THE OBJECTIVE
Ricardo Dudda

Sus motivos tendrán

«Sánchez nunca antes había necesitado de tantos partidos para su investidura. Y si esta sale adelante, gobernará un Parlamento más inestable que nunca»

Opinión
1 comentario
Sus motivos tendrán

Ilustración de Alejandra Svriz.

¿Cuál es su plan? Es cierto que el presidente Pedro Sánchez se mueve bien en la excepcionalidad. Desde el principio de su Gobierno ha estado al borde del abismo. Pero cinco años después de la moción de censura que lo llevó al poder, sus incentivos para seguir en él me resultan incomprensibles. El socio que más necesita en este momento, Junts, clave para su investidura, no solo le está dando largas sino que le está desafiando abiertamente: esta semana dijo que «España está podrida en sus cimientos y las órdenes del Rey de ir a por todos nosotros siguen intactas». «No renunciaremos nunca a la unilateralidad y a la independencia». No parece la actitud más favorable para una negociación. Si, como dicen algunos analistas, Puigdemont está desesperado por volver de Waterloo, un exilio que es especialmente duro porque a quién le gustaría vivir en Bélgica, no se le nota mucho. Hay quienes sostienen que no aguanta más en Bélgica, que hará lo que sea para volver a Cataluña, donde todavía conserva un cierto halo de santidad, a pesar de que su partido quedó en quinto lugar en las últimas elecciones. ¿Está de farol? ¿Está manteniendo su desafío hasta el final?

Es difícil de saber con Puigdemont y Sánchez. Ambos, aunque en diferente grado, están desesperados (no hay que olvidar que Sánchez se mueve bien en la excepcionalidad pero obviamente preferiría un poder más tranquilo). El presidente del Gobierno nunca antes había necesitado de tantos partidos para su investidura. Y si esta sale adelante, gobernará un Parlamento más inestable que nunca, y eso es mucho decir. No le sobra ni un voto. Tampoco le sirve con la abstención, como en el pasado. Necesita síes. (En la investidura, al menos necesita que dos diputados de Junts voten que sí, siempre y cuando los cinco restantes se abstengan). A la hora de aprobar unos presupuestos, por ejemplo, es algo muy grave: en momentos así se activa el pork-barreling, el qué hay de lo mío, una estrategia de la que son expertos los partidos nacionalistas. Con un apoyo como el de Junts, cuyo objetivo en el Congreso es el boicot, la gobernanza será imposible. Se ha dicho mucho esto en los últimos años con el gobierno Frankenstein; pero el gobierno Frankenstein será un oasis de consenso en comparación con lo que puede venir. 

«Puigdemont necesita la amnistía para que también su inhabilitación desaparezca y pueda presentarse a unas elecciones»

El caso de Puigdemont, obviamente, es más desesperado. No puede salir de Bélgica, no puede volver a España. Su única carta es la amnistía. No le vale solo un indulto. Junqueras fue indultado, pero su inhabilitación permanece hasta 2031. Es decir, no puede presentarse a unas elecciones. Puigdemont necesita la amnistía para que también su inhabilitación desaparezca y pueda presentarse a unas elecciones. Y ahí está el segundo problema, sobre todo para Sánchez. En 2024 es posible que haya elecciones en Cataluña. Sus dos principales socios, Junts y ERC, que están a día de hoy muy enfrentados, lo estarán más aún durante la campaña. 

¿Qué pretende Sánchez? ¿Forzar la máquina? Cuando fracase la investidura de Feijóo el 26 y 27 de septiembre, porque es obvio que lo hará salvo un giro de guion inesperado, Sánchez tendrá dos meses para intentar la suya. Pero incluso si lo consigue, su gobierno durará poquísimo, y será más inestable que nunca. Es extraño que un presidente quiera dejar ese legado, sobre todo uno tan vanidoso como Sánchez. Antes de aceptar algún cargo en Europa donde ganará 400.000 euros al año solo por haber sido presidente, querrá un final a su altura, a la altura de lo que él cree merecer. Y, además, las personas nos guiamos por la regla del «pico y final»: recordamos solo el momento más intenso de una experiencia (el pico) y su final. El momento más intenso de los años de Sánchez ha sido la pandemia. El recuerdo que tendremos del final sanchismo, si sigue el presidente con esta estrategia, no será tampoco muy positivo. 

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D