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Sánchez aceptará que se debata sobre la amnistía en el Congreso de los Diputados

Fuentes socialistas defienden que la nueva Mesa pueda calificar y tramitar una iniciativa que ya rechazó Batet en 2021

Sánchez aceptará que se debata sobre la amnistía en el Congreso de los Diputados

Francina Armengol, Pedro Sánchez y Patxi López, en el Congreso. | PSOE

Si la anterior legislatura fue la de los indultos, la derogación de la sedición, la rebaja de la malversación y la mesa de diálogo, ésta será la de la amnistía encubierta, también llamada la despenalización del procés. Tras la cascada de cesiones a sus socios independentistas, la amnistía y el referéndum son el nuevo binomio al que ERC y Junts vinculan su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. Y el salto cualitativo es que el Gobierno ya abre la puerta a que se debata la primera de ellas: la concesión de la amnistía a los presos catalanes del 1-O en el marco del llamado «proceso de desjudicialización para el conflicto político en Cataluña». Según ha podido saber THE OBJECTIVE, lo que el Gobierno ha transmitido a ERC y Junts en la incipiente negociación para la investidura es su disposición a que se debata en las nuevas Cortes surgidas del 23-J.

«Que se debata no implica que se apruebe, pero no debería haber un veto del Congreso a que llegue al pleno y lo aborde la soberanía popular», argumentan fuentes socialistas a este periódico ante un eventual iniciativa parlamentaria que presentarán sus socios independentistas en el registro de la Cámara baja. 

El asunto ha estado y está en las negociaciones. Tanto es así que ERC lo incluyó en su primer comunicado para anunciar el acuerdo con el Gobierno y lo sustituyó en el segundo por la «disposición del Gobierno para la desjudicialización del conflicto político por todas las vías legales posibles». Un punto que airearon las formaciones independentistas y del que el Gobierno evitó dejar constancia de su compromiso por escrito. Al menos, no públicamente. La rumorología apunta a la existencia de un documentado firmado por ambas partes que se mantiene en la más estricta confidencialidad para evitar que descarrilen las negociaciones de la investidura. Pero el Gobierno «ni confirma ni desmiente» haber estampado su firma en un papel que le vincule al compromiso de aceptar un debate sobre la amnistía. Hay quien incluso sostiene que, de haberlo, «la cuota socialista no podría firmarlo» por ser inconstitucional, «otra cosa es que lo hayan firmado miembros de Sumar».

La ex presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el pasado miércoles en la reunión de la Diputación Permanente.

Batet lo rechazó en 2021

La nueva cesión del Ejecutivo no es menor, ya que fue este mismo Gobierno socialista quien dio la instrucción de impedir su debate en sede parlamentaria en la anterior legislatura. La expresidenta del Congreso socialista, Meritxell Batet, rechazó hace dos años una iniciativa similar para que se debatiera el mismo asunto en sesión plenaria por contravenir la letra de la Constitución. 

Ocurrió hace dos años, el 23 de marzo de 2021, cuando el PSOE unió sus votos a los de PP y Vox, y se desvinculó de Podemos al votar en contra de la ley de amnistía que registraron los partidos independentistas para beneficiar a todos los procesados y condenados por el proceso independentista del referéndum del 1 de octubre de 2017. Batet alegó un informe de los letrados por considerar que la iniciativa «entraría en una contradicción palmaria y evidente con lo establecido en el articulo 62 de la Constitución», que impide conceder indultos generales. Podemos votó a favor de calificar y tramitar la iniciativa presentada entonces por ERC, Junts y PdCat y la CUP, provocando una división en la coalición. La entonces portavoz del PSOE, Adriana Lastra, avanzó su voto en contra alegando que «no tenía encaje en la Constitución». 

Díaz avanza «un debate rico»

La posición del PSOE supone por tanto un giro de 180 grados y una asunción de los postulados morados que defiende actualmente la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz. En rueda de prensa en el Congreso, el día de la sesión constitutiva de las Cortes, Díaz defendió la legalidad del debate parlamentario de esta iniciativa al ser preguntada por THE OBJECTIVE si podía calificarse y debatirse la amnistía en el Congreso, a la que se opusieron los servicios jurídicos de la Cámara baja. «Si quiere conocer mi opinión como jurista, creo que es un debate muy rico y me atrevo a decirles que hay juristas de gran respeto y de reconocido prestigio que aseguran que se cumple con la legalidad y la constitucionalidad de medidas que pueden, sí, modificar algunas cuestiones. Insisto, lo importante en democracia es contar con las mayorías, como hemos hecho hoy en la Mesa del Congreso de los Diputados, para que las normas se aprueben».

Díaz reiteró la máxima de que «en democracia el rumbo de las leyes lo llevan las mayorías y las leyes prosperan cuando cuentan con las mayorías». Algo que también vale para lograr pasar el filtro del órgano rector de la cámara, que impide los debates que no respetan el marco constitucional: «Se debaten todas cuando se cuentan con las mayorías suficientes». Y la nueva Mesa del Congreso tiene una mayoría de PSOE y Sumar frente al PP en una proporción de 5 a 4. 

Equilibrismo entre ERC y Junts

La consigna gubernamental sigue siendo la misma que en los últimos cuatro años: «Los problemas políticos se arreglan con el lenguaje del diálogo». Algo que también vale para la «desjudicialización del conflicto catalán». Dicho de otra forma: se puede y se debe hablar de cómo despenalizar el procés que afectaría a cerca de 4.000 encausados por el 1-O, entre quienes se encuentra el prófugo de la justicia, Carles Puigdemont. Pero, según fuentes socialistas y gubernamentales, «habrá que estudiar caso por caso» porque «unos podrían verse beneficiados y otros no».

Y, sobre todo, habrá que establecer una negociación quirúrgica y con grandes dosis de equilibrismo para acercar a Junts sin alejar a ERC, el gran amenazado por el retorno de Puigdemont al espacio de los aliados de Sánchez. Algo que el portavoz republicano, Gabriel Rufián, también dejó claro en su comparecencia en el Congreso para erigirse en copartícipe del acuerdo con el Ejecutivo. «Por nosotros, una ley de amnistía. Entiendo perfectamente que hay quien le parezca insuficiente. Somos siete y esto es la Mesa. Falta la negociación de la investidura». Un dardo a Puigdemont con el que puso punto final a su rueda de prensa, dejando claro que ha comenzado la pugna independentista para dirimir de quién es el triunfo de las cesiones de Sánchez. 

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