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Los entusiastas que hacen renacer Jerez​

Los entusiastas que hacen renacer Jerez​
 La mayor parte de los aficionados al vino españoles han oído hablar, o quizá leído, sobre un relanzamiento esperanzador de los grandes vinos de Jerez –y todo su marco, al que se van a agregar algunos municipios, aparte de Sanlúcar y El Puerto, que merecen estar en él-, pero sin duda no son demasiados los que lo han comprobado personalmente catando algunos de esos nuevos vinos de nuevos productores. Esperemos que sean cada día más los que los descubran: es una de las grandes noticias del mundo vinícola español, y en estos extraños tiempos de confinamiento conocerlos puede ser una buena manera de alegrarnos la vida.​
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Hace muchísimos años que se bebe poco jerez en España, y el marco sobrevivió de la exportación y de una generalizada bajada de precios con cierta bajada de calidad. No tan grande, considerando la producción masiva con el productivo clon California que se impuso, y que emplearon promotores de esa exagerada política de supervivencia ‘a la española’ a base de cantidad y precio tirado. Los suelos de albariza arreglan bastantes cosas. Pero se arrancaron dos tercios del viñedo anterior, las viejas familias fueron dejando el negocio, y al final subsiste una sola casa clásica: González Byass.​
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Por fortuna, hay jóvenes –y alguno no tan joven- que creían en el renacimiento de Jerez, y eso significaba el regreso a tradiciones casi olvidadas: vinos procedentes de un solo pago –cada uno tiene su carácter en el Marco-, vinos sin fortificar en los que el grado alcohólico se logra asoleando (pasificando) la uva, vinos de castas minoritarias casi perdidas como la cañocazo, vinos de mesa sin crianza con flor… (Y el Consejo Regulador está preparando cambios reglamentarios para acoger tanta novedad).​
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Los entusiastas que hacen renacer Jerez​ 1
Imagen vía ‘Vinos de Jerez’ Facebook.

Y lo fueron descubriendo los ‘geeks’ anglosajones, y al final lo fuimos descubriendo aquí. La variedad y la personalidad han crecido tanto como la calidad. Volvemos a una edad de oro. Vaya aquí una pequeña guía de qué nombres buscar:

  • Equipo Navazos y sus ‘botas’. Jesús Barquín y Eduardo Ojeda no tienen bodega, aunque Eduardo es el director del grupo relativamente nuevo que hoy lidera en Jerez y Sanlúcar: Estévez, que adquirió Valdespino y La Guita. Jesús, catedrático de Derecho Penal, es un conocedor inigualable de todas las viejas botas del Marco (y de Montilla-Moriles). Seleccionan algunas de Estévez y otras de bodegas amigas, y las embotellan. Son todos ejemplos de pureza y clasicismo extraordinario.
  • Ramiro Ibáñez, colaborador de varios proyectos pequeños (como el de Mayetería Sanluqueña de José Manuel Harana), y también productor en su minúscula bodega Cota 45 en el mismo Bajo de Guía sanluqueño. Es el gurú de la identificación y recuperación de los pagos y de viejas viñas del antiguo clon de palomino fino. También ha ahondado en los vinos sin encabezar y de añada. Busquen su extraordinario Encruzado, su PX Pandorga y la línea UBE de vinos de un pago.
  • Willy Pérez, hijo del conocido enólogo (ex Domecq) Luis Pérez, hoy especializado en tintos, elabora en la bodega familiar una línea muy interesante de vinos generosos con grado alcohólico natural, sin encabezar: La Barajuela.
  • Forlong. Joven bodega que ha innovado en los blancos y tintos del Marco y también con algún generoso de añada impresionante, como el 2 Palmas.
  • Armando Guerra, cuya clásica Taberna der Guerrita es el punto de reunión de los grandes aficionados españoles y extranjeros en Sanlúcar, es el gran fichaje de Barbadillo para su línea de vinos de raíces, como su Pastora Manzanilla Pasada en Rama.
  • Callejuela, de la familia de mayetos (viticultores) Blanco, de Sanlúcar, elabora sus propios vinos desde 1998, y destacan sus vinos de un solo pago. 
  • Primitivo Collantes. Bodega de origen jándalo (para entenderse: emigrantes a Andalucía procedentes de la Montaña de Santander, hoy Cantabria), ya centenaria, pero que ha dado el salto a la fama con grandes vinos muy auténticos y con el rasgo de no estar en los tres municipios famosos del Marco, sino en Chiclana. Busquen su amontillado fino Fossi y su fino en rama Arroyuelo.
  • Alba Viticultores. El colmo de la originalidad: espumosos por el método ancestral elaborados con palomino del pago Miraflores en Sanlúcar.
  • La renacida Williams & Humbert (incluida la marca Don Zoilo, que ha recuperado), con grandes vinos bajo la dirección de la joven Paola Medina.
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