a uno lo obligan a ser transparente»
«El mejor soldado político es el que menos sentido de la vergüenza tiene. La mayor prueba de lealtad no es solo apoyar al presidente sino hacer el ridículo por él»
«Se puede ser profundamente crítico con Occidente, pero tener en claro, por ejemplo, que bien vale la pena defender los valores de nuestra cultura»
«Si Vox no consigue conectar con su electorado potencial a través de mensajes tangibles va a desaparecer en cuatro años. La política es ajustarse a la realidad»
«Las posibilidades de que Frankenstein siga reinando son muchas más que las de que el PSOE se abstenga para que gobierne Feijóo»
La Fundación Disenso, presidida por Santiago Abascal, publica el ensayo ‘¡Menos ideas y más moderación!’
«¿No se ve incluso en los apoyos del PP cierto cansancio, cierta sensación de tedio por volver a gobernar con el único proyecto de que la izquierda deje de gobernar?»
«Los partidarios de Vox están encantados con Vicente Barrera porque cabrea a la izquierda. Lo que importa en la política hoy es eso: hacer rabiar al adversario»
«Algunos siguen pensando que esto va de embestir un trapo rojo. Otros creen que ser ‘moderado’ implica no defender tus valores cuando se los llevan por delante»
«Las diferencias entre un toro y un borrego son las mismas que entre un aficionado a los toros y un político nacionalista»
«Parece evidente que subordinar la política a una determinada idea del Bien está causando un grave perjuicio a las democracias occidentales»
«La gran ironía de la izquierda autosentida es que ha hecho batalla cultural con uno de los eventos más mainstream y capitalistas que hay»
«Las masas de graduados frustrados que salen de las facultades de ciencias sociales siempre pueden optar por participar como soldadesca de guerras culturales»
«Creer que lo que atacan los populistas son ‘valores’ es su principal fuerza y nuestra principal debilidad»
«¿Qué ha pasado para que en Europa ya no seamos capaces de distinguir entre Dostoievski y la invasión de Ucrania?»
«¿Qué pasa en la derecha? Tras muchos años dormida, ha despertado»
«¿Es posible recuperar el concepto de ciudadanía, hacer políticas públicas dejando a un lado la guerra cultural? Quizás, pero es necesario un cambio de mentalidad»
«De las guerras culturales del pasado he aprendido que, como algunos insinúan irónicamente, no se trata simplemente de la política de toda la vida»
«Nos piden que adoptemos un imperativo moral basado en una ideología victimista para alcanzar la “justicia social”, sembrando prejuicios sobre la identidad intransferible de los individuos»
«Parece ser que la libertad de autoconstruirse sólo va en una dirección en cada época y que ahora va hacia ese horizonte de significado vacío al que siguen llamando la izquierda»
«Es posible que los políticos tengan buenas razones para espantar de su vera a los intelectuales. A los intelectuales, pero no a las ideas»
Nos acercamos a la guerra cultural prometida por Cayetana Álvarez de Toledo de la mano de Miguel Ángel Quintana Paz, Daniel Gascón y Pablo de Lora
Prontuario de cinco puntos para la batalla
Christopher Hitchens, gruñón-in chief del liberalismo, decía que la Navidad es lo más cercano a vivir en la “atmósfera de un Estado de partido único”. “Como en las repúblicas bananeras, lo terrible y siniestro es que la propaganda oficial es ineludible
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