El truco para comer pasta y adelgazar: servirla fría en vez de caliente (está comprobado)

Adelgazar comiendo pasta es posible, y, de hecho, investigaciones recientes han descubierto que hay un truco que funciona, y es extremadamente sencillo. Básicamente, se basa en comerla fría o al dente en vez de caliente y recién hecha.

¿Y por qué sucede esto? Los investigadores han descubierto que las moléculas de almidón en los carbohidratos cambian de estructura cuando se cocinan y luego se enfrían, lo que genera muchos beneficios, entre los que se encuentra la pérdida de peso.

Así, en concreto, el almidón resistente que tiene la pasta, se vuelve más difícil de digerir, lo que implica que algunos de los azúcares de los carbohidratos de este alimento no se absorban en el torrente sanguíneo, asegura el Dr. Balazs Bajka, fisiólogo intestinal del King’s College de Londres en el Reino Unido, al New York Times.

Esto significa que los niveles de azúcar en la sangre se mantienen más estables, lo que nos hace sentir más llenos por más tiempo y menos propensos a comer comida basura o a picar entre horas.

Asimismo, los almidones resistentes también contienen menos calorías, alrededor de la mitad por gramo que los carbohidratos recién cocidos.

La pasta fría, mejor para tu figura y para tu salud

Los estudios, asimismo, han descubierto que los carbohidratos fríos también pueden desencadenar la liberación de más hormonas de saciedad, como la colecistoquinina (CCK) y el péptido similar al glucagón 1, o GLP-1  (que es el ingrediente activo de exitosos medicamentos contra la obesidad). 

Los expertos también aseguran que el almidón resistente puede alimentar las bacterias saludables del intestino, las cuales pueden ayudar a proteger contra una variedad de enfermedades, incluidas las afecciones cardíacas. Además, investigaciones recientes, como una publicada en Cancer Prevention Research, han determinado que comer almidón resistente puede reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cánceres hereditarios, como el de esófago, el gástrico, el del tracto biliar y el de páncreas, entre otros.

A todo ello se suma que diferentes estudios también han demostrado que el almidón resistente puede alimentar las células del intestino al aumentar la producción de una sustancia llamada butirato, que disminuye los niveles de inflamación en el intestino y detecta daños en el ADN, lo que potencialmente previene el crecimiento y la replicación de células cancerosas.

Así, pues, en el caso de que queramos comer pasta y adelgazar, deberíamos recudir el tiempo de cocción y dejarla enfriar, ya que de esta manera se modifican sus propiedades, de manera que nuestro cuerpo la absorbe más lentamente, ayudando a prevenir la diabetes y ayudándonos a perder peso, entre otros beneficios.

Los dos tipos de pasta que son mejores para adelgazar

Además del truco mencionado, podemos ir sobre seguro si escogemos los dos tipos de pasta más recomendables para adelgazar y para la salud:

• Pasta integral: es mejor porque se digiere de manera diferente que la refinada, pues esta última (la pasta blanca de toda la vida) contiene hidratos simples, que se digieren y descomponen muy rápidamente, provocándonos subidas y bajadas repentinas de azúcar al ingresar de pronto una gran cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo. Además, si comemos pasta refinada tendremos hambre al cabo de pocas horas.
• Pasta de legumbres: es poco conocida pero es más sana que la blanca y, obviamente, es mejor si queremos adelgazar. ¿Y en qué se diferencia? Pues que mientras que la pasta blanca está hecha con harina de trigo, la de legumbres está compuesta por harina de lentejas, de garbanzos, de soja, de alubias o de guisantes.

En cantidades correctas y ‘normales’

Obviamente, ningún truco te funcionará si te hinchas a comer pasta, aunque la ingieras fría o integral. Pero si te sirves un plato normal y razonable y no la comes todos los días, podrás adelgazar sin problema. Se hecho, varios estudios han detallado que aquellos que comen pasta normalmente, y dentro de un régimen sano, tienen un índice de masa corporal más bajo que las personas que no lo hacen.

Asimismo, una investigación publicada en The Lancet descubrió que las personas que obtienen la mayoría de sus calorías diarias de los carbohidratos complejos (como la pasta integral) tienden a vivir un promedio de cuatro años más que aquellos que siguen una dieta baja en hidratos. Además de la longevidad, este estudio determinó que los que comían pasta regularmente tenían menos grasa abdominal que los que no lo hacían.

¿Las razones a todo ello? Los hidratos de carbono complejos de la pasta y la fibra que contienen nos mantienen saciados durante más tiempo, así se consigue comer menos a lo largo del día. Unos beneficios que aumentan si sigues los trucos mencionados en este artículo.