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Cultura | Literatura

Lápices

Lápices

«Hay algo casi vergonzante en el hecho de volver a un libro anotado quién sabe si en la adolescencia o en nuestra primera juventud, al comprobar que ya no somos aquel que fuimos»

La pornografía del demócrata

La pornografía del demócrata

«No es peor el ‘Sálvame’ que algunos libros en que el protagonista se humilla y se muestra en toda su miseria moral, para delectación de quienes, incapaces de aspirar a la virtud, se refocilan en la abyección ajena»

Algo sobre la "poesía juvenil"

Algo sobre la "poesía juvenil"

Alguien entra y coloca sobre la mesa una moneda de dos euros, junto a otra de cincuenta céntimos. “Elige”, nos dice, “podéis llevaros una”. Hasta hace un par de décadas todo el mundo hubiera escogido la moneda previsible, pero ahora ese mismo mundo ha cambiado nítidamente, y hemos asistido a ese cambio de paradigma, de mentalidad, hemos visto el proceso aunque no hayamos sabido entenderlo.

María Rosa Lida, la argentina reina de la Filología Hispánica

María Rosa Lida, la argentina reina de la Filología Hispánica

El nombre de María Rosa Lida no dirá mucho a mucha gente en estos tiempos. Su nombre, y no digamos su obra, son pasto del olvido y el desconocimiento, tal vez a causa de la intrascendencia profunda en que hace años cayó todo lo relacionado con las letras hispánicas clásicas y con su estudio. La injusticia de ese olvido, de ese desconocimiento, es patente, y más en estos tiempos proclives a la tan justa como no siempre bien fundada reivindicación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida: estamos hablando de una de las más grandes estudiosas de las letras medievales y clásicas españolas, de la autora de obras tan imprescindibles como perdurables, de una mujer que, curiosamente, jamás puso pie en España, o en Europa, de una mujer que murió muy joven. Sirvan estas líneas como homenaje y vindicación de una figura fundamental de la cultura hispánica del siglo XX.

Novelerías

Novelerías

«Se quejan los editores de que en España apenas se lee ensayo y poesía. Lo raro es que, poniéndoselo tan difícil, los adultos sigan leyendo novelas»

Novelerías

Novelerías

«Se quejan los editores de que en España apenas se lee ensayo y poesía. Lo raro es que, poniéndoselo tan difícil, los adultos sigan leyendo novelas»

Hace frío fuera

Hace frío fuera

«Los pájaros que se quedan no narra el periplo estadounidense de Jordá, se encarama y repta por las frondas de su árbol genealógico para reconstruir otro viaje que no tuvo lugar»

Perdedores de la bobalización

Perdedores de la bobalización

Dice Gregorio Luri (Azagra, 1955) en El amparo de las sombras (La isla de Siltolá) que la aforística es una suerte de taxidermia y que el aforista, como el vivisector, mata lo que intenta comprender. Incurre el escritor navarro en la socorrida captatio benevolentiae, cortesía que en estos casos suele ser de rigor, pero miente. Porque este libro luminoso, tan instructivo como desafiante, más que digno heredero del excelente Aforismos que nunca contaré a mis hijos (2015), rebosa de vida. Nadie busque aquí arcoíris destejidos ni mariposas clavadas en alfileres. Se trata de una inteligencia en marcha que agarra de los hombros al lector y lo zarandea, con la insolencia del tábano escandaloso que aguijoneaba las grupas del Ática en los buenos viejos tiempos de la filosofía. Que estos seis pildorazos sirvan de muestra.

Perdedores de la bobalización

Perdedores de la bobalización

Dice Gregorio Luri (Azagra, 1955) en El amparo de las sombras (La isla de Siltolá) que la aforística es una suerte de taxidermia y que el aforista, como el vivisector, mata lo que intenta comprender. Incurre el escritor navarro en la socorrida captatio benevolentiae, cortesía que en estos casos suele ser de rigor, pero miente. Porque este libro luminoso, tan instructivo como desafiante, más que digno heredero del excelente Aforismos que nunca contaré a mis hijos (2015), rebosa de vida. Nadie busque aquí arcoíris destejidos ni mariposas clavadas en alfileres. Se trata de una inteligencia en marcha que agarra de los hombros al lector y lo zarandea, con la insolencia del tábano escandaloso que aguijoneaba las grupas del Ática en los buenos viejos tiempos de la filosofía. Que estos seis pildorazos sirvan de muestra.

Gólgota

Gólgota

«Si ya resulta intolerable que la basílica del Valle sirviese de mausoleo a un dictador, todavía lo es más que en sus columbarios se apiñen decenas de miles de cadáveres, muchos de ellos sin identificar»

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