La reacción disfrazada de progreso del nacionalismo
Solo en España perviven fuerzas políticas en Cataluña y País Vasco que busquen la recuperación del Antiguo Régimen
Solo en España perviven fuerzas políticas en Cataluña y País Vasco que busquen la recuperación del Antiguo Régimen
El escritor británico reflexiona en su nueva novela sobre cómo los grandes acontecimientos del siglo XX marcaron su vida
El que cada uno pueda recrear una imagen del pasado con la IA permitirá que se comprenda de manera distinta
«Compartimos algo que nos hace a españoles y americanos tan iguales: un armisticio, una juerga o una festividad compartida que entierre la demagogia»
Impedimenta rescata la novela ‘El Número Uno’ del escritor norteamericano sobre un político mentiroso y corrupto
«¿Cuándo llorarán nuestros políticos por el daño que nos hacen sus palabras? ¿Cuándo dejarán de convertirnos en enemigos los unos de los otros?»
«Mentir, engañar, tergiversar la realidad se convierte en lo habitual, y ser un experto no tiene consecuencias. Son la sustitución de la verdad por «el relato»
Hace un siglo fue asesinado el cardenal-arzobispo de Zaragoza, Juan Soldevila. El atentado fue uno de los desencadenantes de la dictadura de Primo de Rivera
La editorial Bala Perdida publica la primera biografía de la intérprete que triunfó en Hollywood y fue decisiva en el el teatro español hasta la Guerra Civil
Salamandra publica una nueva y cuidada edición de la obra de Yevgueni Zamiatin, inspiradora de ‘1984’, con prólogos de Orwell, Margaret Atwood y U. K. Le Guin
«La literatura y su propensión a la felicidad, que siempre es un escudo contra el mal, apartaron al escritor francés, muerto esta semana en París, de la política»
«Es muy instructivo ir recorriendo la segunda mitad del siglo XX de la mano de Mario Vargas Llosa, uno de sus mejores talentos narrativos»
«La riqueza nos da medios para conseguir lo que queremos, y si lo que deseamos es un mundo más limpio, tendremos que ser más ricos; no menos»
El historiador analiza en ‘La generación perdida’ los destinos de una treintena de jóvenes que en 1929 respondieron a una histórica encuesta de ‘El Sol’
Berta Vias cuenta la historia de un siglo a través de la ‘intrahistoria’ de la familia Vias
«Acabemos con la dictadura del hormigón y guillotinemos, metafóricamente, a sus irresponsables promotores. Ese día habremos avanzado algo en la dirección ideal»
El catedrático gallego fue Premio Nacional de Historia en 2005 con su libro ‘Historias de las dos Españas’
La fraga de Cecebre, en la provincia de La Coruña, es una especie de paraíso mitológico lleno de árboles musgosos y tojales en penumbra, ríos furtivos, animales fantásticos y personajes extraordinarios, un bosque mágico donde la tradición, la leyenda y el misterio se unen para convertirse en puro naturalismo costumbrista. Tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra, por allí andan sueltos el raposo y el lagarto, la urraca y el caracol, la mariposa y la ardilla, Marica da Fame y Xan de Malvís, fantasmas, sátiros, bandoleros, duendes, ladrones de curas, aparecidos… Un ejército de insectos centelleando entre la maleza. Toda una fauna inverosímil pero fidedigna, cierta. La vida refulge por doquier, con tonos fosforitos; a cada paso las alimañas huyen; se escucha la voz ancestral y recóndita de la naturaleza. Entre el bestiario quimérico y la cofradía apócrifa, la parroquia de San Salvador de Cecebre, en el municipio de Cambre, conserva parte del encanto panteísta que Wenceslao Fernández Flórez supo atrapar, casi milagrosamente, a través de la escritura. Palpita en las páginas de El bosque animado un surrealismo enxebre similar al de las semblanzas de gallegos redactadas por don Álvaro Cunqueiro, el bardo mindoniense.
