Los 10 libros de 2022 según los periodistas culturales de THE OBJECTIVE

Entre los casi 90.000 libros que se publican en España al año, es difícil ser justo e intentar elegir una selección acorde a esa cantidad y afirmar que son los mejores libros del 2022. Sin embargo, en THE OBJECTIVE, nuestro grupo de colaboradores que abordan el sector cultural y, en especial, el mercado literario, han elegido los títulos que, en su opinión, son los más interesantes y mejor narrados que han llegado a sus manos en los últimos 365 días.

Desde narrativa, pasando por no ficción y terminando en poesía o novela gráfica, compartimos una selección que sirve de guía en un mar de información y fajas literarias que muchas veces no cuentan lo que realmente queremos saber de un libro. 

Los colaboradores Galo Abrain, Marta Ailouti Caballero, Albert Gómez, Carlos H. Vázquez, José de Montfort, Gonzalo Núñez, María Paredes, Guzmán Urrero, Cristóbal Villalobos y yo os dejamos un listado de gustos disímiles, con los 10 títulos -y sus bonus tracks- más representativos de este año.

Libros de 2022

‘Agua y jabón’ de Marta D. Riezu (Anagrama)

Galo Abrain recomienda Agua y jabón de Marta D. Riezu de quien afirma que le «dio un rapapolvo de envidia y morbo que aún me dura. La prosa elegante, como un Pierre Cardin de los setenta, ofendida con gracia en ocasiones con lo que al distinguido atuendo sería calzarse unas bambas blancas medio roñosas, preña las páginas de gracia y agilidad. Me quedo con una apreciación que sentí como si Riezu me la hubiese extirpado de la faringe: ‘Cómo detectar a un mediocre: por su gusto por lo extraordinario. Le gusta todo cuánto más embrollado mejor: lo centelleante, lo atronador, ese horror indefinido que es lo premium, lo VIP’. Y, ante cosas así, pues lo dicho, ¡chapó! No sé si hay que leerlo entero pero, desde luego, hay que comprarlo».

Además, destaca otras dos firmas nacionales como lecturas recomendadas. En primer lugar, Nadie se va a reír (Deusto), de Juan Soto Ivars. «Este es un libro como lo son todos aquellos de no-ficción que revientan el parquet para descubrirnos los olorosos cadáveres sobre los que edificamos nuestra cotidianidad social. El relato de un juicio a la ironía que pone en tela de juicio el sistema legal y nuestra brújula moral». En segundo lugar, la novela Los incomprendidos (Espasa) de Pedro Simón, quien «hace la autopsia de una familia, desvelando con calma los traumas de dos enfoques distintos de la vida: el de un hijo y el de un padre. Una novela para finiquitar del tirón con los juegos justos de intriga y desvelo». Cierra su selección de libros con lo que considera «dos fetiches afrancesados»: Aniquilación (Anagrama), de Michel Houellebecq, «que mantiene a esos hombrecillos depres y repateados que lo llevaron a la fama, ahora inmersos en intrigas políticas y ciberterrorismo (puede que le sobre paja pero, como es costumbre, el grano de Houellebecq sigue siendo delicioso)» y la novela Cher Connard (Random House), de Virginie Despentes, «que recomiendo incluso antes de su traducción, porque la chica mala de las letras francesas vuelve a lograr, en tono epistolar, presentar con genio los patetismos del sistema cultural pequeño burgués gabacho, entrando ahora en la era woke«.

‘Salir a robar caballos’ de Per Petterson (Libros del Asteroide)

Otra de nuestras especialistas, Marta Ailouti Caballero, recomienda la novela de Per Petterson, Salir a robar caballos «porque a la gente le gusta que le cuentes cosas, en la cantidad adecuada, en un tono humilde y familiar». Ailouti cita a Petterson: «Creen que así te conocen, aunque se equivocan, saben de ti porque averiguan los hechos. Pero no conocen tus sentimientos ni lo que piensas sobre las cosas ni saben cómo lo que te ha pasado y has decidido te han convertido en quien eres». De esto trata, precisamente, Salir a robar caballos, afirma. «Del verano de 1948 y de cómo las cosas que pasaron en aquella época, la relación entre un padre y su hijo, las tragedias y las pequeñas alegrías, determinaron la vida de Trond que, adolescente por entonces, y convertido hoy en un adulto de 67 años, se retira a vivir a una cabaña en el bosque. Tras la implacable Hombres en mi situación, Libros del Asteroide continúa publicando las obras de uno de los más importantes autores noruegos. Escrita en 2007, Petterson, que perdió de manera trágica a sus padres, su hermano y su sobrina en un incendio a bordo de un ferry, juega con la memoria en un relato que pesa por sus silencios y por la construcción soterrada de los sentimientos, terreno en el que el escritor se desenvuelve con soltura».

