Un alto cargo recolocado en la cúpula de ADIF, salpicado por el fichaje de Jésica en Ineco
Juan Pablo Villanueva ha sido el único director general que ha sobrevivido a la revolución de cambios de la empresa
Un tren en la vía. | Europa Press
Las empresas públicas salpicadas por la contratación de la amante del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en la compañía pública Ineco buscan evitar la máxima responsabilidad. Un escenario que ha provocado un enfrentamiento entre esta última y el gestor de infraestructuras de la red ferroviaria, ADIF, que usa a esta empresa como medio propio cuando necesita externalizar trabajadores. En medio de este escenario, fuentes conocedoras de la situación apuntan a un nuevo perfil salpicado por esta contratación: el nuevo director general de Negocio y Clientes, Juan Pablo Villanueva, que fue previamente director general de ADIF AV (Alta Velocidad).
Por Villanueva pasaban todos los contratos porque era el número dos de la empresa ADIF AV (diferente de ADIF). Por encima de él se encontraba la presidenta Isabel Pardo de Vera, con la que mantiene una relación de amistad desde hace varios años. Esta última declaró hace unos días ante el Tribunal Supremo sobre esta polémica contratación y cargó la responsabilidad en Ábalos y su asesor, Koldo García. ADIF AV fue la responsable última del fichaje de Jésica porque fue la que encargó a Ineco esta subcontratación para que trabajase para ellos. Según informó este medio, ADIF AV desembolsó 79.000 euros aproximadamente en esta contratación, teniendo en cuenta las tarifas de aquellos años.
Villanueva se despidió de sus empleados el pasado viernes 7 de marzo en una reunión telemática a la que asistieron cientos de trabajadores tras confirmarse que dejaba la dirección general de construcción, un área encargada de las obras de la empresa. Esta decisión formaba parte de la revolución en la cúpula que ha llevado a cabo el nuevo presidente porque busca borrar el rastro del ‘caso Koldo’, que ha sacudido la imagen de la compañía. Sin embargo, Villanueva ha sido el único de la anterior dirección que ha sobrevivido a los cambios junto con la secretaria general.
Villanueva está salpicado por un presunto amaño de varios contratos entre los años 2019 y 2021, cuando era director general de Construcción. Estos hechos se remontan a una denuncia en el canal ético de ADIF por directivos y trabajadores de la empresa pública hace ya un lustro. Según los expertos, la compañía Obras Públicas y Regadíos (OPR) no debió obtener la mejor puntuación técnica en ninguna de las tres licitaciones evaluadas; consideraron que al menos en una de ellas se habría producido «un cambio significativo» en el orden clasificatorio final de las empresas.
Villanueva fue interrogado internamente junto con dos técnicos, y todos negaron los hechos «categóricamente». Finalmente, el ente público dio carpetazo al asunto y concluyó que no existían «indicios de irregularidad» en favor de OPR unos días después de que este periódico informase sobre el caso. La empresa pública también cerró una investigación sin apreciar anomalías en otro contrato de 20,4 millones de euros, donde había incluso audios explícitos que señalaban el amaño y las modificaciones de las puntuaciones.
El Supremo pidió hace unos días a Ineco y a Tragsatec (la segunda empresa en la que trabajó Jésica los últimos meses) que le remitan información y documentación sobre el modo en que fue publicada la vacante que acabó cubriendo Jésica Rodríguez. El juez les reclama que aporten la fecha y el canal de publicación de la oferta de trabajo. De momento, por este caso solo ha habido una víctima: el despido de un cargo intermedio de Tragsatec.
La razón del fichaje
El fichaje de Jésica por parte de ADIF AV a través de una subcontratación se debe a que las plazas de ADIF y ADIF AV van por concurso público tras previa aprobación del Gobierno, por lo que los trabajadores de estas compañías se computan como un gasto para el Estado. En cambio, empresas como Ineco, Tragsa y Emfesa no cuentan con este requisito y al ser contratados indirectamente desde ADIF o ADIF AV se entiende que es una inversión.
De esta forma, como ni ADIF ni ADIF AV pueden fichar libremente en el mercado, usan como subterfugio un contrato de asistencia técnica a un «medio propio» para camuflar una cesión de personal. Estas empresas no necesitan hacer un concurso de oposición para contratar, sino un proceso selectivo.
