THE OBJECTIVE
España

Cinco paradojas que arrojan las elecciones andaluzas

La primera y más evidente conclusión de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 es que la democracia española ya es multipartita. Todavía hay dos grandes partidos hegemónicos, PP y PSOE, sí, pero ya existen otras tres formaciones políticas nacionales de enorme relevancia. Y también son cinco, al menos, las grandes paradojas que arrojan los sorprendentes resultados de esta jornada electoral.

Cinco paradojas que arrojan las elecciones andaluzas

La primera y más evidente conclusión de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 es que la democracia española ya es multipartita. Todavía hay dos grandes partidos hegemónicos, PP y PSOE, sí, pero ya existen otras tres formaciones políticas nacionales de enorme relevancia. Y también son cinco, al menos, las grandes paradojas que arrojan los sorprendentes resultados de esta jornada electoral.

1. Vox es el quinto clasificado pero es el gran ganador. La ultraderecha ya es una realidad en España. Por agitar el miedo o por torpeza táctica o por subestimar al rival, el resto de partidos han hecho una campaña que ha favorecido los intereses de la formación presidida por Santiago Abascal. Ni el más optimista en ese partido esperaba lograr 400.000 votos y 12 escaños en el Parlamento andaluz. Para colmo, les favorecen, y mucho, las nuevas estrategias de PSOE, Podemos y Ciudadanos, que consisten -atención a la curiosa coincidencia- en crear un bloque constitucionalista contra Vox.

2. El PSOE vence pero se hunde. Como siempre desde 1978, el Partido Socialista ha ganado las elecciones en Andalucía. Pero esta es la victoria más amarga de los socialistas porque indefectiblemente pasará a la oposición por primera vez en cuarenta años. Susana Díaz, la mujer que parecía una estadista llamada a gobernar España, ha vuelto a cosechar un sonoro fracaso. Ya es un cadáver político que solo puede elegir el día de su desaparición definitiva de la primera línea. La derrota también es un obvio varapalo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Acaso sus alianzas en el Congreso, con Podemos y los independentistas vascos y catalanes, están en la base del imparable desgaste socialista. Solo se sabrá con certeza cuando haya elecciones generales.

Cinco paradojas que arrojan las elecciones andaluzas
El PSOE ha cosechado un fracaso en estas elecciones andaluzas. | Foto: Marcelo Del Pozo | Reuters

3. El PP gana perdiendo. Quizás esta sea la más grande paradoja de estos comicios. Porque la candidatura liderada por Juan Manuel Moreno Bonilla, ese hombre que habla a las vacas, pierde miles y miles de votos y hasta siete escaños, pero ahora mismo tiene todas las papeletas para quedarse con la presidencia de la Junta de Andalucía, al ser más votado entre el bloque de la derecha. Pablo Casado sale reforzado cuando muchos lo daban por muerto y consideraban que había arriesgado demasiado apoyando a un sorayo como Bonilla. Pese a su retroceso en las urnas, los populares pueden ser los más beneficiados de estas elecciones.

4. Ciudadanos pierde ganando. El partido naranja representa la otra cara de la moneda en la citada paradoja. Porque su enorme crecimiento, de hasta 12 escaños, no les ha servido para superar a su rival en la encarnizada lucha por la hegemonía de la derecha. Juan Marín presentará también su candidatura a la investidura. Albert Rivera quiere el apoyo de PP y PSOE para gobernar la comunidad. Su idea es recuperar el centro y alejarse de Vox para que los votantes del resto de España no les consideren tan escorados a la derecha. En Ciudadanos, como en el resto, piensan en clave nacional ante el más que probable adelanto electoral que tarde o temprano tendrá que hacer Sánchez.

Cinco paradojas que arrojan las elecciones andaluzas 1
Los miembros de Ciudadanos celebran los resultados electorales. | Foto: Raúl Caro | EFE

5. Podemos e IU, mejor separados que juntos. La alianza de las dos formaciones más a la izquierda ha vuelto a ser un fiasco. La polarización de la campaña entre el PSOE de Díaz y el bloque de la derecha ha descolocado a la candidatura de Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, ubicados como en tierra de nadie, desnortados. Pierden, juntos, tres escaños respecto al resultado que lograron por separado en las anteriores elecciones andaluzas. Pablo Iglesias también es otro gran derrotado de la noche electoral.

Todas estas paradojas confluyen y retozan, al cabo, en una conclusión o, mejor, en una sola palabra que todo lo aúna, lo condiciona y lo bloquea en la política española desde hace años: Cataluña.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D