Próstata agrandada: qué es y cómo se trata la afección que persigue a Carlos III
A pesar de lo aparatoso del nombre, no reviste tanta gravedad como parece
Ha sido el rey Carlos III de Inglaterra el que ha puesto sobre el candelero en los últimos días el concepto de próstata agrandada. Con visos de someterse a una pequeña intervención que corrija esta patología, el monarca inglés es solo uno más en la lista de miles de hombres maduros que se ven afectados por esta condición.
También llamado agrandamiento de próstata, este malestar es uno de los problemas más comunes en los hombres de más de 50 años. Sin embargo, la próstata agrandada no se queda ahí, sino que su prevalencia va aumentando paulatinamente con los años. También, como es lógico, el propio tamaño de esta glándula fundamental tanto en el aparato excretor como en el aparato sexual.
Se estima que a los 60 años ya la sufren más del 50% de los hombres. Cifra que se dispara a más del 90% cuando hablamos de varones mayores de 85 años. Condición sine qua non del propio envejecimiento, la buena noticia de la próstata agrandada es que no se trata de una enfermedad maligna, aunque sí genera ciertas incomodidades al que la padece. Además, conviene comprender que el envejecimiento no tiene por qué significar acabar con la vida sexual. Por eso, ciertos consejos para mejorar tus erecciones o las denominadas flexiones de pene, de las que ya te hablamos en THE OBJECTIVE, podrían ser útiles.
Relacionadas con la micción, la eyaculación y la erección, las complicaciones de la próstata agrandada son varias. Para ello también conviene comprender realmente el papel que juega la próstata. Situada debajo de la vejiga y rodeando la uretra, esta glándula masculina se encarga, entre otras cosas de producir parte del líquido, que constituye la eyaculación de un hombre. Además, también tiene una tarea reguladora para separar la micción de la eyaculación. Se estima que en hombres jóvenes su tamaño no es superior al de una nuez, pero va creciendo a medida que envejecemos.
Qué es la próstata agrandada
El nombre técnico que recibe la próstata agrandada es hiperplasia benigna de la próstata. Como es lógico, debemos atenernos a los dos primeros conceptos para comprenderla mejor. En este caso hablamos de una hipertrofia que, como benigna, es no cancerosa.
el problema, como insistimos, es que a medida que el hombre envejece también va aumentando el tamaño de la próstata. Por eso, en los hombres maduros que superan los 50 o los 60 años es muy normal que aparezca la hiperplasia benigna de la próstata. Como también decíamos, la buena noticia es que se trata de una patología benigna, lo cual no significa que no tenga ciertos inconvenientes. El más relevante es que los hombres que tienen hiperplasia benigna de la próstata experimentan dificultad para la micción, además de una necesidad de orinar o más a menudo o más urgente.
Por qué se produce la próstata agrandada
aquí topamos con la primera mala noticia de la próstata agrandada: no se sabe a ciencia cierta por qué se produce. De todas formas, lo que apuntan en diversas fuentes especializadas como MSD Manuals es que venga derivada por cambios causados por las hormonas, incluida la testosterona o la dihidrotestosterona.
Además, hay ciertas teorías que hablarían de que los fármacos de venta libre como los antihistamínicos o ciertos descongestionantes nasales podrían contribuir en cierta medida. En este caso, sin embargo, explican que «daría lugar a una retención temporal de la orina en la vejiga en los hombres con hiperplasia benigna de próstata».
Cuáles son sus síntomas
los primeros síntomas suelen venir debido a una obstrucción en el flujo de orina. Suelen ser dificultades para iniciar la micción, pero también la sensación de no haber completado el proceso. Lo cual también puede devenir en un carácter más urgente al ir al servicio. Del mismo modo, tanto el volumen y el caudal de la orina como la fuerza del flujo podrían verse reducidos, razón por la que también puede haber un goteo al final de la micción. También puede afectar a la salud sexual, provocando erecciones de peor calidad y problemas en la eyaculación.
No obstante, la próstata agrandada puede tener algunas complicaciones que, por contra, afectan a pocos hombres. A veces, esa obstrucción del flujo puede aumentar la presión en la vejiga y, por tanto, limitar la cantidad de orina que parte de los riñones, aumentando la carga que recae en ellos. Por fortuna, si ese efecto es temporal, desaparece pronto esa carga extra.
Lo malo es, si la obstrucción es prolongada, puede haber episodios de incontinencia debido a una distensión en la vejiga debido al rebosamiento. También podría provocar pequeñas roturas en las venas de la vejiga o la uretra. Sobre todo, si hay esfuerzos al orinar, mezclando algo de sangre en la orina. Parte de la otra mala noticia es que la retención urinaria no siempre es manifiesta hasta que no es severa, lo cual ya acontece cuando se experimenta dolor en la parte baja del abdomen.
Cómo se trata la próstata agrandada
Parte del problema de esta patología está en que se suele infradiagnosticar. Esto se debe a que muchos hombres dan por sentado que es una condición por la que pasar necesariamente. No obstante, una vez diagnosticada (con tacto rectal, flujometría urinaria o biopsias y resonancias) el tratamiento suele ser sencillo. La farmacoterapia se suele aplicar cuando la próstata agrandada deviene en otros síntomas más molestos o complicaciones.
Además, como sucede en el caso de Carlos III, se produce una intervención quirúrgica que tiene como finalidad extirpar parte de la próstata, no retirándola por completo con diferentes métodos como la resección transuretral de la próstata o la cirugía laparoscópica.