Un ayuntamiento de Huelva demanda al Gobierno por daños en sus costas

El alcalde de Punta Umbría (Huelva) ha firmado un decreto para trasladar a la Audiencia Nacional una reclamación por los daños causados en la playa de El Portil. La reclamación patrimonial va dirigida hacia la Dirección General de la Costa y el Mar, que a su vez depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

Según la nota publicada por el Ayuntamiento de Punta Umbría, el decreto por el que se impone un recurso contencioso-administrativo se realiza después de no haber recibido ningún tipo de respuesta por parte del Estado tras una reclamación interpuesta el 12 de julio correspondiente a la responsabilidad patrimonial del Estado sobre este asunto. 

El Ayuntamiento de Punta Umbría asegura que la situación en la que se encuentra la playa de El Portil forma parte de la irresponsabilidad del Estado y toma medidas legales contra ello. Al no recibir respuesta sobre la reclamación del 12 de julio, el Ayuntamiento ha judicializado el asunto ante la Audiencia Nacional por los «graves daños» que presentan las infraestructuras de la playa de El Portil. 

El alcalde, José Carlos Hernández Cansino, ha apelado a la «inacción» del Estado como responsable de «un daño tremendo a los vecinos de El Portil, que han pasado otro verano más sin playa y sin una explicación de la Dirección General de la Costa y el Mar, el órgano competente en esta materia». 

José Carlos Hernández Cansino ha puntualizado que los vecinos no tienen el deber jurídico de seguir soportando esta situación por más tiempo. Por ello, según recoge el documento publicado por el Ayuntamiento de Punta Umbría, el Consistorio se propone seguir utilizando todos aquellos «instrumentos jurídicos a nuestro alcance hasta obtener respuesta». 

El Ayuntamiento presentó unos informes de los Servicios Técnicos Municipales y de Secretaría en la que se analizan y cuantifican los daños registrados en la playa, así como una serie de soluciones técnicas para solventar la situación. Los daños en El Portil se registran desde 2017, debido al efecto de los temporales y otros fenómenos atmosféricos adversos. El primer edil ha exigido una responsabilidad patrimonial por inactividad valorada en 2.621.497,59 euros. 

A finales de 2020, la playa de El Portil sufrió uno de sus mayores temporales, generando la desaparición de unos 200 metros de ancho de playa. Los vecinos ya pidieron a la subdelegada del Gobierno en la provincia empatía por la situación que atravesaban los portileños. 

Ese mismo año y dados los numerosos destrozos que registró el temporal, la Asociación de Vecinos Portileños reclamó acciones urgentes sobre la playa y llevaron a cabo una reclamación patrimonial contra la Jefatura Provincial de Costas en Huelva, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Desarrollo Demográfico.

El informe presentado por la Secretaría General del Ayuntamiento exige la responsabilidad patrimonial al Gobierno debido a la «conducta omisiva del Estado» con respecto a unos daños que «se agravan año tras año» y que tienen que ver con la «inactividad» por parte de la Administración General del Estado. 

Según recogen los informes de los Servicios Técnicos Municipales, lo daños que se contabilizan son la erosión y pérdida de arena, daños estructurales en las pasarelas de madera de acceso a la playa, daños en el firme y el pavimento de los aviarios de acceso a la playa y daños en las infraestructuras y servicios de saneamiento y abastecimiento. 

Según ha podido conocer THE OBJECTIVE, los vecinos reclaman que la erosión de la playa también está provocando una pérdida de turismo considerable que tiene un impacto directo en el ámbito económico, así como en los locales comerciales del municipio. 

Algunas de las soluciones que proponen los expertos pasan por la construcción de espigones o escolleras de piedras. Esta medida evitaría la pérdida de arena en la playa. Esta última es una preocupación que crece entre los vecinos portileños. 

Una preocupación mundial

La desaparición de arena en las playas es un problema a escala mundial. Debido al cambio climático, algunos estudios reflejan que se podrían perder la mitad de las playas de arena de todo el mundo a finales del actual siglo.

Desde hace años se ha tratado de paliar esta situación a través de la regeneración de arena desde barcos de dragado. Esta técnica, ya en declive y muy costosa, se ha mostrado ineficaz ante los esfuerzos de mantener las playas respetando la biodiversidad litoral.