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Economía

La inversión y la creación de empresas se hunden y caen por debajo de la prepandemia

Así lo recoge la Coyuntura Económica del IEE, que defiende, como la Airef, un plan de consolidación fiscal

La inversión y la creación de empresas se hunden y caen por debajo de la prepandemia

Pedro Sánchez con Nadia Calviño en la bancada del Gobierno. | Europa Press

La inversión empresarial, una de las variables económicas más importantes para explicar el crecimiento económico, sigue en tasas negativas en España desde finales de 2022. Pero, en estos momentos, es aún más acusada ya que, según datos del INE, la inversión en bienes de equipo tampoco ha recuperado los niveles alcanzados durante el periodo precrisis, siendo hoy inferior en un 5% a la registrada en esa etapa.

Además de la inversión empresarial, también la creación de empresas se hunde en nuestro país —en la última década España se ha quedado rezagada respecto a sus socios de la eurozona en su desarrollo de la inversión empresarial—. De hecho, aunque en los meses de septiembre y octubre el número de empresas recuperó los niveles prepandémicos, el número de creación de empresas que se registra desde noviembre ha vuelto a instalarse por debajo de las cifras recogidas en 2019. Concretamente, 1.343 empresas menos.

La contratación tampoco se escapa de esta fase de estancamiento en el que lleva instalada la economía española. Tanto es así, que ésta ha ido retrocediendo a lo largo de este año en términos interanuales, si bien el ritmo de caída se ha ido moderando con respecto a los registros del comienzo del ejercicio, de forma que en el mes de noviembre se registró un 4,8% de contratos menos que en el mismo de 2022.

Al mismo tiempo, en este clima de desaceleración económica, los resultados de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral también muestran el repunte de los actuales costes que soportan las empresas. Ya en el primer semestre de 2023, el coste por trabajador creció un 6% en tasa interanual, cifra muy superior al 4,2% que supuso este coste en 2022. El resumen de esta coyuntura económica queda plasmada en la última revista editada por el Instituto de Estudios Económicos, bajo el título Hay que crear un clima favorable a la empresa y a la inversión para garantizar el progreso de la economía española.

La necesidad de un plan fiscal

Este lunes, el presidente del IEE y su director, Iñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, respectivamente, presentaban la Coyuntura Económica —cubierta por THE OBJECTIVE—. Los dos responsables de este think tank económico señalaron no solo la desaceleración global que la economía mundial está experimentando hacia finales de año y, por tanto, la ralentización del comercio internacional y la subida de los tipos de interés. También hicieron hincapié, en clave doméstica, las revisiones a la baja del crecimiento de la economía española para 2024 —con un PIB del 1,5%—, la desaceleración que las empresas están viviendo con descenso en la facturación, así como el frenazo en la creación de empleo, entre otras variables macroeconómicas.

Con desequilibrio fiscal, —como también recogen las últimas previsiones del Banco de España, dadas a conocer este martes— y con un empeoramiento de las expectativas de las rentas empresariales y en un contexto aún de incertidumbre, agravado por la creciente inseguridad jurídica y la hiperregulación normativa, todavía el IEE insiste en la necesidad de marcar ya el diseño de una política fiscal adecuada. El objetivo no es solo el de garantizar la estabilidad presupuestaria, sino que también reduzca la presión fiscal que ahoga a las empresas y a sus márgenes, lo que a la postre acaba afectando a la reducción de la inversión empresarial, y por ende, al crecimiento de la economía española y de la creación de empleo.

En opinión del IEE, en el periodo reciente, la incertidumbre empresarial también ha podido aumentar con motivo del futuro desarrollo de la política económica derivada de los compromisos para la formación del nuevo Gobierno. Es decir, por sus implicaciones en términos de aumento de gasto estructural, de presión fiscal —como ya se dibuja para el próximo ejercicio— y de otros costes como los laborales, que introducen «un factor de presión adicional sobre los márgenes empresariales y dificultan la recuperación de la inversión empresarial».

Cabe señalar que en España las empresas —como ya avanzó este diario— contribuyen con un 32,2% a la recaudación total, en comparación con el 25% promedio de la UE, «lo que representa una desventaja competitiva en término de atracción de inversiones» que, lejos de dar mayor recaudación a las arcas del Estado, acaba repercutiendo a las empresas y al empleo, y en definitiva, al crecimiento de todos los españoles.

Reformas estructurales

Es por esto que el Instituto de Estudios Económicos remata su informe instando al Gobierno de España a acometer reformas estructurales que mejoren la productividad de los factores y la competitividad internacional en términos de transición energética, digitalización, demografía e innovación.

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