La construcción avisa del aumento de obra pública desierta debido a los precios
Patronal y sindicatos piden cambios en la ley de desindexación porque el 21% de las concesiones quedan desiertas
Un obrero de la construcción trabaja en una edificación. | Nacho Gallego (EFE)
El sector de la construcción se encuentra inmerso en un momento marcado por un gran volumen de actividad gracias, entre otras cosas, al empuje de los fondos Next Generation. No obstante, a pesar de encontrarse ante el «trienio de oro» de la licitación pública, según lo ha calificado Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), un 9,9% de las licitaciones quedaron desiertas en 2022 y un 20% de los contratos de concesiones. Una situación que ha seguido creciendo durante 2023 y que el sector, augura, seguirá haciéndolo este año si nada cambia.
Según los datos disponibles hasta la fecha, entre enero y marzo de 2023, al menos 318 licitaciones quedaron desiertas. De esta manera, no se han podido iniciar obras por valor de 189,1 millones de euros, según el último informe disponible de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Datos a los que hay que sumar la segunda parte del año. Un número elevado de obras que quedan desiertas en un momento de fuerte actividad para el sector con un alto número de contratos, aupados por la inyección de fondos europeos.
Según las cifras de la patronal, los contratos alcanzaron los 30.074 millones de euros en 2022 –un 27,9% más que el año anterior– y, previsiblemente, fueron más altos en 2023 -hasta el 1 de diciembre sumaban 25.310 millones de euros, un 1,9% más- y lo serán más aún en 2024. Con este crecimiento licitador, y con los precios al alza en un contexto de incertidumbre internacional, el sector espera que también siga creciendo el número de obras que quedan desierta. Por ello piden cambios en la ley de desindexación.
Revisión de precios
Desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) achacan esta situación de contratos públicos que o bien quedan desiertos o sufren una renuncia o un desistimiento al fuerte incremento de precios y a la falta de revisión de los mismos por parte de las Administraciones. Por ello, desde la patronal y los sindicatos UGT y CCOO han pedido una vez más al Gobierno que ejecute cambios en la ley de desindexación y una reforma de Ley de la Contratación Pública.
Una realidad de incremento de costes que se ha hecho más evidente durante los últimos años tras la pandemia, con los elevados precios de la energía y con la guerra de Ucrania. En este momento el sector habla de una inflación que se ha moderado, pero que no deja de subir. El presidente de la patronal ha asegurado que desde 2020 a 2021 los materiales subieron tanto como entre 2007 y 2020. «Es peor si analizamos lo ocurrido entre 2021 a 2022, dónde se produce la misma inflación que entre 2005 a 2020», ha resumido.
Para Fernández Alén, esta situación obedece a que las licitaciones no tienen una revisión del precio, debido a la ley de desindexación, lo que supone «un riesgo» para las pymes, que acaban «renunciado, desistiendo o abandonando» dicho contrato ante la imposibilidad de asumir los costes. En el sector en el que la mayoría del tejido productivo lo componen precisamente pequeñas y medianas empresas.
Obras hidráulicas, plantas solares o tanariorios
Por comunidades autónomas, la región más afectada en términos económicos es Extremadura, cuyas licitaciones desiertas (17) suman 84,6 millones; le sigue Andalucía, con 24 obras sin ofertantes por valor de 24, 8 millones; a continuación le siguen Castilla y León, con 35 licitaciones desiertas que totalizan 15,2 millones; Canarias, la que más obras sin licitador tiene (62) por valor de 13,3 millones; Madrid, 21 licitaciones desiertas por 10,7 millones; y Cataluña, 28 licitaciones desiertas por 8,1 millones. Son datos de la patronal hasta finales del primer trimestre del año pasado.
El importe medio del presupuesto de las licitaciones que han quedado desiertas es de 594.674 euros. La licitación más cuantiosa está en Extremadura, concretamente el Proyecto de Trasvase entre las cuencas de los ríos Pizarroso, Alcollarín y Búrdalo, que ascendía a casi 74,5 millones.
Lo mismo ha ocurrido con la construcción del Tanatorio y Crematorio municipal de Arganda del Rey (Madrid) o con la prolongación de la Red de Geotermia existente en Mieres, Asturias, sendas obras licitadas por 1,9 millones y desiertas. En la lista de obras no iniciadas hay también bloques de Viviendas de Protección Oficial o proyectos simbólicos como el Memorial de las víctimas de la represión franquista del cementerio de Paterna (presupuestado en algo más de 600.000 euros).