Marta Ailouti también recomienda otros títulos. «Decía Mohammed Chukri en El pan a secas (Cabaret Voltaire) que seguía esperando  ‘la liberación de la literatura considerada como indecible, directa, sin rodeos, literatura que no se puede rumiar o tragar’ y Miguel Ángel Oeste la libera en Vengo de ese miedo (Tusquets). ‘Quiero matar a mi padre’, escribe en el inicio de esta narración que indaga sobre la memoria del trauma, la violencia y la escritura en sí misma, al tiempo que intenta entender al hombre que le maltrató. Por su parte, Periférica recupera un clásico de la literatura griega, curiosamente ambientada en otro estío muy cercano al de Petterson, el del 46: Tres veranos de Margarita Liberaki, como ya señaló Camus, es ‘el sol hecho palabras’. Otros títulos interesantes son Una vaga sensación de pérdida (Acantilado), del polaco Andrzej Stasiuk, libro hondamente nostálgico y poético; la peculiar escritura de Chotaro Kawasaki, uno de los referentes de la novela del yo japonesa en El barrio del incienso (Fulgencio Pimentel), o Hija de la tierra (Firmamento), de Agnes Smedley, una novela de clase, género y raza escrita desde abajo hacia arriba. Más ligeros, aunque también brillantes, son las sinceras e incisivas memorias de Nora Ephron, No me acuerdo de nada (Libros del Asteroide), y la divertida y fresca novela de Meryem El Mehdati, Supersaurio (Blackie Books).

Ceniza en la boca de Brenda Navarro (Sexto Piso)

Para Ariana Basciani -quien escribe esta lista- su recomendación del año recae en la novela de la escritora mexicana Brenda Navarro: Ceniza en la boca. En ella  «encontramos una exploración de la migración mexicana que puede extrapolarse a cualquier otra migración latinoamericana hacía España, con sus luces y sombras, enalteciendo las experiencias de vida de los personajes y las tramas familiares atravesadas por lo que puede sucederles en un país nuevo. Navarro no solo examina los prejuicios propios del que recibe a alguien nuevo, también las consecuencias de las decisiones de quienes emigran».

Además de Ceniza en la boca, destaca 14 de abril de Paco Cerdá (Libros del Asteroide) quien ahonda en la complejidad de la proclamación de la Segunda República a partir de varias historias reales sin caer en posicionamientos ideológicos vacuos. Dentro de las traducciones de este año señala la novela gráfica Hierba, de la historietista Keum Suk Gendry-Kim , que impacta por lo cercanía de la narración donde se recoge la memoria de una de las tantas jóvenes coreanas que fueron explotadas como «mujeres de consuelo» durante la guerra del Pacífico. En el plano de lo autobiográfico, recomienda cualquier libro de la ganadora del Nobel 2022, Annie Ernaux, quien por fin ha podido tener un galardón tan importante para enfrentarse a quienes la criticaban por ser  autoficcional. En esta misma línea de relato, tres libros: Diarios y cuadernos (1941-1995) de Patricia Highsmith (Anagrama), Vivir con nuestros muertos (Libros del asteroide) las memorias de la rabina Delphine Horvilleur y los artículos de Nora Ephron en No me acuerdo de nada (Libros del asteroide). Por último y, «porque casi nunca se mencionan álbumes ilustrados o libros de literatura infantil y juvenil en las listas del año, ya que muchas veces esta categorización crea sesgos en el lector, vale destacar que este año leí en 5 minutos Una chica tan ligera y una chica tan pesada (Fulgencio Pimentel) de Kirim Nam, que me recordó lo desconectados que estamos internamente y la necesidad de encontrar esa conexión… quizás en 2023″.

‘Circular 22‘ de Vicente Luis Mora (Galaxia Gutenberg)

Para el especialista en literatura weird y ciencia ficción, Albert Gómez, su recomendación del año es para el libro del «reputado novelista y ensayista» cordobés Vicente Luis Mora quien «ha presentado en sociedad este año un experimento en el que lleva trabajando 25 años». Para Gómez, Circular 22 es «una novela holística en la que las calles se convierten en el mínimo común denominador de la sociedad globalizada y de la»narración. Un proyecto que debía centrarse en Madrid se ha extendido en el tiempo y en el espacio con la novela como resultado celebrado por el resto de la crítica».

