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Así es cómo el estrés te está haciendo engordar (pero puedes evitarlo sin comer menos)

La ciencia ha demostrado que los periodos estresantes están relacionados con el aumento de peso, pero hay remedio

Así es cómo el estrés te está haciendo engordar (pero puedes evitarlo sin comer menos)

Un hombre estresado en el trabajo | Freepik

Vale, de acuerdo, puede que te sobren unos kilos, que tengas sobrepeso o que estés rellenito por comer de más o porque no haces nada por adelgazar, pero también puede que la culpa la tenga el estrés que llevas tiempo padeciendo.

Puede ser una excusa barata (lo sabemos), pero está comprobado científicamente que situaciones de estrés mantenidas en el tiempo hacen que acumulemos más grasa, que no podamos perderla y/o que adoptemos hábitos que nos llevan a no poder perder peso.

Así es cómo el estrés puede estar engordántote

Obviamente, no es plan de echar toda la culpa al estrés de tus kilos de más, pero es más que probable que esta situación te esté llevando a acumular kilos de más, debido a diferentes factores:

  • Estás estresado y duermes mal: un estudio de 2018 de Obesity Reviews demostró que el estrés, la falta de sueño y el aumento de peso están asociados entre sí.
  • Tienes el cortisol por las nubes: las investigaciones han demostrado que el cortisol puede ralentizar el metabolismo , lo que hace que mantener un control sobre el peso sea más difícil. Además, el cortisol puede promover la acumulación de grasa, lo que contribuye aún más al aumento de peso.
  • Como duermes mal, tomas mucho café, y según un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicinela cafeína consumida seis horas antes de acostarse realmente puede causar estragos en una noche de sueño reparador. Esto es cierto no solo para sus patrones de sueño, sino también para el aumento de peso. Harvard Health Publishing informa de que un déficit de sueño está relacionado con niveles elevados de la hormona grelina, lo que provoca más hambre y puede contribuir al aumento de peso, lo que puede impedirte adelgazar la grasa abdominal.
Un hombre con jet lag social sujeta un café en la mano
  • El estrés te lleva a comer de más en las cenas. Un estudio de 2013 de Obesity halló que el momento en que comemos puede afectar la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos, incluso si consumimos la misma cantidad de calorías durante todo el día. Esta investigación en concreto ha determinado que aquellos que toman un gran desayuno pierden más peso que los que consumen una gran cena. Y los que padecen estrés, en concreto, suelen devorar el la cena, que es cuando llegan a casa. Asimismo, las investigaciones han revelado que consumir las comidas demasiado tarde altera el ritmo circadiano, lo que afecta negativamente la regulación del azúcar en la sangre y el metabolismo de las grasas.
  • Disminución de la eficacia de la insulina, que juega un papel importante cuando se trata de ayudar a que la glucosa del cuerpo ingrese al hígado, la grasa y las células musculares, que lo utilizarlarán como fuente de energía. Al respecto, el estrés puede disminuir la eficacia de la insulina, lo que puede resultar en un aumento de peso corporal.
  • Comes peor: pasar por un periodo estresante nos suele llevar a tomar comida rápida, grasas y azúcares, y las investigaciones vinculan este tipo de alimentos ​​con el aumento de peso.

¿Y qué hacer al respecto?

Pues, para empezar, ya has hecho bastante, pues eres consciente de lo que el estrés está haciendo en tu organismo y en tu físico. Ahora queda ponerle remedio, o al menos intentarlo. ¿Y cómo? Pues intentando reducir el cortisol de tu cuerpo. Los psicólogos de Mentes Abiertas ofrecen unas claves al respecto:

  • Tener una adecuada pauta de sueño: para estabilizar el cortisol, es recomendable dormir alrededor de ocho horas cada día.
  • Técnicas de relajación: varios estudios demuestran que la meditación y la relajación contribuyen al control del cortisol.
  • Llevar un tipo de vida más organizado: «Una de las principales causas del estrés es llevar un estilo de vida desorganizado. Ser previsor en la organización y tener un orden en los horarios evitará que salten las alarmas del cortisol», detallan los expertos.
  • Hacer deporte de forma regular, ya que practicar ejercicio con asiduidad alivia los síntomas de la ansiedad.
  • Llevar una alimentación equilibrada, en especial una dieta rica en ácidos grasos omega-3, ya que ayudan a regular de forma natural el nivel de cortisol. Están presentes en alimentos como los aceites vegetales, el pescado y los mariscos.
  • Evitar la cafeína, ya que aumenta los niveles de cortisol de forma brusca, lo que provoca gran nerviosismo.
  • Mantener el organismo correctamente hidratado, pues un cuerpo deshidratado es más vulnerable al estrés y provoca que aumenten los niveles de cortisol.
  • Controlar el azúcar en sangre. El consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados no es conveniente para la salud mental y puede participar en la generación de estrés.
  • Tener buenas relaciones personales, pues producen la liberación de oxitocina. Si el cortisol se conoce como la hormona del estrés, la oxitocina es una de las llamadas hormonas de la felicidad.
El estrés es una de las principales causas de la alopecia. (Fuente: Freepik/gpointstudio)

Evidentemente, si el estrés está afectando a tu vida y a tu salud de forma preocupante o importante, no dudes en acudir a tu médico.

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