La Fiscalía pide más de 26 años de prisión para el hombre que descuartizó a dos mujeres en Majadahonda

La Fiscalía Provincial de Madrid pide más de 26 años de cárcel para Bruno Hernández Vega, acusado de asesinar a su tía y a una mujer argentina y de destruir posteriormente sus cuerpos con una picadora industrial que tenía en el sótano de su casa de Majadahonda, Madrid, informa la Fiscalía. El Ministerio Público considera una «eximiente incompleta» para el acusado, ya que padece esquizofrenia paranoide, una enfermedad que “distorsiona el enfoque adecuado de la realidad en la que vive”, según el escrito de acusación. Por eso, solicita que cumpla su condena en un centro especializado para someterle a un “tratamiento adecuado a la patología psíquica que padece durante 30 años”.

El primer asesinato, el de su tía, se cometió presuntamente «en fecha no determinada pero posterior al 13 de abril de 2010». Meses más tarde, giró dinero de la cuenta de la fallecida a la de su propia empresa, con lo que obtuvo un beneficio de 33.227 euros, según la Fiscalía. Además, falsificó la firma de su tía para obtener el uso de su vivienda de Majadahonda y poder alquilarla. Inicialmente nadie denunció la desaparición de la mujer ya que estaba divorciada, su único hijo había fallecido y no tenía contacto con sus cinco hermanos.

El segundo asesinato ocurrió supuestamente el 1 de abril de 2015. La víctima era una ciudadana argentina que vivía en una habitación alquilada en la vivienda de Majadahonda. Para hacer creer que seguía con vida, el acusado envió una nota al Burger King en el que trabajaba la víctima en la que decía que dejaba el empleo; posteriormente envió varios mensajes de texto haciéndose pasar también por la víctima diciendo que abandonaba Madrid. Fue uno de los hermanos de la mujer el que presentó la denuncia.

«Bruno Hernández hizo desaparecer lo que había quedado de los cuerpos, ocultándolos en un lugar que se desconoce, ya que la mencionada picadora industrial utilizada en ambos casos era de gran potencia y capaz de triturar carne y huesos previamente troceados aptos para entrar por la boca de carga de la máquina». La Fiscalía considera que las capacidades del acusado, que había estado ingresado en varias ocasiones por su trastorno, «se encontraban comprometidas en el momento de los hechos».