Buceo: el ejercicio definitivo (que puedes hacer en cualquier ciudad) para quemar calorías

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Una de las peores cosas de acabar el verano es que dejamos de nadar, tanto en playas como en piscinas. Pero, ojo, porque queremos, ya que podemos seguir haciéndolo en las muchas piscinas cubiertas que hay repartidas por todo el país. Y lo que también podemos practicar, aunque la mayoría no lo sepa, es el buceo, un deporte que además de ayudarnos a tonificar el cuerpo nos puede acercar a nuestro objetivo de peso.

Este 7 de septiembre, de hecho, se celebra el Día Internacional del buzo, una disciplina cada vez más popular (se estima que la practican unas 15 millones de personas) por numerosas razones. Y una de ellas es, efectivamente, perder peso, pero no solo, tal y como detallan los expertos del centro de buceo Marepolis:

1. El buceo tonifica el cuerpo y ayuda a adelgazar

Para bucear no debemos hacer la misma fuerza que para nadar, ya que estamos sumergidos y debemos mantener la flotabilidad por debajo del agua, con la dificultad que tiene el medio acuático para la movilidad humana, esto tonifica nuestro cuerpo y nos lleva a practicar movimientos que nos son habituales en tierra.

Además, el equipo necesario para esta práctica hace que sumemos un peso extra con el que cargar fuera del agua, que se vuelve ingrávido una vez entramos en el medio acuático. Tonificar el cuerpo es claramente uno de los principales beneficios del buceo para la salud, así como adelgazar.

De hecho, con el ejercicio del buceo se quema una gran cantidad de calorías por inmersión: se calcula que de 490 a 1120 calorías, según la intensidad y el metabolismo de la persona, en tan solo una sesión.

2. Beneficia al sistema respiratorio y cardiovascular

Con el buceo se trabaja el ejercicio de la respiración, ampliando la capacidad pulmonar, mejorando la optimización de la respiración y el aprovechamiento del oxígeno. Asimismo, se trabaja el fortalecimiento del corazón y la circulación de la sangre, beneficiando al sistema cardiovascular.

3. Aumenta el bienestar emocional y la autoestima

Como cualquier deporte, el buceo nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos. Además, el agua es terapéutica, ya que activa conexiones positivas en nuestra mente dejándonos con una sensación de mayor relajación y bienestar. «Con el buceo, esto se incrementa por la continua inmersión total bajo el mar y por lo placentero que es sentir que ‘vuelas’, o lo más similar a estar flotando en el espacio. Los beneficios del buceo para la salud, por tanto, van más allá de lo estrictamente físico», cuentan los expertos.

«Al estar tan enganchados a nuestras rutinas diarias y el ritmo acelerado del día a día, hace que a veces olvidemos la magnitud de la vida. El 70% del planeta es agua, y con él, nuestro cuerpo reacciona conectándose con un hábitat natural muy diferente al acostumbrado. Poder disfrutar de esa sensación aumenta la felicidad y hace que confiemos más en nosotros mismos y en lo que somos capaces de conseguir», añaden.

También la natación

Obviamente, la natación también es perfecta si queremos desconectar, tonificar el cuerpo y adelgazar. De hecho, es uno de los mejores deportes para tonificar el cuerpo entero y mejorar la capacidad pulmonar. Incluso, por si no fuera poco, un estudio del National Center for Biotechnology Information (NCBI) indica que los ejercicios aeróbicos, entre los que se incluye la natación, contribuyen a mejorar el estado de ánimo. 

La natación, además, es un deporte de bajo impacto que nos ayuda a adelgazar porque consume muchas calorías. En concreto, nadar durante alrededor de una hora, en términos generales, hará que se quemen alrededor de unas 500 o 600 calorías. Obviamente, dependerá de la intensidad de la natación que practiquemos. Algo que también sucederá con el resto de deportes, pues no es lo mismo correr una maratón a una velocidad alta que ir de paseo.

También debes comer adecuadamente

Si tu objetivo es adelgazar, debes combinar los ejercicios bajo el agua con una correcta alimentación. Para ello, lo principal es intentar reducir la ingesta de carbohidratos y aumentar la de proteínas y fibra, además de grasas buenas, como las omega-3, ya que las investigaciones publicadas hasta la fecha han concluido que las personas que siguen una dieta baja en hidratos de carbono tienen una circunferencia de cintura más pequeña que las que no lo hacen.

Al respecto, los investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Maryland, EEUU) compararon los efectos en el corazón de perder peso a través de una dieta baja en carbohidratos versus una dieta baja en grasas, durante seis meses. Los participantes ingirieron la misma cantidad de calorías. Al final de las seis semanas, se comprobó que aquellos que habían hecho una dieta baja en carbohidratos lograron adelgazar 4,5 kilos más que los que habían seguido un régimen bajo en grasas.

Asimismo, debes priorizar el consumo de alimentos que favorecen la saciedad, como los que te detallamos esta semana en THE OBJECTIVE.