THE OBJECTIVE
Tadeu

Europa nos mira

«Abandonen toda esperanza los que creen que Europa empleará la misma vara de medir con España que con Polonia o Hungría»

Opinión
2 comentarios
Europa nos mira

Pedro Sánchez y Didier Reynders.

El «Help Spain», promovido primero por el PP, secundado luego por Ciudadanos (que cree que aún pinta algo en Europa) ha permitido que llegue hasta el Parlamento Europeo un debate –sin moción ni votación, of course, ¡y menos mal!– con un título ominoso, que ha acabado siendo lo único salvable de toda esta operación de marketing: «Amenaza al Estado de derecho como consecuencia del acuerdo de Gobierno en España». 

Y es que de los 705 eurodiputados asistieron menos de un centenar, la mitad de los cuales españoles, que se dedicaron desde Vox a Sumar pasando por populares, socialistas, podémicos e independentistas, a clonar histriónicamente el debate de investidura de hace unos días en el Congreso. Esperpento garantizado. 

En verdad, casi mejor que el hemiciclo estuviera vacío, porque la riña de gatos fue de todo menos edificante. Descolló la actuación del ex ministro de justicia de Zapatero, el canario Miguel Ángel López Aguilar, una performance digna del Club de la Comedia (aquí, en el 17h 32’ empieza su show).  Ya lo dijo Lucrecio:  ex nihilo nihil fit. 

Las intervenciones no españolas, por su parte, se limitaron a apoyar, con mayor o menor entusiasmo, a los correligionarios españoles de su grupo. Pero lo relevante en el debate fue todo lo que brilló por su ausencia: la de la presidenta de la Cámara, ¡miembro del Grupo Popular!, que debió de considerar que tenía algo más  interesante que hacer a esa hora tan razonable de la tarde del miércoles, y delegó en un vicepresidente letón espeso que moderó a la letona, la de los diputados más señeros de cada uno de los grupos, o la del grueso de los parlamentarios, insensibles o indiferentes, a lo que parece, a la susodicha amenaza al Estado de derecho de uno de los principales y más europeístas Estados miembros del Club.

La Leyenda Negra española no se resucita así como así.   

El comisario de Justicia, el belga Reynders, del Grupo Liberal, anunció, eso sí, que la Comisión, en él encarnada, iba a seguir de cerca tanto la futura ley de amnistía, una vez aprobada, enmendada y corregida, como los acuerdos entre el PSOE y sus socios independentistas (algo inesperado y que sentó más bien mal a los signatarios de dichos acuerdos). Menos da una piedra, pensarán algunos…

Comoquiera que no hubo ni moción ni votación, una vez oídas y poco escuchadas las intervenciones, cerró el debate el Consejo Europeo cuya portavocía, dada la presidencia rotatoria española, recayó en un apparat bastante poco chic del PSOE, la secretaria de Estado Ángeles Moreno, que se permitió impúdicamente hablar en nombre de todos los gobiernos de la Unión, como si estos hubieran debatido en algún momento del tema objeto del debate. Y fue clarísima: la culpa la tienen los fachas que lidera Feijóo, que no sabe perder las elecciones.

Abandonen toda esperanza los que creen que Europa empleará la misma vara de medir con España que con Polonia o Hungría, a las que no duda en amenazar (bastante para la galería, bien es cierto) con cortarles el grifo. La Unión Europea nunca se atreverá con uno de los grandes y con un gobierno de progreso: el tablero ideológico inclinado a la izquierda es el marco de referencia occidental, asumido en primer lugar por la derecha liberal.  

Pero tan inclinado va el tablero a la fuente que corre el riesgo de romperse más pronto que tarde y de favorecer un movimiento pendular (se acaba de volver a ver en Países Bajos, como se vio antes en Suecia, Italia, Eslovaquia, etc.) que beneficie a los partidos nacionalistas y antieuropeos.

