Tierra Caliente
Cantaba Chayito Valdez en uno de sus corridos más bellos: palomas mensajeras, deténganse en su vuelo, si van al paraíso, sobre él volando están.
Cantaba Chayito Valdez en uno de sus corridos más bellos: palomas mensajeras, deténganse en su vuelo, si van al paraíso, sobre él volando están.
Cantaba Chayito Valdez en uno de sus corridos más bellos: palomas mensajeras, deténganse en su vuelo, si van al paraíso, sobre él volando están. Dios hace mucho tiempo, que lo quitó del cielo, y por cambiarle el nombre, le puso Michoacán.
Michoacán, tierra caliente y fértil, es desde hace unos años un auténtico infierno. Maldito antónimo al corrido mentado. Si no me creen, les traigo datos: desde 1998 las mafias de la droga se han cobrado alrededor de diez mil vidas. Es tan grave la situación que hoy podemos afirmar, sin exagerar ni un poquito, que Michoacán es un estado fallido.
Pronto se cumplirá un año desde que, en medio de esta vorágine de violencia y sin sentido, y ante la total pasividad, o mejor dicho, connivencia del gobierno, grupos organizados de civiles optaron por tomar la justicia en sus manos. José Manuel Mireles, jefe de las autodefensas de Michoacán declaró recientemente en la revista Proceso: “los grupos de autodefensa son una expresión auténtica y espontánea de una sociedad cansada de los abusos, violaciones, ejecuciones, secuestros, extorsiones y de que se ejecute a las personas que denuncian”.
La situación es muy compleja. No son pocas las voces que tachan a las autodefensas de Mireles de grupo para-militar y temen que se terminen convirtiendo en una organización criminal más. De hecho, el gobernador de Michoacán Fausto Vallejo ha llegado a afirmar que las autodefensas están financiadas por el Cártel Nueva Generación de Jalisco, enemigo de Los Caballeros Templarios, el grupo que domina Michoacán y principal objetivo de Mireles.
Y en medio de todo este lío el fin de semana pasado Mireles sufrió un accidente cuando volaba en una avioneta privada. Hoy se encuentra estable en un hospital de la Ciudad de México protegido por el propio gobierno. La situación alcanzó cotas dantescas cuando ayer el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong dijo “lo cuidamos porque es una persona que ha venido lastimando a los grupos de los cárteles, por eso hay la instrucción -no se sabe de quién- de que se le diera el cuidado y se le apoyara”.
Para concluir un resumen. Tenemos un estado fallido, Michoacán, azotado por la violencia y la pobreza. Un líder carismático de un grupo civil, las autodefensas, que luchan a sangre y al margen de la ley contra el cártel michoacano. Un gobernador que declara que las autodefensas están financiadas por un cartel enemigo. Y un gobierno federal que da protección al líder de las autodefensas.
Juzguen ustedes. A mí me huele de nuevo a poder y dinero llevándose entre las patas, como siempre, a los más desfavorecidos.
