La provincia británica de Irlanda del Norte, escenario hasta hace 20 años de un sangriento conflicto sectario, cumple un año sin gobierno por la incapacidad de los principales partidos unionista y republicano de formar coalición. El Partido Unionista Democrático (DUP, en inglés), partidario de seguir en el Reino Unido, y el Sinn Féin, inclinado a unirse a Irlanda, están obligados a gobernar en coalición en virtud de los acuerdos de paz de 1998. Sin embargo, desde la dimisión del viceprimer ministro Martin McGuinness, el 9 de enero de 2017, no se ponen de acuerdo.