La Cuba que deja Fidel a los 90 años no es la misma que dirigió y modeló por casi cinco décadas hasta que abandonó el poder hace diez años. Aún así, para muchos cubanos aunque ya no gobernaba nada ocurría sin su consentimiento. «La muerte de Fidel Castro probablemente acelerará las reformas económicas en curso en Cuba bajo el liderato de su hermano Raúl. Quizás haya que esperar al retiro de Raúl de la presidencia en el 2018, según lo anunciado, para percibir con más claridad si habrá cambios sustanciales en la cúpula dirigente cubana», señala a AFP Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida.
Sin dejar de enarbolar la bandera del socialismo más reaccionario, el menor de los Castro, de 85 años, emprendió una modesta, pero histórica, apertura frente al trabajo privado y la inversión extranjera, y una nueva relación «entre iguales» con Estados Unidos, su mayor adversario desde la Guerra Fría. Ahora el interlocutor desde Washington ha cambiado. El dialogante Barack Obama será sustituido por un Donald Trump que ha calificado al desaparecido líder cubano como «dictador brutal» y que durante la campaña aseguró que tumbaría la política del presidente saliente en lo que respecta a La Habana. Sin embargo, Raúl Castro ha insistido en que los cambios previstos se aplicarán paulatinamente, sin políticas de choque, y cuando se den las condiciones necesarias. El cambio se ha iniciado en una isla que sigue anclada en el siglo XX y que ahora debe afrontar cuán alargada será la sombra de Fidel Castro para dar el salto definitivo al siglo XXI. En su última aparición ante el congreso del Partido Comunista de Cuba, el pasado abril, el fundador de la Revolución cubana se despidió del pueblo que tuteló a su medida: “Pronto seré ya como todos los demás, a todos nos llegará nuestro turno”. “Pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos”.
El Gobierno ha declarado nueve días de luto. El lunes y el martes tendrán lugar actos de homenaje en La Habana y el miércoles comenzará el traslado de sus cenizas en una procesión que atravesará la isla hasta llegar a Santiago de Cuba, donde se le dará sepultura en el cementerio donde reposa José Martí, el héroe de la Guerra de Independencia de España.