Un informe de la ONU determina que Siria fue responsable de un ataque con gas sarín
El informe ha destacado también que militantes del grupo Estado Islámico ha usado gas mostaza en un ataque en la localidad de Um Hosh en la región norteña de Alepo en setiembre de 2016.
Un reporte de la ONU ha determinado el jueves que el gobierno de Bashar al Asad ha sido el responsable de un ataque con gas sarín en Siria que ha dejado más de 80 muertos el pasado abril.
El panel conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) ha indicado en el reporte divulgado el jueves que el gas «sarin fue lanzado a través de una bomba aérea lanzada desde un avión».
El grupo de expertos «está seguro de que la República Árabe de Siria es responsable del lanzamiento de sarín en Khan Sheikhun el 4 de abril de 2017», ha señalado el documento obtenido por la AFP.
Más de 80 personas han muerto en el ataque químico a ese pueblo, ubicado en la provincia de Idlib, en el noreste de Siria.
Las imágenes de horror que divulgadas después del ataque habían causado la indignación de la comunidad internacional. Estados Unidos había lanzado misiles contra una base aérea desde donde, asegura, había lanzado el ataque.
El mes pasado, investigadores de la ONU de crímenes de guerra habían dicho que tenían evidencia de que la fuerza aérea Siria estaba detrás del mortífero ataque con sarín, a pesar de reiterados desmentidos de Damasco.
El informe de la ONU ha sido emitido dos días después de que Rusia vetara un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos para que se ampliara la investigación sobre quién estaría detrás de los ataques químicos en Siria.
Rusia, aliado de Siria, sostiene que el ataque con sarín había sido causado principalmente por una bomba que había sido desactivada en tierra y no producto de una ataque aéreo del ejército.
El informe ha destacado también que militantes del grupo Estado Islámico ha usado gas mostaza en un ataque en la localidad de Um Hosh en la región norteña de Alepo en setiembre de 2016.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, se ha congratulado por las conclusiones reseñadas en el documento y ha dicho que el Consejo de Seguridad debe enviar un «claro mensaje» de que el uso de armas químicas no será tolerado.
«El Consejo de Seguridad debe enviar un claro mensaje de que el uso de armas químicas por quien sea no será tolerado y debe apoyar totalmente el trabajo de investigadores imparciales».
