
Desmontando a Bildu (y al PSOE)
«Lo peor de Bildu no es lo que fue, sino lo que es: la política que propugna, los fines en los que se empeña, su ideología no incompatible con el crimen»
«Lo peor de Bildu no es lo que fue, sino lo que es: la política que propugna, los fines en los que se empeña, su ideología no incompatible con el crimen»
«El pacto entre el PSOE y Bildu da alas a los nacionalismos útiles y a los fanáticos para reescribir la historia»
«Los que pretenden reescribir la historia acaban de juntarse en los extremos, llevándose de por medio el sentido común, algo que siempre castiga el votante»
«La Transición es la última barrera entre la democracia que nos dimos libremente en 1978 y la que algunos nos quieren imponer ahora»
La portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, anunció este martes que su grupo apoyará la Ley de Memoria Democrática
«La Corona es el último bastión defensivo de la estructura constitucional, la última esperanza, la única institución no controlada por el Gobierno»
«Falló el rey, pero también la Corte. Cuanto antes se asuma que fue así, antes se superará esta crisis institucional»
«Echando más leña al fuego del descrédito contra un expolítico, no ayudamos a atraer grandes figuras a la vida pública»
«Se trata de vilipendiar todo el esfuerzo de democratización desplegado en la Transición, presentándola como un mero disfraz del franquismo»
El exministro afirma que pudo «ser responsable político y penal», pero descarta un plan específico para eliminar a contrincantes políticos
Conversamos con el historiador español de la polémica de la Conquista, las leyes de memoria, la España multinivel y las relaciones con América Latina
“Una nueva forma de ver el mundo ha ido ganando adeptos y fuerza: de los oponentes ya no se quieren conocer las ideas, ni siquiera las maldades, sino solo vituperarlos”
“Aute cantaba ‘Una de dos’ con esa voz en apariencia delicuescente pero que escondía un higiénico sentido del humor”
“Ya basta de intentar apagar el fuego con gasolina, la injusticia con leyes de goma, la fractura social y el maltrato civil con clubs de la comedia y mesas para el monólogo”
“Ha tenido que llegar otra generación más ignorante de políticos para que jueguen con fuego pero sin saber que lo están haciendo”
“Los grupos comunistas en la universidad monopolizaron la oposición al franquismo e intervinieron en los campus con los mismos procedimientos totalitarios y tergiversadores que ellos criticaban”
Carvajal ya aseguró en mayo que colaborará con los jueces españoles, y reiteró su apoyo al opositor Juan Guaidó
“Las élites que instilan en los ciudadanos el tósigo del victimismo y la psicosis nacional no son menos irresponsables de lo que a cuento del 98 lo fueron sus predecesoras”
Para que las disensiones políticas no acaben extendiéndose de forma irreparable al resto de la vida del país, parece imprescindible que las fuerzas democráticas empiecen a encontrar unos mensajes más positivos y conciliadores
En la Vida de Gnaeus Robertulus Gravesa, ese ligerísimo divertimento en el que Robert Graves recrea su vida como la de un poeta romano, aparece un epigrama sobre un artista que descubre el éxito con una fórmula para pintar “conejos cómicos”. En esta vida es importante descubrir tu fórmula para pintar conejos cómicos. ¡Que me lo digan a mí, que me he hecho columnista a los cuarenta después de intentar que me tomasen en serio! A cierta edad, preferiblemente antes, conviene darse cuenta de que no se puede crear cada día de la nada y que, si miras bien en las carpetas del ordenador del curro, seguramente alguien ha hecho ese trabajo antes y se puede cortar y pegar.
Escisiones, descensos electorales y otras metidas de pata. La estrella de Pablo Iglesias, dicen algunos, está en vías de apagarse. Por mi parte, no estoy nada seguro de que la carrera de quien creo que es el político de su generación políticamente mejor preparado, esté en fase terminal. Sí es cierto, sin embargo, que parece haber entrado en una fase menguante.
Según la Asociación de Profesionales, al menos tres personas han fallecido por la violencia, mientras que el Comité Central de Médicos ha confirmado la muerte de cinco personas
El jefe de inteligencia militar del presidente Hugo Chavez fue detenido el 12 de abril en Madrid por su relación con un presunto tránsito de cocaína hacia Estados Unidos
Los extremos de Vox y Podemos no han superado las expectativas
Los extremos de Vox y Podemos no han superado las expectativas
Bouteflika, muy debilitado por un derrame cerebral, dirige el país desde hace 20 años.
