Una cárcel gallega sanciona a un preso por un vídeo de su novia en TikTok: «Sois unas perras»

La dirección del centro penitenciario de Teixeiro, en La Coruña (Galicia), ha sancionado a uno de sus presos después de que su novia publicase un vídeo en la red social TikTok burlándose de las funcionarias de la citada prisión, quienes la habían cacheado a su salida de las instalaciones tras visitar a su pareja. «¡Perras de mierda! ¡Que me han llevado a cachear, pero no me han quitado nada!», exclama la mujer en la filmación.  

Los hechos se produjeron el pasado lunes 26 de diciembre. La autora del vídeo, M. E. S., tuvo una comunicación especial con su novio, A. F. D., que cumple pena la cárcel gallega, con motivo de las fiestas navideñas. El encuentro, según relatan fuentes penitenciarias a THE OBJECTIVE, transcurrió sin inconvenientes. Sin embargo, todo cambió días después, cuando el centro penitenciario tuvo conocimiento del vídeo en la conocida red social. 

La grabación se produce en el recinto penitenciario, a las puertas de acceso al centro. Una vez cruza la salida, la protagonista comienza a proferir insultos contra las trabajadoras del penal, que al parecer, acababan de cachearla: «¡Perras de mierda! Que me han llevado a cachear, pero no me han quitado nada. ¡Perras! ¡Comeros mis mierdas!». 

Suspensión de visitas

La mujer, que grita y hace peinetas de manera insistente con los dedos a los funcionarios, continúa diciendo que «le han cacheado». En un momento dado, deja caer que ha conseguido introducir algo prohibido con el centro. «No me han quitado nada. ¿Sabéis dónde lo tenía? Pues quedaros con la duda», vocifera M. E. S., mientras sigue insultando y bailando frente a la cámara. 

El hallazgo del vídeo, sin embargo, ha jugado en contra de la protagonista y del interno. A raíz de su publicación, y ante la sospecha de que la mujer pudiese haber introducido algún objeto prohibido en el centro penitenciario, la dirección ha decidido sancionar al recluso con la restricción de las comunicaciones durante tres meses, de acuerdo a los artículos 51.1 de la Ley de Vigilancia Penitenciaria y el 41.2 del Reglamento Penitenciario, según reza el escrito, al que ha tenido acceso este periódico, dirigido al juez de vigilancia penitenciaria. 

Cenizas en prisión

Hace unas semanas, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) también denunció la situación que estaban viviendo algunos funcionarios en en el Centro de Inserción Social (CIS) Evaristo Martí Nieto, en Málaga. Desde principios diciembre, la directora del penal permitió a un recluso introducir las cenizas de un familiar suyo al interior del centro, en concreto a su celda. Esta cuestión ha provocado un gran enfado por parte de los trabajadores penitenciarios, no solo por el hecho en sí, sino porque no se trata de la primera vez. La directora del Evaristo Martí también permitió hace unos meses que una interna tuviese las cenizas de su pareja en su habitación. 

Desde el CSIF critican que un centro de inserción no es lugar adecuado para almacenar las cenizas de un difunto, dejando a un lado «que se trata de una situación que está causando preocupación entre la plantilla». «Por motivos sanitarios dichas cenizas deben estar en un cementerio o columbario, no aquí», insisten desde el CSIF. De hecho, las normas de régimen interior de las prisiones no permiten que los usuarios puedan tener este tipo de objetos en sus celdas, según indican fuentes penitenciarias. 

A través de una misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, este sindicato ha pedido a la dirección del centro que dé un permiso al preso para que, con la mayor brevedad posible, saque la urna funeraria del establecimiento. «Puesto que en el CIS se dan permisos de salida para realizar cualquier tipo de gestiones, no se entiende que no se haya proporcionado ya uno al recluso para dejar dichas cenizas fuera, y evitar que los compañeros de vigilancia las tengan a escasos cinco metros de su oficina», señalan en el escrito.