Ocho de cada diez presidentes de empresas públicas están vinculados al PSOE
El actual Gobierno ha disparado la presencia de ex miembros del Ejecutivo en las compañías con participación estatal
El peso del actual partido de Gobierno en las empresas públicas dependientes de la Administración central es abrumador: tres exministros, dos ex secretarios de Estado, seis exdirectores o secretarios generales de José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, seis exmiembros de Ejecutivos socialistas en Andalucía, País Vasco y Extremadura, un senador y un exdiputado catalán, son solo algunos de los ejemplos de una tendencia que ha ido a más con cada reorganización que realiza la Moncloa.
El cribado realizado por THE OBJECTIVE basado en la información aportada por estas propias sociedades de titularidad pública indica que el 77% de las grandes compañías participadas mayoritariamente por el Estado está actualmente presidida o liderada por un exparlamentario del PSOE, un miembro de uno de sus Gobierno regionales o estatales o un asesor de algunos de estos Ejecutivos.
Es así como ocho de cada diez de estas empresas consideradas estratégicas está en manos de un afín a Pedro Sánchez. Con ello, el actual Gobierno se asegura su control en un momento en el que el propio presidente ha propuesto un nuevo modelo económico en Davos con mayor supervisión del Estado de la economía y con las empresas -públicas y privadas- trabajando al servicio de la política económica de Moncloa.
Empresas mayoritarias
Si consideramos solamente a las empresas participadas por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con más del 51% del capital, de las 14 sociedades más la presidenta del propio holding, Belén Gualda, 11 son lideradas por personas que han trabajado para el partido o para sus gobiernos y solamente cuatro tienen un perfil técnico. El 73% de estas sociedades ya son dirigidas por políticos o asesores del PSOE en empresas clave como la Agencia EFE, Correos, Navantia, Tragsa o el Hipódromo de la Zarzuela.
Si el foco se pone en las grandes empresas propiedad del Estado y dependientes directamente de ministerios como Paradores, Renfe, Adif, Enaire, AENA o RTVE, el porcentaje de directivos con un pasado del PSOE o en alguna de sus administraciones sube hasta el 82%. En el caso de las grandes corporaciones participadas minoritariamente por la SEPI y donde -en teoría- no tiene ninguna injerencia en la gestión, Sánchez ha logrado colocar a afines en la mitad de su cartera y en plazas tan relevantes como Redeia (antigua Red Eléctrica), Enresa, Indra, Hispasat o Enagás.
Esta semana se han producido dos movimientos que han acentuado esta peligrosa tendencia de sustituir a directivos expertos en sus sectores, por políticos afines al presidente de Gobierno. La designación de Borja Cabezón como presidente de la Empresa Nacional de Innovación española (ENISA) y de José Manuel Serrano en la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt), son también ejemplos de que los colaboradores más cercanos de Sánchez también consiguen colocarse en una presidencia de una empresa pública.
Raquel Sánchez
Cabezón es un histórico dirigente del PSOE de Madrid y amigo personal de Pedro Sánchez. Anteriormente fue director general de asuntos nacionales del gabinete del Presidente de Gobierno (2018-2019) y hasta ahora era embajador en misión especial para la covid. Por su parte, Serrano fue jefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva del PSOE entre 2014 y 2018 y apoyó al presidente en la etapa en la que recuperó la secretaría general del PSOE. Fue presidente de Correos donde dejó unas pérdidas acumuladas de 1.000 millones.
Desde que Sánchez fuera nuevamente investido a finales del año pasado se han producido otros nombramientos sonados. El presidente de Gobierno consideró que Raquel Sánchez no podía seguir como ministra de Transportes y la recolocó en la empresa pública Paradores. Es militante del PSOE desde 2003 y antes de ser ministra fue alcaldesa de la población barcelonesa de Gavá, desde febrero de 2014 hasta julio de 2021.
Más tiempo tardó Sánchez en reubicar a Pedro Duque, ministro de Ciencia de su primer Gobierno entre junio de 2018 y enero de 2020. El exastronauta español es presidente de Hispasat desde diciembre tras ser diputado por Alicante en el Congreso de los Diputados desde 2019 hasta febrero de 2020. Sustituyó a Jordi Hereu, otro histórico socialista que pasó a ser ministro de Industria, el un viaje profesional inverso.
Empresas de la SEPI
Otro caso controvertido fue el nombramiento de Miguel Ángel Oliver en la Agencia EFE. Fue secretario de Estado de Comunicación durante la covid e implacable filtro de las preguntas incómodas a Sánchez en los tiempos más duros de la pandemia. Pese a que tiene una larga trayectoria como periodista y presentador de telediarios, en 2018 se incorporó al equipo de Moncloa y tras muchas críticas ahora ha desembarcado en la agencia de noticias que hasta la fecha era dirigida por Gabriela Cañas, profesional de reconocida trayectoria.
Pero el control de Pedro Sánchez puede llevarse a todos los ámbitos y sectores. Empezando por las grandes empresas de SEPI, en marzo de 2021 nombró a Belén Gualda como presidenta del organismo público. Hasta ese momento presidenta de Navantia (que acumula pérdidas de 1.500 millones de euros) ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la Junta de Andalucía controlada por el PSOE, entre otras cosas como secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Consejería de Medio Ambiente.
A Belén Gualda le sustituyó Ricardo Domínguez en Navantia, otro cercano a Montero en sus tiempos en la Junta de Andalucía, entre otros cargos, como director general de Industrias y Calidad y Promoción Alimentaria y viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. En el caso de Correos, tras la fallida gestión de Serrano se ha designado a Pedro Saura, que fue presidente de Paradores y secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda en el Ministerio de Fomento con Pedro Sánchez. Tiene una larga trayectoria como diputado por Murcia.
Redeia, Indra y Enresa
Si analizamos las grandes empresas sin participación mayoritaria (menor al 51%) encontramos a Beatriz Corredor, exdiputada del PSOE y ministra de Vivienda de José Luis Rodríguez Zapatero que fichó en febrero de 2020 como presidenta de Redeia (Red Eléctrica). Sustituyó a Jordi Sevilla, también exministro del PSOE.
Del mismo modo, Arturo Gonzalo Aizpiri, que ha sido director general de Política Ambiental y secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático en el Ministerio de Medio Ambiente, fichó en febrero de 2022 como consejero delegado de Enagás para acoplar los intereses del Gobierno que no estaban siendo respetados por el presidente Antonio Llardén.
Los otros dos hombres situados por Moncloa en las empresas no participadas son Marc Murtra en Indra y José Luis Navarro en Enresa. El primero fue jefe de gabinete de Joan Clos durante su etapa como ministro de Industria entre 2006 y 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero, y el segundo fue consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura durante el largo gobierno del PSOE.
Renfe, AENA y RTVE
Dentro de empresas ajenas a la SEPI encontramos a Renfe, presidida actualmente por Raül Blanco que hasta el año pasado era secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme) en el Ministerio de Industria con Pedro Sánchez; AENA está presidida por Maurici Lucena desde julio de 2018. Fue diputado y portavoz del grupo parlamentario del PSOE en el Parlamento de Cataluña desde diciembre de 2012 hasta octubre de 2015 y responsable económico de Salvador Illa en su campaña a la Generalitat.
También encontramos en este grupo de directivos con el presidente de Gobierno a Elena Sánchez, presidenta de RTVE tras ser designada por el PSOE como consejera de la corporación y Jesús Huerta, presidente de Loterías y Apuestas del Estado y ex director general de presupuestos de la Junta de Andalucía.