THE OBJECTIVE
El purgatorio

Nieves Álvarez: «¿Amnistía? La política debería tener límites, no todo vale»

La modelo madrileña confiesa que le gustan que la piropeen: «Le he pedido a hombres que me repitan los piropos para apuntarlos»

Nieves Álvarez (Madrid, 1974) llega a THE OBJECTIVE, y todo parece ir más fino, más elegante, más cuidado. Como si creara un aura especial mezclada de belleza, sonrisas y educación. Álvarez es atenta, alegre y se muestra dispuesta a responder todas las preguntas, no esquiva nada. Ni sobre equiparación salarial, las drogas en la moda, su relación con los hombres o la amnistía que Pedro Sánchez pretende ejecutar en unas semanas. Nieves, 30 años en las pasarelas de todo el mundo, ahora compagina eso con su faceta como empresaria. Presenta en El purgatorio su nueva línea de productos para el cuidado de la piel, pero aunque la belleza empodera, reconoce que «lo que más me ha abierto las puertas en mi carrera y en todo en la vida, es la educación. Y una buena sonrisa». Cumple, con creces, ambas.

PREGUNTA. – ¿Cuándo se dio cuenta Nieves Álvarez de que era más guapa que la media de las personas?

RESPUESTA. – Todavía no me he dado cuenta de eso. No, lo que sí que me di cuenta en un momento ya empezada mi carrera, es que era fotogénica. Se puede ser guapo y no ser fotogénico. Y se puede ser para lo que la gente normal de la calle llamamos pensamos que no es nada guapa, pero tener unos rasgos que delante de la cámara son increíbles.

P.- ¿La belleza empodera?

R.- La belleza da poder. La belleza abre muchas puertas, pero para mí lo que más me ha abierto las puertas en mi carrera y en todo en la vida, es la educación. Y una buena sonrisa. 

Una buena sonrisa educada a veces hace temblar al que está enfrente.

P– ¿Qué le digan lo guapa que es, la adulación, los focos, la fama, eso puede llegar a enloquecer?

R.- A mí no. No, porque vengo de una familia que siempre me ha mantenido los pies muy, muy, muy en la tierra. Y quizá porque vivo en una profesión en que constantemente te adulan, sé perfectamente las personas que me adulan de verdad y que además incluso te dicen a veces lo bueno y lo malo. Y luego la adulación que es por el momento. Al final, es decir por supuesto, ¿a quién no le gusta que le digan cosas bonitas? A todo el mundo. Pero no me creo la adulación gratuita.

P.- Por romper un mito, lo de que ser guapo es una actitud, ¿es una tontería?

R.- ¿Cuántas personas has visto que a lo mejor son muy guapas a primera vista y una vez que las has conocido, su belleza se ha caído al suelo? Es carácter, es actitud. Al final la actitud es una parte también de cómo tú te comportas y de tu educación y tu manera de ser.

P.- Puedes ser guapo y muy aburrido, en eso estamos de acuerdo. Pero no por creas que eres muy guapo, vas a ser guapo. 

R.- Bueno, pero a veces, tú sabes, la gente que a lo mejor dices que impresionante, a lo mejor no te parece guapo para lo que vamos a entender. Pero tiene una actitud, un carisma que a mí eso, es de admitir. Porque al final todos nos movemos por estereotipos que nos marca la sociedad. Entonces cuando ves a alguien con esa seguridad, cuando supuestamente no es la belleza a la que estamos acostumbrados, yo digo chapó, lo envidio.

P.- Nieves Álvarez acaba de estrenar su nueva línea de Skincare.

R.- Así es. Este es un proyecto que tenía en mente desde hace casi cinco años. Es un proyecto que me hacía mucha ilusión. Yo a lo largo de estos 31 años que llevo en la moda, para mí, el mundo de la belleza y la salud de la piel ha sido súper importante. Mi carta de presentación. Al final es tu piel, es la salud y siempre ha estado en manos de dermatólogos, con lo cual en estos últimos años había muchas grandes marcas españolas que me ofrecían hacer él «By Nieves Álvarez». O sea una crema de otro laboratorio que ponía mi nombre.

Y decidí que ya era hora de bueno, de arriesgar, de hacer algo mío, de hacer algo totalmente 100% Nieves. Y decidí empezar por hacer cuatro productos básicos de una rutina de belleza que son esenciales, que uno es el limpiador, otros un sérum, un contorno de ojos y una crema hidratante.

