THE OBJECTIVE
Antonio Caño

La prioridad del 23 de julio

«Para superar el bloqueo político hay que atajar cada problema en su momento, ir paso a paso. El primero hay que darlo en estas elecciones»

Opinión
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La prioridad del 23 de julio

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Mariscal (EFE)

Muchos votantes acudirán el próximo día 23 a las urnas con una extraña sensación de tener que elegir un mal menor. Ninguno de los dos partidos que dieron estabilidad política a nuestra democracia durante más de cuatro décadas tiene posibilidades de obtener una mayoría absoluta y ambos, por lo tanto, estarán obligados a negociar con fuerzas en sus respectivos extremos.

Nos podíamos haber ahorrado este penoso trance si PSOE y PP hubieran cumplido con su obligación y hubieran garantizado previamente, en aras de contribuir a la gobernabilidad del país, que facilitarían la investidura del candidato que más posibilidades tuviera de formar Gobierno. El que no gane, al menos, que no estorbe.

Pero eso no sólamente no ha ocurrido, sino que el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, ya ha adelantado que pactará con todos los que sean necesarios para permitirle continuar en el poder, sin límite ni distinción. Todos. Como, además, ya ha explicado en esta campaña que cuando hace lo contrario de lo que promete no es que mienta sino que cambia de opinión, es lícito anticipar que en un nuevo gobierno de Sánchez podemos esperarnos cualquier cosa.

Alberto Núñez Feijóo también ha dejado claro que no le hará escrúpulos a Vox si necesita los votos de la extrema derecha para ser presidente del Gobierno. Como estamos viendo que Vox no da su apoyo de forma gratuita, es de temer que podamos encontrarnos personajes estrambóticos y antisistema en puestos relevantes de las próximas instituciones que emanen de las urnas.

Ambas son opciones indeseables, pero no tienen sus respectivos líderes y promotores la misma responsabilidad en que hayamos llegado a este doloroso punto. Feijóo pudo tal vez desarrollar una estrategia más combativa contra Vox y eso le hubiera quizá colocado en una mejor posición para obtener un mejor resultado dentro de 20 días. No descarto que en el futuro tengamos que lamentar la llegada de Vox a las instituciones democráticas.

La amenaza de Vox es seria, pero aún una posibilidad y las cartas para combatirla están todavía por jugarse. Sin embargo, el peligro de Sánchez es claro y presente. Lo hemos conocido, lo hemos sufrido y tenemos conocimiento y experiencia suficiente para sospechar que lo padeceríamos aún más en una nueva versión, más débil, más castigado y más vulnerable aún al chantaje al que con tanta facilidad ha demostrado ceder una y otra vez. No lo digo yo, lo dicen sus socios. 

«La amenaza de Vox es seria, pero aún una posibilidad y las cartas para combatirla están todavía por jugarse»

Fue Sánchez quien rompió los principales consensos de nuestra democracia. Fue Sánchez quien utilizó a su favor las instituciones y las leyes, manipulándolas a su conveniencia personal y poniéndolas al servicio de fuerzas políticas que hacen ostentación del odio a nuestra Constitución. Fue Sánchez quien desvirtuó el juego político tradicional, introduciendo la mentira, no ya como un recurso extremo y excepcional, sino como un hábito que destruye la credibilidad de nuestro sistema de representación y arruina el debate público.

Si estamos ante un lamentable bloqueo político es porque Sánchez nos ha traído hasta aquí, favoreciendo en su momento el crecimiento de la extrema derecha, renunciando a la voluntad mayoritaria del PSOE y cerrando cualquier posible vía de comunicación con el PP, al que ha insultado y despreciado hasta límites intolerables para cualquiera que sienta el mínimo respeto por más del 30% de los votantes de este país.

El escenario político se ha degradado mucho en España en la última década. Y en eso, Sánchez se reparte la responsabilidad con otros en la izquierda, en la derecha y en el centro. Para reconstruirlo hay que ir atajando cada problema en su momento, decidiendo con serenidad e inteligencia ante los sucesivos retos que vamos a encontrarnos en los próximos meses. Hay que establecer prioridades y actuar en consecuencia. Hay que ir paso a paso. El primero, este 23 de julio, es echar a Sánchez.

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