Bajo el lema «Uhuru, actúa contra la corrupción ahora o dimite», cerca de 300 personas, entre ellas varios menores, participaban en la protesta que transcurría sin incidentes, entre bailes y cánticos, cuando de repente los agentes usaron gas lacrimógeno para dispersar a la multitud. Los incidentes se han saldado con varios heridos y, según el activista keniano Boniface Mwangi, varios manifestantes han sido detenidos por la Policía. Asimismo, algunos periodistas también denunciaron que un grupo de personas, que no eran manifestantes, lanzaron piedras contra ellos para evitar la cobertura de la concentración y así impedir la toma de imágenes ante la mirada pasiva de los agentes.
En la protesta, convocada por varias entidades cívicas contra la corrupción en las altas esferas del Gobierno, ondearon banderas kenianas junto a pancartas como «La corrupción es el enemigo real». Según un informe de la Comisión Ética y de Anticorrupción del país africano (EACC, en inglés), la justicia keniana solo ha impuesto condenas con penas de cárcel en tres casos de corrupción entre 2013 y 2015, pese a haber recibido 9.465 denuncias durante ese tiempo. Uno de los últimos casos de corrupción más sonados del país salpica a la exministra de Administraciones Públicas Anne Waiguru por un supuesto desvío de siete millones de euros.