«A mí también me gustaría creer que el chocolate, las ostras, el jengibre o los higos tienen ese poder euforizante que les atribuye la creencia popular. Pero no hay evidencia científica de ello y pienso sinceramente que son sólo una parte más de la exquisita puesta en escena»
San Agustín, apóstol de Inglaterra y primer arzobispo de Canterbury, le envió una misiva al Papa Gregorio I, llamado “el Grande” por sobrados motivos. En la carta le pedía que le iluminase con la mejor doctrina de la Iglesia sobre nueve cuestiones; cinco de ellas se referían a cuestiones familiares.
Alguien debería escribir una novela sobre esto, antes de que yo coja la idea y la fastidie.Es una historia llena de posibilidades. De verdad que es un novelón y alguien tendría que escribirlo.