Cuatro trucos que utilizan los japoneses para ser más productivos en su día a día
Los japoneses son expertos en muchas cosas, y una de ellas es el productividad. Vamos a ver qué técnicas utilizan
El cutis y esperanza de vida de los japoneses es la envidia de la mayoría de europes. En Japón, tienen mayor longevidad de día. Además, se caracteriza por la felicidad, satisfacción vital y la productividad cotidiana. En THE OBJECTIVE ya te contamos que los nipones tienen una forma diferente de concebir la realidad que les rodea, lo que repercute directamente en cómo se alimentan y cómo se comportan.
Hoy nos vamos a centrar en sus trucos para ser más productivos en su día a día, centrados en técnicas japonesas que han demostrado ser efectivas y exitosas:
1. Kaizen: mejora continua
Kaizen, que significa «mejora continua» en japonés, es la piedra angular de la filosofía de productividad de los japoneses, pues pse refiere a un sistema de mejora continua en el que las pequeñas pero constantes mejoras acumulan tras de sí grandes beneficios a largo plazo.
Para implementar el Kaizen en tu día a día, identifica qué pequeños cambios o ajustes deberías hacer para ir, poco a poco y como una hormiguita, mejorando, tanto en tu casa como en tu trabajo o en tu relación de pareja.
2. Kanban: gestión visual de tareas
Kanban es una forma de ayudar a los equipos a encontrar un equilibrio entre el trabajo que necesitan hacer y la disponibilidad de cada miembro del equipo. «La metodología Kanban se basa en una filosofía centrada en la mejora continua, donde las tareas se ‘extraen’ de una lista de acciones pendientes en un flujo de trabajo constante», detallan desde Asana.
«Los tableros Kanban son una forma visual de gestión de proyectos y son muy populares entre los equipos de desarrollo de software, ingeniería y productos, aunque pueden ser usados por cualquier equipo de trabajo».
El método Kanban fue desarrollado por Taiichi Ohno, ingeniero japonés de Toyota, a fines de la década de 1940. «Ohno se dio cuenta de que podía mejorar el sistema de producción de Toyota al incorporar elementos de la producción ajustada: en lugar de fabricar productos nuevos en función de la demanda anticipada, el marco Kanban de Ohno produjo y reaprovisionó productos como resultado de la demanda del consumidor; a esto se lo conoce también como el método de producción “justo a tiempo” (just in time o jit). El marco Kanban transformó el proceso de fabricación de Toyota, (…) que pudo tener un nivel de inventario más bajo sin que afectara su competitividad en el mercado», añaden desde la citada web.
Para usarlo en tu día a día, puedes simplemente apuntarte las tareas que tienes que hacer y ponerle colores que indiquen cómo lo llevas (en progreso, acabado, aparcado…). También puedes usarlo para tus quehaceres diarios (pedir cita en el ginecólogo, llamar a la profesora, etc.).
3. Pensamiento Lean: racionalización del flujo de trabajo
Originado en el mencionado sistema de producción de Toyota, el pensamiento Lean enfatiza la eliminación de desperdicios en los procesos, lo que conduce a flujos de trabajo optimizados y eficientes.
El pensamiento Lean es un proceso enfocado en el incremento del valor agregado en productos y servicios y en la reducción del desperdicio. El término ‘lean’ (esbelto en español), acuñado por Womack a inicios de los ochenta durante una de sus visitas al fabricante de automóviles japonés Toyota (Womack and Jones 2003), se ha convertido en el vocablo universalmente aceptado para hacer referencia tanto al incremento en valor como en reducción de desperdicio. Cuando hablamos de valor, nos referimos a todo aquello relacionado con el producto o servicio y por lo cual los clientes están dispuestos a pagar de más. Desperdicio, contrariamente, se refiere a todas aquellas actividades que no agregan valor a los ojos del cliente, en otras palabras, todo aquello por lo cual el cliente no está dispuesto a pagar de más», detallan desde Virginia Tech.
4. Wabi-Sabi: abrazando la imperfección
Wabi-Sabi es un concepto que aprecia la belleza en las imperfecciones y la fugacidad. Aplicado a la productividad, fomenta la aceptación de los errores y la liberación de la búsqueda de la perfección, fomentando un enfoque más sano y equilibrado.
Así, este concepto japonés, que se originó en el taoísmo durante la dinastía Song en China (960 -1279) y luego se transmitió al budismo zen, nos invita a cambiar nuestra forma de pensar para aceptar los errores como oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Asimismo, nos motiva a buscar el progreso sobre la perfección y a reconocer que la perfección es inalcanzable.
