Puigdemont guarda un documento con las cesiones del PSOE por si Sánchez le traiciona
El expresidente catalán tiene en su poder el texto que avaló el equipo de Bolaños para lograr el ‘sí’ a Armengol
Puigdemont no se fía de Pedro Sánchez y quiso que el acuerdo entre Junts y el PSOE quedase plasmado por escrito. | Ilustración: Alejandra Svriz
Carles Puigdemont se ha quedado en Waterloo con una copia del documento que recoge las promesas realizadas por el PSOE para lograr que Francina Armengol sea la presidenta del Congreso de los Diputados, según desvelan fuentes del entorno del expresidente catalán a THE OBJECTIVE. Este último no se fía de Pedro Sánchez y quiso que el acuerdo entre Junts y el PSOE quedase plasmado por escrito.
A diferencia de otros acuerdos políticos de la pasada legislatura, el PSOE no informó en ningún momento del texto consensuado con Junts -ni con ERC- y ninguna de las partes los ha hecho públicos. Solo se conocen los comunicados que ambas formaciones independentistas lanzaron el jueves en la frenética sesión constitutiva de las Cortes.
El propio portavoz socialista en la Cámara baja, Patxi López, evitó hablar de las cesiones a Junts y ERC cuando se le preguntó por ello a la salida del hemiciclo y prefirió centrarse en la debilidad mostrada por la derecha -PP y Vox- en el pleno de constitución de las Cortes.
Un acuerdo con interrogantes
El lenguaje utilizado por los partidos catalanes en sus comunicados es de difícil digestión para el PSOE y deja muchos interrogantes en el aire. Por ejemplo, si Junts y ERC presidirán las dos comisiones de investigación sobre Pegasus y los atentados del 17-A que le han sacado a Sánchez.
En cuanto al citado lenguaje, ERC indicó en su comunicado que el Estado se comprometía «con el fin de la represión relacionada con el 1-O contra el independentismo por las vías legales necesarias». Esto último fue aclarado luego por una diputada próxima a Gabriel Rufián, quien precisó que se trataba de una amnistía.
En el independentismo catalán están escarmentados por lo sucedido en la pasada legislatura, cuando algunos puntos negociados con Sánchez para su investidura, y luego en las votaciones más complicadas de ésta, no se llegaron a cumplir en su literalidad, subrayan las fuentes consultadas por este periódico.
«El principio de desconfianza nos ha hecho ser escrupulosos en la formación de este compromiso. (…) Los acuerdos deben cumplirse y hacerse efectivos por adelantado», avisó el partido de Puigdemont en su comunicado.
La negociación con el expresidente fugado de la Justicia la llevó la líder de Sumar, Yolanda Díaz, por teléfono, pero fue el equipo de Félix Bolaños el encargado de intercambiarse las propuestas por escrito con los delegados de Jordi Turull hasta lograr la fumata blanca. Este último es quien ostenta la presidencia de Junts, aunque todo acuerdo pasa por Waterloo para su visto bueno final.
«No vamos a ceder ni un ápice», insisten desde el entorno del expresidente catalán sin querer desvelar quién del PSOE avaló -o firmó- en última instancia el acuerdo con Puigdemont para que Turull pudiese anunciar a las ocho de la mañana del viernes a la Ejecutiva de Junts que se había alcanzado un principio de acuerdo con el partido de Sánchez.
«A partir de ahora, vamos a ver la voluntad del PSOE de aplicar lo acordado», hacen hincapié las fuentes a renglón seguido. Si bien la comisión de investigación sobre los atentados del 17-A en las Ramblas y Cambrils ha sido impulsada por Junts, no todos en el partido de Puigdemont están de acuerdo con liderar la principal de las teorías conspirativas.
Más interés atrae en el independentismo la del supuesto espionaje a figuras del independentismo con el programa Pegasus, unos hechos que se produjeron bajo el Gobierno de Sánchez y que, en última instancia, provocaron el cese de la anterior directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban.