Entonces he empezado creando estos cuatro productos de la mano de un laboratorio español y un laboratorio francés, que son los que me han ayudado a realizar todas las fórmulas con mucho asesoramiento de dermatólogos y profesionales. Porque yo sé lo que quiero. Es decir, he hecho muchas campañas de belleza, he probado muchos productos.

P.- ¿Cómo lleva esta faceta de ser empresaria?

R.- No te voy a mentir, con mucho miedo y con mucho vértigo, porque es la primera vez que hago algo sola, con lo cual montar una empresa desde cero y compaginar los números. Dónde tienes que invertir. Al final vengo del mundo de la belleza, de la estética.

«Me cabrea mucho que se asocie moda a frivolidad»

P.- Ahora que Nieves Álvarez es empresaria, ¿en España somos muy injustos con los empresarios?

R.- Hombre, si no tenemos empresarios no podemos generar también trabajo para los empleados, puestos de trabajo, es decir que es esencial. Es decir, necesitamos también de los empresarios para crear empresas y que ellos puedan generar mucho más empleo. 

P.- Nieves Álvarez lleva 30 años trabajando como modelo, pero usted fue una modelo sin vocación de serlo.

R.- No tenía. Jamás pensé que yo podía ser modelo. Yo no me creía guapa en el colegio, ni destacaba por mi belleza ni por nada. Es decir, era una niña normal. Entonces me pararon por la calle y me dijeron: «¿Te gustaría ser modelo?». Y me quedé como. «¿De qué hablan?» Yo no sabía ni lo que era la moda, ni me interesaba, ni veía revistas.

O sea que me vino un poco porque me paran por la calle, a la salida del colegio. Un cazatalentos de una agencia que se llamaba Booking, y me pararon y mi carrera empezó así. Luego un amigo de mis padres me hizo unas fotos, las llevé a esa misma agencia y de pronto, pues nada, empecé a trabajar, o sea, fue todo un poco fortuito. Luego llegué a Nueva York a través del concurso de la agencia Elite. Y me cogió de su mano John Casablancas y así empezó mi carrera.

P.- ¿Qué significa ser una top model?, ¿qué supone? 

R.-  Para mí las top models fueron las super top model. Bueno, yo soy muy buena modelo, eso sí que lo sé. 

Nieves Álvarez posando en la sede de THE OBJECTIVE - Foto: Carmen Suárez
Nieves Álvarez posando en la sede de THE OBJECTIVE – Foto: Carmen Suárez

P.- ¿Y eso qué supone? 

R. – No, yo creo he sabido reinventarme a lo largo de estos años. A mí cuando empecé a trabajar me dijeron «olvídate, vas a trabajar cuatro años. Esto se acaba». Empecé con 18. «Cuando llegas a los 22, 23 estás acabada». Yo siempre he dicho «¿y por qué?» Si yo sigo desfilando en la alta costura en París hago aquello que me gusta y lo único es que he sabido reinventarme y saber actualizar mi carrera a través de las distintas aristas.

Siempre, todas ellas unidas al mundo de la moda, como es la televisión, como es este proyecto de belleza. Pero creo que el mundo de la moda va mucho más allá. Porque a veces nuestro mundo se ve un poco frívolo. El otro día una periodista me decía, desfilando en la pasarela de Madrid, decía «pero qué bien te lo pasas y cómo te diviertes». Y digo, «aparte que soy una afortunada».

Me levanto todos los días y hago lo que me gusta, pero cuando yo salgo a la pasarela y en ese caso bailaba, era porque yo sigo las directrices de una diseñadora y de todo un equipo que ha estado trabajando durante seis meses en una colección y que luego de ahí va a ir a las tiendas y eso se tiene que vender. Es decir, que si sales a la pasarela y bailas o a veces sales seria, es porque sigo lo que me marca todo un equipo.

P.- ¿Le cabrea cuando relacionan lo frívolo con la moda, la frivolidad con la moda?

R.- Me cabrea enormemente, sobre todo porque no tenemos que dejar de pensar que la industria de la moda es uno de los activos más importantes de la economía de nuestro país y que mueve mucho desde arriba y hacia abajo. Hasta tenemos grandísimos artesanos que son utilizados por las grandes casas de costura a nivel internacional por nuestra mano de obra y nuestra artesanía. Y entonces, cuando se une fashion y moda a frivolidad no me gusta nada, porque al final todos somos moda y todos consumimos moda. También deja ver la personalidad de una persona a través de su manera de vestir. Con lo cual yo creo que a veces que se tome la industria como algo frívolo, no me gusta. 