Otros consejos japoneses que puedes poner en práctica
A continuación, te detallamos otras técnicas y tradiciones que llevan a cabo los japoneses para ser más felices y estar siempre en su peso ideal:
1) Siguen el método Hara Hachi Bu
Hara Hachi Bu es un método seguido por los japoneses para controlar sus hábitos alimenticios, y debe ser que funciona, pues en Japón tienen una de las tasas más bajas de enfermedades cardíacas, cáncer y accidentes cerebrovasculares, así como una esperanza de vida muy alta (de 84 años, tres años más que el promedio de la OCDE).
¿Y en qué consiste? Básicamente, en parar de comer cuando nos sintamos un poco llenos. El objetivo es sentirse satisfecho con lo ingerido pero nunca saciado por completo hasta el punto de no poder más. Normalmente, en los países occidentales suele ser 2/3 del plato, pues tenemos la costumbre –heredada durante años– de dejar el plato limpio, comer mucho cuando se pueda y no tirar alimentos a la basura.
2) Los japoneses se dan baños calientes
En Japón, es común que las mujeres se hagan un ‘medio baño’, que es cuando llenan la bañera justo debajo del nivel del pecho y se sumergen durante unos 20 minutos en agua entre 38 y 42 grados. Esta actividad puede ayudar a su cuerpo a quemar tantas calorías como caminar media hora, reducir los niveles de azúcar en la sangre, disminuir la inflamación y ayudarnos a tener un sueño de mejor calidad, lo que desemboca en un mayor adelgazamiento.
3) Hacen ejercicio moderado
Otro de los trucos es no matarse a hacer ejercicio. Al contrario que los europeos o americanos, los japoneses son asiduos a realizar entrenamientos moderados para no hacer ‘sufrir’ al cuerpo. Caminar, estirar o hacer yoga son ejercicios relajantes que reducen el estrés y que pueden influir en que el cuerpo use la grasa como combustible en lugar de la última comida.
4) Una alimentación basada en el yin y el yang
El filósofo japonés George Ohsawa desarrolló una dieta macrobiítica muy popular en Japón, basada en un enfoque holístico de la salud que incorpora muchos aspectos del estilo de vida: dieta, ejercicio, meditación y energía ‘yin y yang’. El filósofo sugirió que la salud estaba directamente ligada y guiada por la naturaleza. Por lo tanto, comer y vivir en armonía con la naturaleza crearía armonía y equilibrio dentro de nuestro cuerpo.
Esta dieta japonesa para adelgazar y estar en forma se centra en elegir productos orgánicos, cultivados localmente y de temporada. La dieta macrobiótica sugiere que la comida se debe dividir, aproximadamente, de la siguiente manera:
- 40-60% de cereales integrales, como arroz integral, avena, cebada, trigo sarraceno o quinoa.
- 20-30% de frutas y verduras.
- 10% – 25% de judías y productos derivados.
Si te interesa conocer más sobre esta dieta, aquí la puedes encontrar.
5) Mantinen una buena postura
El médico japonés Toshiki Fukutsudzi se ha hecho conocido en medio mundo tras popularizarse su método para perder peso, basado en crear conciencia sobre los efectos secundarios de tener una mala postura. En un principio, esta técnica sólo iba a dirigida a aquellos que sufrían dolores de espalda, pero, pasado un tiempo, descubrió que este truco también ayudaba a adelgazar gracias a que fortalecía los músculos abdominales, ya que se cree que las capas adicionales de grasa que hay alrededor del abdomen son resultado de una mala ubicación de la pelvis.
La técnica del médico japonés para adelgazar se hace en cinco minutos y, como te hemos dicho anteriormente, sólo necesitas una toalla. A continuación, explicamos el método paso a paso:
- Coge una toalla y enróllala. Siéntate en el suelo, con las piernas estiradas frente a ti de manera que haya una distancia de 20-30 centímetros entre ambos pies. Ahora, coloca la toalla enrollada detrás de tu espalda.
- Acuéstate en el suelo en posición recta con la toalla colocada debajo de la cintura y trata de acercar los dedos de los pies mientras mantienes la distancia entre los talones. Básicamente, tus pies deben colocarse como un triángulo apuntando hacia arriba. Mantén la parte superior del cuerpo en la misma posición.
- Levanta los brazos y llévalos por encima de la cabeza, casi tocando el suelo. Ahora, intenta unir tus dedos meñiques.
- Permanece en esta posición durante unos cinco minutos.
- Debes sentir una sensación incómoda y de ligero dolor al principio, que se alivia con la práctica.