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Vitamina B12: esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando tienes déficit de ella

Dieta, edad, sexo, genética… Las causas para que aparezca un bajón en esta vitamina son muy variadas y todas conllevan a un mismo problema

Vitamina B12: esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando tienes déficit de ella

Un hombre joven fatigado en el trabajo. | Freepik

La vitamina B12 se hizo mundial y absurdamente conocida durante la adolescencia de miles de personas por creer que combate la resaca, buscando en alimentos o en comprimidos este extra que permitiera sobrellevar el día después de una borrachera. La confusión llegaba porque, cuando una persona acude con una intoxicación etílica a un servicio de urgencias, se administra un preparado intravenoso donde, entre otras vitaminas, está la famosa B12.

Sin embargo, la realidad es que este ‘cóctel’ es una base de glucosa para frenar la bajada de azúcar en sangre y también numerosos componentes de las vitaminas del grupo B, especialmente la B1 y la B6 y, en menor medida la B12. Sin embargo, en el ideario colectivo ha permanecido la sensación de que la vitamina B12 nos ayuda a emborracharnos menos o a llevar mucho mejor la resaca, la cual tampoco va a mejorar porque nos atiborremos a alimentos ricos en ella el día después.

Entre los alimentos más ricos en esta vitamina (que obedece también al nombre de cianocobalamina) se suelen citar los huevos, lo cual es un error, pues no es un alimento especialmente rico en ella. Los que sí deberían estar en la lista si te importa el déficit o la deficiencia de vitamina B12 son los siguientes alimentos:

  • Hígado.
  • Riñones.
  • Lengua.
  • Ostras.
  • Foie gras y patés.
  • Conejo y liebre.
  • Caballa, jurel y palometa.

Es decir, casi todos son alimentos ya de por sí muy nutritivos, con una carga de proteínas de alto valor biológico y que además se equilibran con muchos minerales, como es habitual en la casquería. Además, hemos de tener en cuenta que estos alimentos, extraídos de una información de Clínica Universitaria de Navarra, son además una fuente natural del hierro hemo, es decir, el más asimilable por nuestro organismo.

Si has leído THE OBJECTIVE en otras ocasiones y ves que estamos hablando de alimentos ricos en hierro y alimentos ricos en proteínas, comprobarás que uno de los grandes problemas que van asociados al déficit de vitamina B12 es la anemia perniciosa. El ‘apellido’ de esta anemia no es un mero adjetivo, sino que se llama así a la anemia generada por la disminución de los glóbulos rojos cuando el intestino no puede absorber apropiadamente la cianocobalamina.

Un bote de pastillas del suplemento de vitamina B12
Es habitual complementar la dieta con suplementos vitamínicos para evitar este déficit. ©Freepik.

Por eso, la relación entre alimentos muy proteicos y con una gran carga de hierro suelen estar en todas las recomendaciones médicas para las personas que padecen esta deficiencia vitamínica que, como veréis a continuación, es más grave de lo que puede parecer. Especialmente porque su aparición y diagnosis, muy poco habitual, suele darse pasados los 60 años y tiene que ver con una proteína llamada factor intrínseco que permite una mejor absorción.

Qué es la vitamina B12 y qué puede significar su déficit

Como podemos interpretar, la vitamina B12 es un nutriente esencial, muy vinculado a la síntesis del ADN, a la producción de energía y también al correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Por desgracia, es común que los adultos occidentales presenten este déficit, pues además hay ciertos factores genéticos que lo facilitan, además de una predisposición étnica en el caso de ser escandinavo o nórdico.

Un hombre mayor fatigado
Los mayores de 60 años corren más riesgo de sufrir anemia perniciosa. ©Freepik.

Habitual también es que nuestro organismo sea menos eficiente con los años, razón por la que esta deficiencia aumenta con la edad, y por eso es conveniente que sepamos qué síntomas hay detrás del déficit de vitamina B12 para poder comprender que pudiera tratarse de ello.

Sucede a menudo cuando aparece la fatiga, pues el déficit de la B12 o de los folatos van vinculados a la anemia megaloblástica, que genera grandes y anormales glóbulos rojos, que se vinculan a un incorrecto transporte de oxígeno a los tejidos, que al final es parte de esa razón anémica por la que nos sentimos débiles o fatigados. En cualquier caso, siempre deben descartarse otras causas de la anemia y comprobar que, en circunstancias normales, el rango de la vitamina B12 en un análisis de sangre debe estar en torno a 300 pg/mL, que es lo que se consideraría normal, mientras que menos de 200 pg/mL se consideraría deficiente.

Otro síntoma habitual es tener la piel y los ojos amarillentos, que es un síntoma de la ictericia, una patología fácilmente identificable si comprobamos que los niveles de bilirrubina en el organismo son demasiado altos. Esto se puede producir por varias situaciones, siendo una de ellas la destrucción de glóbulos rojos (que es la que más se vincula a la falta de B12), aunque también puede ir vinculada a enfermedades hepáticas como la cirrosis o a otras patologías como los cálculos biliares.

Más anormal, aunque habitual en ciertos tipos de anemia, es la aparición de la glositis (inflamación y enrojecimiento de la lengua), que puede venir también acompañado de la estomatitis (los mismos síntomas, pero en toda la boca), y que se relaciona con la anemia perniciosa, pero puede también estar asociada a otros déficits nutricionales como los folatos y otras vitaminas del grupo B como la riboflavina (B2) o la niacina (B3).

En estas situaciones, también cabe apuntar que la deficiencia de vitamina B12 puede venir acompañado de dolores de cabeza, del desarrollo de la depresión y ciertos problemas gastrointestinales como diarrea, estreñimiento o hinchazón, según explica The National Heart, Lung, and Blood Institute estadounidense. Es decir, el Instituto Nacional del corazón, los pulmones y la sangre.

En todos estos casos es conveniente también comprobar que hay ciertas condiciones que pueden favorecer la aparición de este déficit de vitamina B12. Es el caso de seguir dietas restrictivas, como puede ser una dieta vegana donde apenas se ingieren alimentos ricos en hierro hemo, además de lo ya comentado de ser mayor de 60 años.

Un plato de hígado de ternera a la plancha con tomate fresco
Alimentos como el hígado están cargados de vitamina B12. ©Freepik.

En un sentido parecido, las mujeres embarazadas o durante la lactancia también tienen más riesgo de sufrir este déficit, como también pasa con las personas que tomen ciertas medicaciones que reduzcan los niveles de esta vitamina B12 como es la metformina (habitual en el tratamiento de la diabetes tipo II) o los inhibidores de la bomba de protones, es decir, los llamados protectores gástricos de la familia del omeprazol.

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