P.- ¿Una modelo tiene complejos?

R.- Buff, claro, un montón de otros voy a decir. [Ríe]

P.- Pero no más que un currito como yo.

R.- No sé, quizá a veces incluso más. Porque a veces estamos tan observadas. Yo siempre digo que cuando llegas a un sitio la gente te puede mirar, pero yo estoy acostumbrada, desde que soy muy jovencita, llegar a un estudio y que se te acerque el diseñador, el maquillador, el peluquero y todos te miren, te observen. A veces me pasaba que decía «que agobio», que todo el mundo te mire de esta manera, pero no sé, yo incluso de las cosas, de las cosas que me siento más insegura, pues intento potenciar las otras que sí, que me siento más segura, pero que nadie es perfecto en la vida. 

P.- Siendo una mujer tan observada, ¿Hay miradas que molestan?

R.- A veces te puedes sentir incómoda, pero vamos, con los años y con la experiencia. A veces me dicen «Nieves, ¿No te has dado cuenta de que todo el mundo te estaba mirando?» Pues no, yo estoy pendiente de los míos. Yo voy por mi camino. No estoy siempre pensando en quién me estás observando. 

“Es razonable que las mujeres cobren más que los hombres en la moda”

P.- Los grandes modistos han sido siempre hombres o mayoritariamente hombres. Las grandes modelos han sido siempre, casi siempre, mujeres. ¿Por qué?

R.- Es una profesión donde siempre, a lo mejor cuando se dice, incluso la brecha salarial, las modelos siempre han cobrado mucho más las mujeres que los hombres. Quizá porque es un mundo donde a la mujer se le ha dado más importancia, al nivel de la moda. Pero con los años, por ejemplo, los hombres han tenido un protagonismo cada vez cada vez mayor. Pero ha habido también muchas grandísimas diseñadoras. Yo, por ejemplo, mi carrera en París, mi primer desfile, lo hice con Sonia Rykiel, lo hice con Lolita Lempicka. No sé, yo creo que ha habido grandes mujeres en el mundo de la moda que también han estado allí. Pero es verdad que siempre se habla de los grandes maestros.

P.- Justamente por la retribución le pregunto. Tras la victoria de la selección femenina en el Mundial Australia/Nueva Zelanda, hubo polémica porque Yolanda Díaz habló de la equiparación salarial de las futbolistas mujeres con los futbolistas hombres. Y hubo gente que dijo «no, pero es que los futbolistas hombres cobran ese dinero porque lo generan. Esto es como en el mundo del modelaje. Las modelos mujeres cobran más que los hombres porque lo generan». ¿Nieves Álvarez está de acuerdo con ese argumento? 

P.- Por supuesto creo en la igualdad, la igualdad por supuesto en todo. Pero muchas veces, a veces lo que pasa es que determinados trabajos también van acordes a lo que conllevan. Yo soy muy futbolera, me encanta el fútbol. Estoy súper orgullosa de nuestra selección masculina y femenina. Pero vamos, lo que han hecho las chicas ha sido increíble. Es verdad que lo que arrastra el fútbol de público y de publicidad y de todo el fútbol masculino todavía no lo arrastra el fútbol femenino. Y quizá por eso una cosa conlleva, conlleva a la otra. Y la moda a veces pasa igual. Es decir, que las modelas tenían mucha más notoriedad. Pero todavía hay muchos hombres que son vamos, número uno y que siguen y que tienen un protagonismo tan importante como el de las mujeres. 

P.- ¿Pero es razonable que las mujeres, que en general generan más atención en el mundo de la moda, cobren más? Eso es lo que defienden los que hablan de ese argumento. 

R.- Bueno, en este caso, claro. Es decir, que la época de, por ejemplo de las supermodelos, lo que arrastraba una Naomi, Cindy, Christy, todas ellas, es que no es equiparable a nada. Es decir, porque es que lo que ellas generaban unos niveles de venta que eran impresionantes para las marcas, es decir, que la repercusión que gracias a ellas tenían era inmensa, con lo cual al final ellas también cobraban mucho porque sabían que la marca luego iba a ganar muchísimo más. 

P.- ¿Qué debe provocar una mujer, una modelo cuando sube a una pasarela?

