Arabia Saudí multiplicó por doce su inversión en España antes de empezar su asalto a Telefónica
La cifra del primer trimestre de ese año es la más alta desde 2015 y la tercera más elevada de la historia
Felipe VI y Mohamed bin Salmán, príncipe heredero saudí. | Agencias.
Las empresas del Reino de Arabia Saudí -casi la totalidad en poder de su Estado- multiplicaron por doce su inversión en España en el primer trimestre del año, pocos días antes de que Saudi Telecom (STC) moviera ficha para desembarcar en Telefónica. Los datos de la Secretaría de Estado de Comercio cribados por THE OBJECTIVE, indican que este país disparó hasta los 60,1 millones sus flujos de capital bruto hacia nuestro territorio entre enero y marzo.
Esta cifra está muy por encima de los 4,5 millones que se invirtieron en España durante el primer trimestre del año pasado y supera largamente los 46,6 millones que se invirtieron durante todo 2022. En términos históricos estamos (en solo tres meses) ante la mayor inversión de Arabia Saudí en España desde el año 2015 (444 millones) y la tercera más alta (después de los 348 millones de 2007) desde que existen registros a partir de 1993.
Este dato de inversión de Arabia Saudí en España considera el «país inmediato», es decir, de donde proviene en último término la empresa inversora aunque utilice la intermediación de paraísos fiscales. En valores absolutos, estos 60 millones no tiene una gran relevancia en los 9.912 millones de euros que entraron en el primer trimestre de este año en España, pero sí que tienen importancia a nivel político y mucho más si consideramos que después de ejecutarse estas inversiones, Saudi Telecom comenzó a consolidar su desembarco en Telefónica.
Autorización del Gobierno
La información que ha trascendido a través de los bancos de inversión y asesores participantes, indica que desde hace al menos seis meses se comenzó a gestar la operación de la empresa participada en un 65% por el Estado saudí y que todo se aceleró en los últimos cuatro con reuniones en Madrid, Londres y Riad. Esto supone que este registro de inversiones (hasta marzo) incluye cifras hasta pocas semanas antes de que se empezara a consolidar la entrada de Saudi Telecom en Telefónica.
Las fuentes consultadas por este diario indican además que no es casualidad que el Estado saudí realizase la mayor inversión en España desde 2015, semanas antes de que se lanzara la operación de Telefónica y, apuntan, a que es muy probable que durante el primer trimestre se allanó el terreno y se profundizaron los lazos económicos como ‘avanzadilla’ para Saudi Telecom.
STC anunció la compra del 9,9% de Telefónica por 2.100 millones de euros a través de derivados financieros para convertirse en el primer accionista de la operadora, por encima del 5% de BBVA, BlackRock y Caixa. El primer 4,9% ya fue convertido en acciones y el 5% restante se ejecutará tras solicitar la autorización del Ministerio de Defensa y del Consejo de Ministros, como ya anunció este diario y como confirmó la compañía en un nuevo comunicado remitido a la CNMV el viernes.
Gobernanza de Telefónica
Este diario también informó de que se produjeron reuniones entre emisarios de Saudi Telecom y Moncloa después del 23-J, cuando los saudíes confirmaron que el resultado electoral validaba al Ejecutivo en funciones como interlocutor. Unas informaciones que contradicen la versión de todos los miembros del Gobierno, que han dicho públicamente que se enteraron de la operación el mismo día martes 5 cuando se comunicó oficialmente.
No obstante, las fuentes consultadas indican que en estas reuniones el equipo del presidente Sánchez trasladó a STC que no se opondría a su llegada si respetaban la gobernanza en Telefónica, sus planes de crecimiento y, sobre todo, si no había interés por controlar la compañía. Este último punto es clave ya que si Saudi Telecom no controla la operadora, Arabia Saudí no representará (en teoría) un riesgo para la seguridad nacional ni digital de España, a través de los contratos de Telefónica con el Estado.
En su comunicado de martes, Saudi Telecom indicó que no tenían interés de control, que no querían subir del 10% del capital, que respaldan la gestión del equipo del presidente ejecutivo José María Álvarez-Pallete y resaltaron que su inversión solo tenía un carácter financiero. Se descartan, por tanto, situaciones acontecidas en otras telecos europeas donde los inversores mayoritarios cambiaron el equipo y trocearon la compañía.
BBVA y Caixa
No obstante, comprometerse a no controlar Telefónica, no está reñido con querer vigilar de cerca su inversión a través de un sillón en el consejo de administración. Este diario ya ha explicado que a lo mínimo que tiene derecho por su 4,9% es a un puesto y si es que sube al 9,9% con el plácet del Gobierno podría incluso tener dos o tres.
Este es precisamente el primer encaje de bolillos que debería hacer Pallete ya que este periódico también ha contado, la desconfianza de BBVA y Caixa -los hasta ahora socios españoles de referencia- con la entrada de los saudíes. Los dos bancos tiene un representante, pero atendiendo a su historia son dos vicepresidencias.
BBVA y Caixa no estaban al tanto del movimiento y tienen dudas respecto del nivel de conocimiento que había en Telefónica. En cualquier caso, no ven claro el encaje de Saudi Telecom en el consejo de quienes dicen públicamente no tener intención de influir, pero a la vez coquetean con la posibilidad de tener una importante representación en el máximo órgano de control.
