Un deterioro que, según la ONG, se debe a la «inacción durante años de las autoridades españolas» y que si no se remedia antes del 1 de diciembre, llevaría a España a ser el primer país de la Unión Europea en tener un Parque Nacional en la lista de reservas en peligro de la UNESCO. Para evitar que esto ocurra, WWF ha lanzado una campaña «global en defensa de uno de nuestros espacios naturales más emblemáticos».
El principal problema reside en que el agua que llega a las marismas se ha reducido un 80% respecto a sus niveles naturales debido a la existencia de pozos ilegales y 3.000 hectáreas de cultivos también ilegales. En 2015, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO exigió al Gobierno español “el compromiso de cancelar de forma permanente” el dragado del Guadalquivir, recuerda la ONG.