La institución muestra durante 15 días el texto original, epicentro de una exposición sobre la influencia de esta obra del siglo XIV
Un total de 49 obras del artista alemán Max Beckmann, uno de los más significativos del siglo XX –aunque poco conocido por el gran público–, integra la retrospectiva que se inaugura este jueves en CaixaForum Barcelona, que evoca la tragedia de una época convulsa y de su propio exilio huyendo de los nazis.
Ya no estamos en el XX, pero Ricardo Gullón sigue teniendo razón. Fue en 1969 cuando este profesor y discípulo de Juan Ramón Jiménez sentenciaba que “el suceso más perturbador y regresivo de cuantos afligieron a nuestra crítica literaria en el presente siglo” había sido la invención de la generación del 98.
En lo que hoy no es más que un parking situado en la calle Primavera del madrileño barrio de Lavapiés, nació hace más de 100 años un género que marcó para siempre la tradición de la canción comercial en España: el cuplé. Son pocas las personas que a día de hoy lo recuerdan, y menos aún las que todavía lo reivindican, a pesar de su trascendencia en la cultura castiza.
Si Pablo Ruiz Picasso se convirtió en genio se debió —fundamentalmente— al empeño inquebrantable del padre, que continuó en su hijo la vocación frustrada de ser un pintor de éxito. No cabe duda de que lo logró, con el coste de implantar en el pequeño Pablo una disciplina militar que nunca abandonó. De aquella época se conserva el queridísimo El picador amarillo, pintado por el alumno precoz en 1889 bajo las instrucciones determinadas del padre. Aquella obra anticipaba una trayectoria deslumbrante.
No era mi cantante francés favorito, un puesto bastante disputado porque mi gusto por lo francés es casi tan pasional como el de los afrancesados, pero en una versión un poco más cursi.
Charles Aznavour, el último gigante de la canción francesa del siglo XX, ha fallecido en la madrugada del domingo al lunes a los 94 años en el sur de Francia, tal y como han confirmado sus representantes a la agencia AFP.
Charles Aznavour, el último gigante de la canción francesa del siglo XX, ha fallecido en la madrugada del domingo al lunes a los 94 años en el sur de Francia, tal y como han confirmado sus representantes a la agencia AFP.
Desde hace algún tiempo tengo la intención -más que el proyecto- de recopilar un libro de greguerías de Ramón en el que ninguna de las greguerías las haya escrito Ramón.
La literatura fue la historia de amor que Philip Roth abordó con mayor fortuna. Pero mucho antes de aquello, antes de los reconocimientos y los cheques grandes y las palmadas en la espalda, Philip Roth soñó con ser jugador de béisbol. Hay un viejo artículo que escribió en The New York Times donde cuenta esta aventura infructuosa entre la lágrima y la carcajada. El pequeño Roth, que creció en un barrio de Nueva Jersey, le dedicaba cuarenta horas semanales “en los meses sin nieve” y sin embargo era torpón e impreciso, un jugador más bien físico, y nunca logró introducir la duda en sus entrenadores, que le invitaron formalmente a ocupar su tiempo en otros asuntos.
Todos sufrimos la tentación escapista en algún momento. En el espacio, creemos que todo irá mejor en un nuevo sitio lejano, quizá en el pueblo de la infancia en una casa encalada o en una cabaña artesanal como Walden, de Thoreau, o la torre de Montaigne.
El Gabo dijo adiós un abril hace ahora cuatro años. Había muerto haciendo con la batalla lo que hacía el coronel de su obra: presentarla, que es mucho más importante que haberla ganado. García Márquez no coincide con Aureliano en eso de promover treinta y dos levantamientos y perderlos todos.
La sociedad está comenzando un ciclo de disrupción masiva a largo plazo. La globalización es un factor determinante, pero son las nuevas tecnologías las que están diseñadas para generar grandes cambios, que podemos incluso comparar con la llegada de la electricidad. En un futuro cercano desaparecerán categorías de trabajo completas y millones de personas ya se sienten abandonadas y privadas de sus derechos por el miedo a estos cambios sociales.
