Plan detox tras el verano: cinco claves para ir recuperando tus hábitos saludables
Tras el descontrol de la época vacacional, debemos ir recuperando hábitos y adaptando nuevos
Las dietas y los regímenes estrictos que comenzamos después de un periodo vacacional están condenados al fracaso, ya que llevamos demasiados días sin horarios, sin restricciones y, básicamente, viviendo una realidad completamente diferente a nuestra rutina normal.
Por ello, comenzar un plan alimentario demasiado rígido o meternos de lleno en nuestra rutina deportiva quizá no sea la mejor idea. En su lugar, podemos ir poco a poco adaptándonos a lo de siempre para después ya empezar un régimen o lo que deseemos hacer.
Esta transición tras el verano no solo nos ayudará en en plano físico, sino también en el mental, ya que también hemos de ir retomando, gradualmente, nuestros quehaceres habituales y responsabilidades laborales y escolares. Por ello, ajustar las prácticas y horarios de manera progresiva nos permitirá encontrar un equilibrio entre la relajación veraniega y la vuelta a la rutina.
Claves para ir retomando nuestros hábitos saludables tras el verano
Así, para retomar o incorporar buenos hábitos alimenticios no es necesario reducir la ingesta de alimentos ni seguir ninguna dieta restrictiva, sino en elegir correctamente los nutrientes que vamos a consumir e intentar buscar el equilibrio dentro de lo posible, además de lo detallado a continuación por expertos nutricionistas y entrenadores:
1) Retomar el ejercicio físico de forma progresiva
El regreso a la actividad física debe ser gradual para adaptarnos poco a poco y evitar lesiones. «Una muy buena opción puede ser empezar a caminar diariamente, nadar o montar en bici, sin olvidar la importancia del trabajo de fuerza, ya sea en un gimnasio, en casa o en un parque de calistenia», detalla Víctor Moreno, entrenador personal de BluaU de Sanitas.
El profesional recomienda, asimismo, comenzar con ejercicios de baja intensidad para evitar lesiones articulares o daños musculares, «como pueden ser las agujetas, para conseguir entrenar de manera progresiva y eficiente».
2) Recuperar los horarios y los buenos alimentos
Hemos de crear un menú semanal equilibrado que incluya:
- proteínas magras,
- carbohidratos integrales,
- grasas saludables y
- una amplia gama de frutas y verduras es clave.
En este sentido, hemos de evitar las restricciones extremas, ya que pueden desencadenar antojos. Hemos de recordar que estamos yendo poco a poco.
3) Beber dos litros de agua al día
Es aconsejable beber al menos dos litros de agua al día y reservar las bebidas calóricas o con alcohol para ocasiones especiales.
En lo que respecta al alcohol, el verano es, para muchas personas, es una época en la que su consumo es más común que durante el resto del año. En estos casos, se recomienda reducir este tipo de bebidas e incorporar bebidas como las infusiones frías o con hielo, batidos o granizados de frutas sin azúcar, té, zumo de tomate o agua con gas.
4) Dormir entre siete y nueve horas por las noches
Durante el período estival, las rutinas pueden desordenarse y los horarios de sueño se vuelven irregulares. Por ello, es fundamental establecer un horario de sueño consistente que comprenda entre siete y nueve horas de sueño por noche, dependiendo de las necesidades individuales.
5) Cocinar ‘light’
Debemos apostar por las recetas a la plancha, al horno o al vapor, ya que contienen menos grasa y calorías añadidas, lo que nos ayudará a deshincharnos y a recuperar, poco a poco, la figura que teníamos o la que deseamos tener a partir de ahora. Este es, sin duda, uno de los hábitos más valiosos.