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El caso Bettencourt: ¿se puede comprar todo con dinero?

Netflix estrena un documental que se pasea por la vieja teoría de que el dinero y la felicidad no van de la mano

El caso Bettencourt: ¿se puede comprar todo con dinero?

Imagen promocional de 'El caso Bettencourt'. | Netflix

¿Si tuvieras mucho dinero, cuán generoso serías? La pregunta tiene una respuesta clara en El caso Bettencourt: el escándalo de la mujer más rica del mundo, documental que estrenó Netflix y que ya se ubica entre lo más visto en la plataforma a nivel mundial. Ahora, si la respondemos en soledad, sin la presencia de cámaras o micrófonos, encontraríamos respuestas inquietantes.

Dirigido por Baptiste Etchegaray y Maxime Bonnet, este trabajo audiovisual tiene como mayor logro la acertada síntesis para explicar cómo una disputa familiar de décadas derivó en un escándalo nacional, que llegó a afectar a la presidencia de Francia. No es exagerado decir que la pelea por unos «regalos» incidió en que la popularidad de Nicolas Sarkozy disminuyera y eventualmente perdiera en su intento de reelección. 

La figura principal del documental, como el título lo indica, es Liliane Bettencourt, quien en el momento de su muerte en 2017 era la mujer más rica del mundo, con una fortuna valorada en más de 30.000 millones de euros. Y luego, en la sombra, está su hija, Françoise, quien terminaría heredando las acciones del conglomerado de cosméticos L’Oréal. Pero el traspaso de fortuna -comprobamos en el relato- no sucede de manera natural, sino después de una batalla que implica a otros personajes muy importantes: el fotógrafo de celebridades, François-Marie Banier, y el mayordomo de Liliane, Pascal Bonnefoy.

El amor y el interés…

Los títulos traducidos al español suelen no representar lo que vamos a ver, y este es un caso claro. The Billionaire, The Butler And The Boyfriend es el nombre perfecto para la producción porque Bonnefoy es quien se entromete en la relación entre Liliane y Banier. Creyendo que el segundo se estaba aprovechando económicamente de su jefa, decide grabar las reuniones en las que se ordenaban la entrega de dinero para distintos asuntos financieros.

La idea de Bonnefoy era comprobar que el apoyo económico a Banier se había descontrolado, que eso quedara comprobado en las conversaciones y que el material grabado llegara a manos de la hija de Liliane para que tomara cartas en el asunto. Y así fue, lo que nadie previó con esta acción es que lo registrado sería contraproducente para la familia Bettencourt, Banier, Sarkozy… y para el propio ‘espía’, el mayordomo (The Butler).

Lo que se evidencia en los tres capítulos que dura la miniserie es la gran soledad en la que viven muchas personas que nadan en riqueza. No es una vida triste, como el cliché cristiano desea aleccionar. ¿Quién no es feliz en su propia isla? Pero sí que puede ilustrar cómo una simple amistad, cuando se vive sin amor, puede derivar en una transacción económica que se amplía en la medida en que los vínculos se profundizan. La pregunta de fondo es: ¿por qué una mujer no puede pagar por compañía y un hombre sí?

Hay toda una paradoja y fusilamiento moral por las decisiones que toma Liliane Bettencour, y que obviamente no vamos a destripar en estas líneas. Sin embargo, una frase maravillosa que pronuncia esta mujer funciona para comprenderla en su total dimensión. Cuando un periodista le pregunta sobre un consejo que le debería dejar a su única hija (entonces peleadas), ella responde: «Que encuentre lo que le haga feliz y se aferre a ello».

Un documental formal

Decíamos que este trabajo cumple al ordenar de manera cronológica los hechos. Es importante que cuenta con algunas voces que le dan contexto a lo narrado, sobre todo periodistas. Claro, las grabaciones secretas, en las que se nota cómo los años van afectando a la protagonista del relato, funcionan muy bien para que sea el espectador quien saque sus propias conclusiones sobre la pregunta principal que plantean los directores: ¿es o no es consciente Liliane de lo que está sucediendo a su alrededor?

Se extraña, eso sí, el testimonio de Banier, un hombre muy peculiar que no es pintado en su justa dimensión, pues además de ser ‘amigo’ de mujeres mayores, impresionó al propio Salvador Dalí por su conocimiento del arte y fue amigo de toda la socialité de Europa, además de escritor (publicó su primer libro a los 22 años), actor y guionista.

Sin embargo, se entiende que la idea del documental era darle más peso a la particular vida de Liliane y su compleja relación con el amor. Esto incluye una relación distante con su hija -como la que tuvo con su esposo- y una más feliz, aunque moralmente condenada con Banier. En esos extremos se mueve esta mujer que pasó sus últimos años alejada de las personas que quería. Un final irónico para una persona que parecía entender el beneficio del dinero mejor que nadie. 

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