El general Ahmed Gaïd Salah es uno de los hombres más duros del hermético entorno del presidente Abdelaziz Bouteflika
Desde hace un mes, Argelia es escenario de manifestaciones masivas cada viernes en las que se exige la dimisión del mandatario
Hace unas semanas pasó por mi timeline un tuit del portavoz del PNV Aitor Esteban. Esteban es parlamentario que goza de buena reputación por su oratoria fluida y seca, sin concesiones, ocasionalmente irónica y siempre con ese aire de industrial de provincias que viene a lo suyo; porque es mucho más fácil parecer una persona seria cuando nunca tienes que aparentar que hay en cuestión otra cosa que tu cuenta de resultados. Sería, para entendernos, un Jaume Canivell éuskaro si La escopeta nacional fuese un thriller o una peli de tribunales en lugar de una comedia; en este mundo al revés de los nacionalismos del siglo XXI en el que los soberanistas vascos ejercen de serios negociantes mientras parte de la burguesía catalana ha hecho de Waterloo su particular Palmar de Troya.
El socialismo ha avanzado en Venezuela hasta alcanzar la cima de todas sus conquistas: una dictadura corrupta que sobrevive porque somete a su sociedad a un estricto régimen de hambre y terror.
La luz se consume y se apaga, incluso cuando apela a los sentimientos más nobles de una época.
Juanita Goebertus, ex negociadora del Gobierno en los diálogos con las FARC, advierte de la urgencia de que el Estado llegue a las zonas donde el conflicto sigue latente.
Maura, una víctima real, no se victimiza. Rompió esquemas en su momento, y los rompe ahora. Ahora asume en una entrevista en El Mundo que las cosas han cambiado a mejor y que vivimos en uno de los países más libres. Y, como hizo con el revisionismo sobre la Transición, ha renegado de este pseudo feminismo que pretende victimizar a la mujer por el mero hecho de serlo. Ha puesto sentido común entre tanto alarmismo, sentimentalismo y puritanismo. Ella, que sufrió una violación, ha salido en defensa de los hombres con el mismo espíritu conciliador de la Transición.
El Parlamento británico votará el plan alternativo del Brexit el 29 de enero, ha anunciado este jueves la líder conservadora de la Cámara Baja Andrea Leadsom. Theresa May hará una declaración el día 21 sobre los próximos pasos de la salida de la Unión Europea y presentará una moción, que será debatida y votada ocho días después.
La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, acordó el martes declarar al jefe del Estado, Nicolás Maduro, “usurpador” de la Presidencia
Cada vez que una imagen fotográfica o cinematográfica me hace volver a aquella época que por lo visto se ha hecho institucionalmente forzoso evocar en estos meses, de una parte siento vértigo, de otra una especie de dolor melancólico, puramente particular y subjetivo. Pero como es de composición más sencilla, quizá sea mejor empezar por esta afección última. Porque, en efecto, el color, entre desvaído y calcinado, de las imágenes, su propia falta de nitidez, la fugacidad casi furtiva con la que vemos aparecer unas calles, unos letreros comerciales y, sobre todo, la atmósfera entre fervorosa y riesgosa que ha quedado impresa en las películas, todo ello contribuye a que, de sopetón, veamos el pasado como pasado, o sea, muerto.
Nicolás Maduro, en su penúltima farsa, ha dado un nuevo paso para perpetuarse en el poder con la investidura más patética, dando por inaugurado su segundo mandato como presidente de la República de Venezuela, en una soledad absoluta, solo acompañado de los dictadores de Bolivia, Evo Morales, Nicaragua, Daniel Ortega y, evidentemente, Cuba, con Miguel Díaz-Candel.
Brasil comienza una nueva era con la extrema derecha de Jair Bolsonaro, que este martes asumió como nuevo presidente de Brasil y reafirmó su compromiso con el “rescate de los valores” conservadores de la sociedad, una economía de libre mercado y una política exterior “libre de ideologías”. Cuatro puntos marcaron su discurso: la lucha contra la corrupción y la criminalidad, el ordenamiento económico y el fin de lo políticamente correcto. “Brasil comienza a liberarse del socialismo”, dijo tras asumir el cargo de manos del presidente saliente, Michel Temer.