Ni los tribunales europeos enmendarán la plana al Tribunal Constitucional de mayoría  autodenominada progresista, ni la Comisión advertirá del intento de quiebra del Estado de derecho. Los asuntos internos de los países en Europa no se tocan en algunos casos. De algo le habrán servido tantos años de mansedumbre europea a Sánchez, de golpecitos en la espalda de sus homólogos y de besitos de Leyen. 

El Estado de derecho se ventilará en Ginebra con los verificadores internacionales impuestos por la parte contratante que tiene la sartén por el mango. Es decir, por aquel que se permitió el otro día quedarse sentado en su último escaño, tan pancho y sonriente, sin siquiera hacer uso de la palabra.  

Pues si alguien ganó el debate europeo fue Puigdemont, el auténtico verificador internacional, que por fin ha logrado la internacionalización de lo que las partes llaman «el conflicto». 

Y Europa nos miró. Y fue para ponerse a llorar.

P.D. Sánchez, desencadenado y cabreando a Israel en nombre del Consejo Europeo. No es que haya cambiado de opinión, es que ya empieza a abonar los peajes de los pactos no publicados con los otros socios, aquellos que no van de cara ni exigen ni necesitan mecanismos de verificación.

Coda 1) La víctima.  Como cada 25 de noviembre, y cada año con menor participación (apenas dos mil según la delegación del gobierno, que siempre hincha los datos cuando van los suyos), se produjo la tradicional marcha feminista. Los primeros cánticos al arrancar el cortejo contra la violencia de género convocada por la Comisión 8-M fueron de apoyo a la exministra de Igualdad Irene Montero, quien, por una vez, puede reivindicar con razón  su condición de víctima. Víctima del segundo gobierno de coalición y progreso de la democracia.

Y, como cada año, hubo espacios de la manifestación en los que solo se admitió la presencia de mujeres. Se ve que contrariamente a lo que rezaba la proclama «En esta lucha contra todas las formas de violencia contra las mujeres no sobra nadie», sobraba el 49% de la población.

Coda 2) Senectud. Creado, para cubrir  el cupo de Sumar, un nuevo ministerio, de resonancias franquistas, de la Infancia y de la Juventud (cuando, dada la evolución demográfica, se precisaría más bien uno de la Senectud).  Y han puesto al frente del mismo a una defensora de la juventud de Hamás, Sira Rego. Menos mal que no le dará tiempo a presidir un consejo europeo de su ramo,  porque no lo hay.

Coda 3) Amnistía no para los otros. Dani Alves merecer ir, según la Fiscalía, ocho años a la cárcel por lo que pasó en un lavabo de discoteca donde una entró sabiendo donde entraba pero no a lo que entraba. Visto lo que pedirán para Rubiales, es como para allanarse.

Coda 4) Harari que te vi. Décimo aniversario de Sapiens el long-seller de Harari, especialista en cuestiones generales. ¿Cómo se habrá tiktokizado todos estos años el influencer que hasta La Paisa Today se ve obligada a apuntar que tal vez su ciencia sea simplemente divulgación… populista. Aquí el argumentario.

Cuestionario maldito al verificador internacional:

-¿Puede identificarse? -¿Quiere verificar la identidad del verificador?

– Bueno, es que soy periodista. -Ya, bajo seudónimo.

-¿Quién le ha elegido? -No sé, pero hablaba ruso.

-¿Quién le va a pagar su verificación? – En este caso, «qui mana no paga», y ahí lo dejo.

– ¿En qué idioma se desarrollarán las reuniones en Ginebra? -En suizo, naturalmente.

– ¿Cuánto pueden durar las negociaciones? – Hasta el último día de la legislatura.

-¿Es decir? -Lo que diga el que manda.

-¿El que paga? – No, el otro, ya se lo dije.

– ¿Qué nos puede adelantar de la agenda de la primera reunión? -Sólo hablaremos de las auto recusaciones.

-¿Es decir? -Al acabar la reunión, Cerdán anotará los que no pueden volver del PSOE.

-¿Cuál es su pronóstico final? -El Barça campeón y entrará Negreira en la amnistía.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D