Rossy de Palma hace pública, por primera vez, su condición de mujer maltratada
La actriz visitó Ruanda junto Jesús Calleja, a quien le confesó algunos de los pasajes de su vida más desconocidos
La actriz Rossy de Palma ha cogido el relevo del músico Ara Malikian como invitada de la nueva entrega de Planeta Calleja. La interprete se embarcó en este viaje de aventuras con Jesús Calleja, en el que también le acompañaron sus dos hijos, Gabriel y Luna. La expedición estaba más que planificada: trekking, rápidos, caminar por el interior de un tubo de lava, pero sin duda el objetivo era cumplir el sueño de la actriz: ver gorilas en su hábitat natural.
Ya se sabe que, yendo con el aventurero leonés todo es posible. Llevó al éxtasis a Silvia Abril y Tony Acosta, que terminaron muy emocionadas su intervención en el espacio después de tener la oportunidad de nadar con tiburones. No iba a ser menos con una de las históricas ‘chicas Almodóvar’. Rossy también lloró de alegría cuando el grupo se topó con una familia de primates: «Es un sueño cumplido, es una sobredosis de energía, de algo que no soy capaz de explicar. Me va a durar toda la vida».
Rossy de Palma revela que fue maltratada
Lleva más de tres décadas ejerciendo de actriz, modelo y cantante. Una artista de lo más completa que ha conseguido que se sepa poco o nada de su vida personal. Discreta y muy celosa de mantener en un segundo plano lo que no tenga que ver con su profesión, Rossy de Palma se abrió en canal con Jesús Calleja.
No hay nada que no consiga el aventurero leonés. Mientras recorrían Ruanda, la intérprete habló de sus comienzos, de su característica fisonomía y también del amor. La actriz de Kika recordó a su primer gran amor, «un asturiano que apareció por Mallorca», y del que se separó cuando se trasladó a Madrid por trabajo. Estuvo un tiempo sola disfrutando como una adolescente y después llegó la peor experiencia de su vida. A este respecto, Rossy le contó a Calleja que hay una frase de un tema de la cantante Rosalía que es un audio suyo al que la catalana le puso música: «Bajé al infierno por amor, pero volví con dos ángeles y no me arrepiento».
Su viaje al infierno comenzó cuando conoció al padre de sus hijos. Rossy de Palma trabajaba en París, se enamoró y todo era un cuento de hadas hasta que se quedó embarazada. «Las cosas empezaron a ir mal. Empezó a ser más posesivo, quería tener el don de mando y bloqueaba mi instinto maternal. Me sentía angustiada», explicó la actriz. «Me montaba un pollo cuando menos lo esperaba y de forma arbitraria».
«Mis hijos me daban mucha fuerza y yo quería estar bien para ellos», reconoció. «¿Fue la etapa más infeliz de tu vida?», quiso saber el presentador. «No porque cuando estás en la supervivencia no estás para pensar si eres feliz o no eres feliz. Estás para salir de ahí», añadió.
El suceso que puso fin a su historia
La polifacética artista terminó desvelando cuándo puso fin a su relación. «Se produce un suceso violento», afirmó. Y añadió: «Tuve miedo porque me vi a mí misma desde arriba… y tuve que ir al hospital de París donde está el médico forense que te mira».
Tras esto tomó una decisión: «Recogimos toda la casa. Una señora que había ayudado a muchas mujeres maltratadas me dijo: ‘Lo que tiene que hacer es cambiar la cerradura de su casa y coger a sus hijos e irse a Madrid. Y eso es lo que hice. Irme para Madrid». La policía francesa intervino, sus hijos eran muy pequeños y «me tuve que escapar con mis hijos».
Después de contarlo y de unos segundos de pausa, Rossy declaró que esperaba no arrepentirse de haber hecho pública, por primera vez, esta etapa tan terrible de su vida. Jesús Calleja le quitó la idea de la cabeza asegurando que su testimonio podría ayudar a otras mujeres.
Hablan sus dos ‘ángeles’
Gabriel y Luna, esos dos ángeles que le dieron la vida también intervinieron tras escuchar a su progenitora. «Mi madre ha hecho un trabajo excepcional. Nosotros los regalos del Día del Padre se los dábamos a ella», explicó la joven. Rossy puntualizo entonces: «No estoy orgullosa de eso, a mí me hubiera gustado que hubieran tenido una figura paterna. No ha podido ser porque el padre nos salió rana».
Luna, que sigue los pasos artísticos de su madre, confesó que no conocen mucho a su padre. «La primera vez que le vi como adulta fue hace dos años, antes de la pandemia, y fue surrealista. Me di cuenta de que no le conocía y que él se había perdido conocerme a mí».
Su hermano mayor asintió mientras ella dejaba claro que está rodeada de amor. «No me han podido criar mejor. Mi madre siempre me ha dicho: ‘No le odies, porque el odio a quien hace daño es a ti’». «No podemos estar generando odio y culpabilidad a una persona que ha sido la primera víctima de sí misma», apostilló Rossy de Palma.