Alemania es un de los lugares que probablemente muchos nos plantearíamos como destino para un viaje de invierno, quizás para un puente o un fin de semana largo. Y claro, lo primero que nos viene a la cabeza es Berlín. O, como mucho, si es que ya hemos estado o nos apetece ser un poquito más originales, nos fijamos en Múnich, Colonia o incluso Frankfurt.
Pero este país tiene mucho más que ofrecer que grandes ciudades abarrotadas de gente y, sobre todo, de turistas. Por eso queremos proponeros esta pequeña ruta alternativa, con lugares que aseguran un viaje, como poco, diferente.