R.- Emoción. Debe decir que lo que tú necesitas hacer en ese en esa pasarela, es interpretar lo que todo un equipo ha estado trabajando durante meses detrás, con lo cual para mí a veces me dicen pero ¿cómo te puedes poner nerviosa si llevas 30 años haciendo esto? No es que piense que me voy a caer, es porque siento mucho la responsabilidad.

Quizá porque he trabajado mucho la costura en París y he visto cómo se hacen los trajes, como lo van haciendo. La perfección. Sé el trabajo de meses que hay detrás para que yo desfile durante menos de un minuto. Pues a mí eso me estresa muchísimo más que desfilar. Porque sé desfilar, es decir, tengo mi estilo y sé desfilar. Pero es más intentar dar vida a esa pieza que ha llevado tanto trabajo. Y eso lo tienes que hacer tú, tienes que causar emoción en las personas que te están viendo.

Nieves Álvarez, en un momento de la entrevista en El purgatorio - Foto: Carmen Suárez
Nieves Álvarez, en un momento de la entrevista en El purgatorio – Foto: Carmen Suárez

P.- Hablan de la inclusión en la moda de los llamados cuerpos no normativos, ¿eso qué le sugiere a Nieves Álvarez?

R.- Son personas normales y la moda somos todos. Y a mí me parece fenomenal que en una pasarela salgan todo tipo de fisonomías y cuerpos. La sociedad y la vida va evolucionando y va cambiando. Y si ahora estamos hablando de la inclusión, pues eso también tiene que estar reflejado en una pasarela también. Siempre pienso cuando nos dicen no la esclavitud de la moda, de los cuerpos. Es decir, a un futbolista se le piden unos determinados rasgos físicos, a una bailarina, a un abogado le piden otra cosa, es decir, a nosotras. Si quieres ser modelo tienes que tener, ya no tanto, porque ahora las modelos, incluso la pasarela, no son tan altas. Pero antes tenías que medir una cierta altura, tienes que ser alta, tienes que tener delgada, es decir que eso siempre ha existido.

P.- Que no todo el mundo sirve para ser modelo. 

R.- O quizás sí. A lo mejor antes había más límites y ahora no, pero también la sociedad, la moda refleja la calle y refleja la sociedad y refleja esa inclusión y. Y yo creo que esta está fenomenal, que esté, que se refleje en la pasarela lo que estamos viviendo. 

P.- Hace poco José Coronado, el actor dio una entrevista en El Español, donde expresó que quería decirle a una mujer que está guapa sin que me llamen machista. ¿Es machista decirle a una mujer que está guapa?

R.- A mí me gusta que me lo digan (ríe). A veces me han dicho piropos por la calle y le para al señor y le digo pero puede repetir que me lo quiero juntar. 

P.- Esto es ir a contracorriente.

R.- Pero porque a veces hay piropos que te los dicen con tanto cariño y con tanta admiración. Y el otro día alguien en San Sebastián me dijo un piropo muy bonito y me dice espero que no te moleste. Y le dije no, no señor, muchísimas gracias, se lo agradezco. Todo aquello que se hace con respeto y con educación y a mí los que me han dicho nunca me he sentido así. Hay piropos y piropos y hay situaciones y situaciones. Hay que saber diferenciar, pero aquellos que te los dicen con respeto y con admiración pues ¿por qué no? Es decir, nunca he tenido la desgracia de sentirme acosada, violentada o alguien que me diga algo súper incómodo, que eso ya es otra cosa.

«Me gusta que me llamen guapa»

P.- ¿Le piropean más las mujeres que los hombres?

R.- Sí, mucho más. Y son siempre encantadoras. El otro día un grupo de mujeres en Milán se me acercó y después de decirme lo mucho que le gustaba, me dicen «ay Nieves, eres más guapa en persona que en el HOLA».

P.- ¿Pero considera Nieves Álvarez que, entiendo es lo que quería expresar Coronado, los hombres están más coartados a la hora de decir según qué cosas a una mujer?

R.- Bueno, pero es que ahora y antes, siempre las mujeres se han acercado más a mí. Pero quizá ahora están más coartados. Pero siempre he pensado que con respeto, y sobre todo con educación, las cosas se pueden decir. 

P.- Hablaba antes del desnudo femenino. Ha sido un año sobre ese tema, hace unos meses del desnudo de Amaral y su reivindicación. ¿Hay hombres que le siguen teniendo miedo a las tetas de las mujeres?

