Crisis existencial: señales para reconocerla, por qué surge y cómo puedes superarla con éxito
Las crisis existenciales no tienen por qué ser malas, pero debemos saber por qué se producen y qué hacer al respecto
Los comienzos de año suelen ser los momentos perfectos para que aparezca una crisis existencial. Aunque es algo habitual en el ser humano, conocer por qué sucede esto y qué podemos hacer para salir del bucle se torna del todo necesario en los tiempos que vivimos, sobre todo para que el tedio que sentimos no vaya a más y se acabe complicando la cosa.
No obstante, como veremos más adelante, la crisis existencial no es del todo mala, ya que puede ser una oportunidad perfecta para replantearnos nuestra vida y dar ese cambio de rumbo que, en el fondo, sabemos que necesitamos. Sin embargo, mientras llegan las conclusiones, es normal sentirse perdidos y hacerse preguntas como:
- ¿Quién soy realmente?
- ¿Cuál es mi propósito en este mundo?
- ¿Qué huella deseo dejar?
- ¿Qué sentido tiene mi trabajo?
- ¿Para qué me levanto cada día?
Estas preguntas, que nos abordan en momentos cruciales de la vida, reflejan una búsqueda profunda de identidad y significado. Y el hecho de que nuestro cuerpo nos pida explorar nuestra esencia y propósito puede indicar un proceso de introspección vital que nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia y la dirección que debemos tomar en la vida.
¿Qué es una crisis existencial?
Las crisis existenciales, como hemos visto, abarcan un conjunto complejo de interrogantes y emociones relacionadas con el significado y propósito de nuestra existencia. Intentar dar respuesta a estas preguntas puede ser agobiante y, en ocasiones, puede generar una sensación de estancamiento y desconcierto, pues es común sentirse inseguro sobre si es algo pasajero o efectivamente necesitamos dar un giro a nuestra vida.
Y aunque comúnmente la crisis existencial se asocia con algo malo, también pueden ofrecer una oportunidad para reconectar con nuestros valores, propósito y aspiraciones. Esta crisis puede servir como un llamado para que evaluemos nuestras acciones y dirijamos nuestro camino para construir una vida que sí sea significativa y satisfactoria para nosotros.
Antes de proseguir, es importante que sepas que las crisis existenciales pueden afectar a personas de todas las edades y géneros. Ocurren en momentos de transición, cambios o circunstancias desafiantes en nuestras vidas, cuando nos vemos confrontados con dilemas que nos llevan a cuestionar la dirección que estamos siguiendo.
En esto coinciden los expertos. «La crisis existencial, aunque no es inevitable para todos, es una experiencia común que nos lleva a cuestionar el sentido de nuestra vida y la relevancia de nuestras acciones», explica Vanessa Kennedy, directora de Psicología en Driftwood Recovery, a Men’s Health UK.
El psicoterapeuta Chase Cassine añade que estas crisis nos desafían a considerar cómo queremos emplear lo que nos queda de vida, y nos invitan a hacernos la siguiente pregunta: ¿deberíamos perseguir metas vacías o buscar un propósito significativo en nuestra existencia?
¿Cuáles son las señales de una crisis existencial?
Identificar cuándo estamos atravesando una crisis existencial puede ser complicado, pero hay señales que pueden ayudarnos a reconocerla. Los psicólogos de BetterUp apuntan estas señales clave:
- Preocupación constante: nos vemos atrapados en pensamientos recurrentes sobre el sentido de nuestra vida y nuestro propósito.
- Síntomas de ansiedad y depresión: la preocupación constante puede desencadenar emociones negativas como ansiedad y tristeza.
- Disminución de la motivación: sentimos una falta de interés y energía para llevar a cabo nuestras actividades cotidianas.
- Bajos niveles de energía: nuestra vitalidad y entusiasmo disminuyen, lo que dificulta nuestra capacidad para realizar actividades.
- Disminución de la actividad social: nos alejamos de nuestras relaciones sociales y nos sentimos solos y desconectados.
Kennedy y Cassine, previamente mencionadas, señalan otros indicadores:
- Dudas sobre la importancia de nuestro trabajo.
- Remordimientos sobre decisiones pasadas.
- Preocupación por la mortalidad y el legado personal.
- Sensación de vacío o falta de propósito.
- Desconexión emocional con la vida diaria.
- Inquietudes sobre el impacto de nuestras acciones en el mundo.
Diversos acontecimientos de la vida, tanto positivos como negativos, pueden desencadenar una crisis existencial. Desde experiencias traumáticas hasta cambios significativos como el nacimiento de un hijo, la compra de una nueva vivienda, el cambio de año, un cumpleaños o cualquier evento puede llevarnos a cuestionar nuestro rumbo y propósito en la vida.
¿Cómo podemos superar una crisis existencial?
Las causas de una crisis existencial son tan diversas como humanos hay en el mundo, pero existen pautas genéricas que nos pueden ayudar a afrontar este periodo de la mejor forma. Cassine sugiere algunas estrategias:
- Mantener conexiones sociales.
- Hablar sobre nuestros sentimientos con seres queridos.
- Practicar la gratitud a través de un diario.
- Cultivar la atención plena y dedicar tiempo a actividades que nos satisfagan.
- Cambiar nuestra perspectiva para ver esta crisis como una oportunidad de crecimiento.
Cuándo buscar ayuda profesional
Evidentemente, lo más normal es hacer algunos cambios y aprovechar la crisis existencial para resurgir de nuestras cenizas. O simplemente esperar a que el temporal amaine y seguir como hasta ahora. Sin embargo, en otras ocasiones es difícil salir de ahí, por eso si los síntomas de la crisis persisten y afectan nuestra salud mental, es fundamental buscar ayuda profesional. Kennedy subraya la importancia de consultar a un terapeuta si experimentamos:
- Depresión.
- Ansiedad severa o ataques de pánico.
- Pensamientos suicidas.
- Cambios significativos en el funcionamiento diario que obstaculizan nuestra rutina diaria.
Como vemos, una crisis existencial puede ser, en el fondo, buena noticia, pues nos invita a reflexionar sobre el camino que hemos tomado, dándonos la oportunidad de redirigirlo mediante un ‘toque de atención’. Sin embargo, en ocasiones superar estos periodos de desconcierto no suele ser nada fácil, sobre todo si nos empeñamos en buscar un propósito vital y no lo encontramos. No dudes en pedir ayuda profesional si ves que la situación se te va de las manos.