Se cumple este año un cuarto de siglo de la muerte de Juan Benet, el ingeniero de Caminos que ha pasado a la historia como uno de los escritores más importantes e influyentes de la segunda mitad del convulso siglo XX en España.
La posguerra europea se caracterizó por la guerra fría con la URSS y el descubrimiento de la necesidad inevitable del consenso para fortalecer la paz y la democracia. La Europa de la segunda mitad del siglo XX se construyó precisamente sobre esta búsqueda del consenso que dirimía conflictos de clase, entre naciones y también identitarios.
Apenas una semana después de la muerte del historiador Hugh Thomas, su discípulo Paul Preston –igualmente fascinado por la historia de España, particularmente de su siglo XX– escribió un bonito homenaje en forma de biografía en el diario El País. Y la sensación que queda tras leerla es que la vida de Thomas fue fascinante: trabajó como diplomático, en universidades, vivió la política británica de mitad de siglo entre bambalinas, viajó a España, conoció España, desenmascaró al franquismo, viajó tanto como pudo para investigar sobre aquello que le apasionaba. Su obra más recordada –y la que, probablemente, ha merecido este homenaje en la Casa de América, con visita del ministro Iñigo Méndez de Vigo incluida– la publicó en 1961 y la bautizó con el escueto título La Guerra Civil española. Aquella obra armó un gran revuelo.
Cada vez me cuesta más decir lo que pienso. No por miedo a toda esa barahúnda de cabreados que se ofenden por lo que digo o lo que no digo. Me cuesta porque empiezo a no saber qué demonios pienso. Dónde está el bien y donde está el mal. Si lo que digo ayuda o descalabra. Si aporto ruido o aporto algo útil con mis palabras. Me gustaría aportar cordura, pero igual es mucho pedir. Por ejemplo, Juana Rivas. El hecho de tener que encontrar una opinión sobre su huida y regreso me descoyunta las neuronas porque parece que hoy día, en todo, nuestra opinión es un partido. Parece que en estos tiempos debes de estar a favor o en contra de Juana Rivas. A favor o en contra de la emoción catalanista. A favor o en contra del islam. A favor o en contra de un juez que con todas las pruebas y detalles en la mano toma una decisión o a favor o en contra de una mujer que pone el amor por encima de todo y solo quiere el bien para sus hijos. Estás a favor o en contra de algo, de una manera fervorosa, activa, activista, o a favor o en contra del más rancio cliché.
Tras el atentado en las Ramblas de Barcelona el debate sobre la pertinencia de ciertas imágenes en los medios de comunicación volvió a la palestra. Lo ideal sería poder preservar la intimidad de las víctimas y cuidar la sensibilidad de los lectores, pero sin olvidarnos de mostrar sin filtros la realidad. Es una ecuación difícil de resolver, aunque no imposible.
Los grandes libran una batalla seria, de fuste. Google avanza con Youtube y Facebook anuncia ya Watch, su nuevo portal de videos que va a integrar directamente como una sección más de su red social que arrasa. En EEUU ya ha arrancado, en España aún la esperamos. El objetivo de Mark Zuckerberg, como el de todos los popes de la cosa son los contenidos originales, y por ello Watch está ya trabajando con creadores para lanzar su portal con contenidos exclusivos y poder competir con Netflix, Amazon, Sky y los demás. Y atentos a las palabras de Daniel Danker, director de producto de Facebook: “Es una plataforma destinada a todos los creadores y editores para que puedan encontrar una audiencia, construir una comunidad de fans apasionados y ganar dinero por su trabajo. Esperamos que Watch sea un hogar de una gran variedad se shows, desde la telerrealidad a la comedia y los deportes en vivo. Algunos serán hechos por profesionales y otros por personas de nuestra comunidad”.
Es cierto que la tradición vampírica no nació con Bram Stoker, pero es innegable que fue él quien la puso en el mapa internacional. Con la publicación de Drácula, un día como hoy de 1897, ha extendido en el imaginario colectivo el mito del ser que vive en las sombras, siempre sediento de sangre humana, vulnerable a los símbolos sagradas y a las estacas bien dirigidas.
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