R.- Yo creo que tienen miedo a la mujer en sí. Que las mujeres somos muy mujeres. Tenemos una fuerza y una valentía que va más allá del tamaño del pecho. He hecho algunos desnudos, siempre lo he visto de una manera artística, nunca he hecho ningún desnudo que para mí me pudiese parecer vulgar. Es decir, siempre lo he visto de una manera elegante y siempre delante de alguien que me hiciera sentir súper segura y que sabía que me iba a mimar. Siempre he estado con fotógrafos que me han cuidado mucho. Pero en ese momento que a lo mejor puedes decir «ah, estás desnuda», ya te sientes muy vestida.

P.- Pienso que hay hombres que siguen sin entender que algunas mujeres se desnudan no por motivos sexuales, sino que se lo hacen por motivos artísticos, por motivos reivindicativos.

R.- Entonces deberían evolucionar porque se fijan el desnudo es algo muy bonito, muy bello. El cuerpo de una mujer y de un hombre es precioso y yo creo en la fotografía como un arte. Lo veo de esa manera, pero es que nunca he visto los desnudos como algo tan «Dios mío, un desnudo».

P.- Pero eso lo sigue provocando el desnudo de una mujer en muchas ocasiones.

R.- Porque a veces se mira más allá de lo que es. Yo veo la foto y digo qué bonito. Veo fotos de Avedon, de grandes mujeres que ha fotografiado y actrices desnudas. Helmut Newton tiene fotos súper potentes y que quizás son muy sexuales muchas de las fotos y nunca veo más allá y miro la foto y digo «qué maravilla». No estoy buscando ese más allá, digamos con un poco de connotación y controversia que no la veo.

P.- ¿Nieves Álvarez está muy al tanto de la actualidad, sigue la política, le interesa?

R.- Demasiado. Me encanta el fútbol y me encanta la política. Me gusta mucho. 

«Se me acercan pocos hombres, dicen que impongo»

P.- ¿Pero tiene opiniones políticas, si yo le pregunto, por ejemplo, por la amnistía tiene opinión?

R.- Soy española, voto. Con lo cual tengo derecho a opinar y tengo derecho a decir lo que pienso. Amnistía. Pues qué te voy a decir que me parece lo peor que nos está pasando ahora mismo en este país. Es decir, estamos deconstruyendo nuestro país y hay cosas que no se pueden tolerar solamente por gobernar. Yo creo que todo tiene límites en la vida y no todo vale. Pero en política, ni en moda, ni como personas. Es decir, yo creo que todo tiene un límite y no todo vale por estar en el poder. 

P.- Por cerrar, unas preguntas breves, ¿el consejo de belleza más simple que tenga Nieves Álvarez para que hasta una persona como yo lo pueda entender?

R.- El consejo más simple es ser siempre natural. Ser siempre tú.

P.- ¿Un chándal puede ser elegante o no hay manera de hacer el chándal elegante?

R.- No, el chándal para ir al gym.

P.- ¿Ha comprado ropa del Primark?

R.- No, pero no por nada. A veces pasas por allí y ves esa cola.

P.- Hay quienes siguen pensando que no se puede ser guapa y lista a la vez, que solamente se puede ser una de las dos cosas.

R.- Hay muchos estereotipos en moda y uno de ellos es modelo tonta. Llevo 31 años, de tonta tengo poco. Pero igual que hablábamos antes de la sociedad y las cosas van cambiando, eso también está cambiando. Yo creo que se ha podido ver a lo largo de estos años y de estas décadas que las grandes modelos de las que hablábamos, las supermodelos no son tontas y son grandes empresarias, porque al final tú manejas tu nombre y eso es ser empresaria también. 

P.- Ya que le gusta el fútbol, si un futbolista cuando deja el fútbol se dice que cuelga las botas, cuando una modelo deja de desfilar, ¿qué cuelga?

R.- Las horas de espera que pasamos ahí dentro esperando.

P.- ¿Hay hombres que han hecho auténticas tonterías para acercarse a Nieves Álvarez?

R.- No, se acercan bastante pocos diría (ríe). Mis amigos dicen es que tú impones, no se acercan porque impones.

P.- Voy a decirlo un poco bruto, digamos que Nieves acojona a los hombres.

R.- Pero siempre pienso que si se acojonan es que no tienen agallas, con lo cual digo «el problema no lo tengo yo, lo tienen ellos».

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