Concepción Andreu, presidenta de La Rioja, ha anunciado la restricción de la movilidad en toda la comunidad autónoma a partir de este viernes. «No podemos mirar para otro lado», y ha advertido en una comparecencia de un «negro escenario» si no se toman medidas.
Lo más importante: de esta forma queda prohibida la entrada y salida de personas en todo el territorio de la comunidad, salvo en aquellos desplazamientos adecuadamente justificados. El Gobierno no ha confinado ningún municipio dentro de La Rioja, aunque Andreu pedirá a los alcaldes que «recomienden» a sus vecinos no salir de los municipios.
En este sentido, la presidenta riojana no ha decretado el cierre de la hostelería y, aunque no hay toque de queda, sí limitación al horario de los establecimientos hasta las 21.00.
El Ejecutivo ya adelantó en los últimos días que la decisión sobre el cierre perimetral de Logroño podría estar vinculada al resultado del cribado dirigido de test antígenos a los ciudadanos de las cuatro zonas de salud básicas de la capital con más contagios de la COVID-19[contexto id=»460724″].
Este cribado dirigido estaba pensado inicialmente para 6.000 test en una semana, cifra se alcanzó al cuarto día, pero continuarán hasta el próximo 23, y anoche ya se habían realizado 7.800.
El Gobierno regional también ha tenido en cuenta en su decisión el hecho de que la vecina comunidad de Navarra haya decretado su cierre perimetral a partir de este jueves y el que algunos municipios de La Rioja Baja, que limitan con la comunidad foral, presenten altas tasas de incidencia acumulada.
El pasado 1 de octubre y, durante una semana, se estableció un cierre perimetral en los municipios de La Rioja Baja de Arnedo, Calahorra y Rincón de Soto, donde sus tasas de incidencia acumulada a 14 días alcanzan los 1.055 casos por 100.000 habitantes, los 734 y los 449, respectivamente.
Además, la octava etapa de la Vuelta Ciclista a España «Logroño-Alto Moncalvillo», prevista para el próximo día 28, se desarrollará de forma íntegra por territorio riojano y ya se ha acordado que el final de la etapa esté cerrado al público como medida de seguridad sanitaria ante la COVID-19, puesto que las características orográficas de este emplazamiento suponen “una enorme dificultad para controlar la distancia”.
