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¿Cómo influyen las elecciones de Irlanda del Norte en el futuro de la UE con el Reino Unido?

Por primera vez en los 117 años de historia del país, las encuestas apuntan a un triunfo del partido nacionalista Sinn Fein, cuyo principal objetivo es la reunificación irlandesa

¿Cómo influyen las elecciones de Irlanda del Norte en el futuro de la UE con el Reino Unido?

La líder del partido nacionalista Sinn Fein, Michelle O'Neill, se ha centrado durante toda la campaña en los asuntos económicos que preocupan al país. | Clodagh Kilcoyne

Irlanda del Norte ha celebrado elecciones este jueves 5 de mayo para renovar el Poder Legislativo. Sin embargo, a diferencia de los comicios que han tenido lugar durante esta misma jornada por todo Reino Unido – incluidos Escocia, Gales e Inglaterra – del juego electoral del país dependerá el futuro del acuerdo comercial post-Brexit entre la UE y la nación británica.  

Por primera vez en la historia de la provincia, las encuestas y los primeros sondeos conocidos esta madrugada, apuntan a un triunfo del partido Sinn Fein, brazo político del IRA, precursor de una era violenta con la que Irlanda del Norte exigió la independencia del Reino Unido. De ser así, la victoria de Sinn Fein daría lugar a un hito histórico que reabriría el melón de la posible reunificación irlandesa.

Victoria de Sinn Fein ante el descontento de la población

Desde hace un siglo Irlanda del Norte ha estado liderada por gobiernos unionistas o pro-británicos. Sin embargo, en esta ocasión, las encuestas de intención de voto realizadas hasta este jueves señalan al partido político nacionalista Sinn Fein, exbrazo político del IRA, como el movimiento que obtendría la mayoría de 90 escaños en la Asamblea nacional. Según los sondeos, su ventaja es de 8 puntos porcentuales frente a la oposición.

De ser confirmado este resultado en las urnas, por primera vez en los 117 años de historia de la provincia, el partido nacionalista se convertiría en el mayoritario del Gobierno norirlandés y alcanzaría el puesto de primer ministro, algo que hasta ahora nunca antes había logrado. La victoria, además, acercaría al partido de Sinn Fein a su objetivo de una Irlanda unida, que agrupara tanto la provincia británica como al propio país del sur, con el que comparte frontera terrestre.

No obstante, más allá de las reivindicaciones históricas, las preferencias en las urnas se han visto marcadas por asuntos mucho más inmediatos. Entre ellos, las largas listas de espera que deben soportar los norirlandeses para recibir atención médica y el aumento en el coste de vida, principalmente de alimentos y combustible como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Los expertos también apuntan a una moderación en la ideología que muestran las nuevas generaciones del partido. Durante toda la campaña, la líder del partido, Michelle O’Neill, se ha centrado en asuntos económicos para evitar inflamar las pasiones nacionalistas. «Lo que el público quiere es que tratemos de poner dinero en sus bolsillos para ayudarlos a lidiar con la crisis del coste de vida (…) Estoy menos centrada en las fechas (para un referendum) y mucho más preocupada por la planificación, el trabajo debe realizarse y se debe tener la conversación sobre el cambio constitucional», resaltó la representante de Sinn Fein, en el lanzamiento de su candidatura ‘Time For Real Change’. Así, si bien el partido mantiene en sus bases la misma inclinación por una eventual unión a Irlanda, separarse de Reino Unido no es algo que contemplen la mayoría de sus votantes.

Las relaciones entre Irlanda del Norte y Reino Unido

Manifestaciones en Irlanda del Norte por los Acuerdos de Paz del Viernes Santo de 1998. Foto: Europa Press.

El Acuerdo de Paz del Viernes Santo de 1998, firmado en Belfast, tras 21 meses de negociaciones, por los gobiernos británico e irlandés, puso fin al conflicto de Irlanda del Norte y, con él, al terror que el grupo armado IRA había sembrado durante años en el territorio. Mediante este documento, se restauraron la Asamblea y el Gobierno compartido, y se crearon nuevas instituciones de cooperación entre el Reino Unido, Irlanda del Norte y la República de Irlanda. También se decretó la apertura de la frontera norte-sur, el desarme de las fuerzas paramilitares y la reforma de la Policía norirlandesa. Además, todas las partes se comprometieron a respetar la voluntad de la sociedad norirlandesa, dejando en su mano el futuro estatus de la región.

El acuerdo fue ratificado por referéndum, pero no contó con el respaldo unánime de ambas comunidades. Asimismo, la falta de avances en el desmantelamiento del IRA Provisional dificultó mucho la implementación. A ello se unieron también las divisiones entre unionistas y nacionalistas que no han dejado de complicar desde entonces su cohabitación en el Ejecutivo, algo que se ha visto reforzado después del Brexit en 2020, que ha amenazado con restaurar una frontera dura en Irlanda.

Irlanda del Norte, un obstáculo para el Brexit

Irlanda del Norte se ha convertido en el principal obstáculo para un acuerdo económico entre Londres y Bruselas. Foto: Loredana Sangiuliano.

Durante los años de negociaciones entre Londres y Bruselas, el principal obstáculo para un acuerdo era la delicada situación de Irlanda del Norte. Finalmente, el tratado con la Unión Europea acordó  la imposición de una frontera interna entre la provincia y el resto del Reino Unido, que  culminó con la ruptura del Gobierno de coalición entre unionistas y nacionalistas el pasado mes de febrero. Una de las claves del tratado comercial, para dar legitimidad democrática a la creación de esta nueva frontera, era que debía ser refrendado en 2024 por la mayoría absoluta de la Asamblea Norirlandesa, que se constituirá a raíz de las elecciones de este jueves.

A partir de este momento,  una victoria de los unionistas británicos podría forzar a una renegociación del texto para buscar un nuevo punto de vista sobre el territorio, puesto que el Gobierno de Boris Johnson lleva años barajando la posibilidad de romperlo unilateralmente, y el apoyo del Parlamento norirlandés sería la justificación perfecta. Mientras, el triunfo de los nacionalistas irlandeses liderados por el Sinn Féin podría llevar, en un futuro no muy lejano, a una reunificación irlandesa.

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