Muchos enólogos y especialistas no han tardado en mostrar sus descontento y desacuerdo con respecto a Gik que lo califican como una «auténtica blasfemia» y una provocación al calificar este producto de ser un tipo de vino. Sin embargo todo este escándalo a estos cinco jóvenes vascos les produce sonrisas. «La del vino es una industria profundamente tradicional, con unas reglas muy estrictas y donde reina cierto elitismo», comenta Aritz López, de 22 años, uno de sus creadores. «Ni siquiera nos gusta el vino», se atreven a confirmar. «Hemos recibido emails de bodegueros diciéndonos que nos dedicáramos a hacer aplicaciones para móviles y dejáramos en paz el mundo del vino. Pero poco nos importa lo que digan», afirma Aritz. En España una botella cuesta alrededor de 8 euros, y también exportan a Holanda, Reino Unida, Francia y Alemania. Ahora, tienen la mirada puesta en
América Latina, Estados Unidos y Canadá.