Propone también otros dos libros. El primero, Batido de gato de Zigor Dewaelle (Colectivo Juan de Madre Presenta) donde la literatura splatterpunk en nuestro idioma, «que no es poco», va «de la mano de una de las editoriales más salvajes del panorama independiente, actualmente enfrentada con la Fundación Adecco. La historia de un niño esclavo con una batidora en lugar del brazo se convierte en un descenso pesadillesco al lado hardcore de la literatura de terror». Por último, Grimorio del triángulo negro de Albert Ávila Salazar (Aurora Dorada) donde existe «una interjección de vanguardia entre la filosofía más puntera y el ocultismo, escrito en nuestro propio idioma. Sin dudarlo mucho más que un soplo de aire fresco, es una gema que espera oculta a los lectores de hiperstición y ocultura. Puede leerse como una investigación o como un opúsculo de magia del caos que bebe de las ideas del CCRU, Phil Hine, Ramsey Dukes o Michel Foucalt».

‘Todo arde’ de Juan Gómez-Jurado (Ediciones B)

Nuestro colaborador Carlos H. Vázquez recomienda a uno de los autores «que más vende en España por méritos propios». Vázquez afirma que Gómez-Jurado es «experto en abrir universos y esconder los misterios (más todavía) de sus novelas, Juan inicia una nueva saga con Todo arde, aunque esta última entrega tiene conexiones con algunos de sus anteriores títulos. ¿Era complicado superar a Reina roja, Loba negra o Rey blanco? Seguro, pero para este escritor lo complicado es no frenarse las ideas». Todo arde es «una novela de ritmo trepidante con tres protagonistas femeninas (Aura, Maripaz y Sere) que, teniéndolo todo en contra, se preparan para destruirlo todo y volver a empezar. Es la primera pieza de un nuevo puzzle que, como el mismo Juan Gómez-Jurado dice, complementa la pentalogía del Sr. White. Por mucho que lo intenten, el autor se cerrará en banda si ve que intentan sonsacarle información al respecto. Si admiten un consejo, relean bien los títulos anteriores de este autor; fíjense muy bien en los detalles; e intenten adivinar cuál será la siguiente mayúscula que identificará al malo».

Además de Todo arde destaca el noble arte (boxeo) que abre esta selección con De cuero y crin, de José Luis Sanz Velasco (Círculo Rojo). «El autor firma un volumen generoso en el que priman los nexos del boxeo español basado en una documentación exhaustiva que hará las delicias de los aficionados. Le sigue Uno de los vuestros, de Javier Márquez Sánchez (Muddy Waters Books), escritor y periodista especializado en el universo del Rat Pack y de la mafia, que protagoniza una especie de guía para no dormir con los peces. Continuando una senda similar, Pánico, de James Ellroy (Literatura Random House), hace del noir un arte con un humor muy particular que sigue las andanzas de Freddy Otash, un agente de la ley reconvertido en detective de famosos que tiene la extorsión como dilema moral en la ciudad de Los Ángeles durante 1953. En el pecado lleva la penitencia. Esta vez venimos a golpear, de Fran G. Matute (Sílex Música), es un libro escrito desde el conocimiento de quien ha conocido -y sigue conociendo- la Sevilla vanguardista y contracultural desde 1965 a 1968. Un tomo imprescindible. Finalmente, Verbolario, de Rodrigo Cortés (Literatura Random House), cierra esta lista por su formato, una suerte de diccionario que reúne las 2.500 definiciones publicadas por el autor en el diario ABC«.

‘Diez mil elefantes’ de Pere Ortín y Nzé Esono Ebalé (Reservoir Books)

Para el crítico José de Montfort, la novela gráfica Diez mil elefantes, «nos muestra el trabajo conjunto del periodista español Pere Ortín y del ilustrador guineano Nzé Esono Ebalé. Se trata de un largo diálogo fundamentado en la fascinación y el respeto, la amistad y el cariño, que busca, a dos voces (con la palabra y los bolis bic que dibujan) explorar una vía nueva, conjunta, que vaya más allá del mero revisionismo postcolonialista y que trate de entender conjuntamente nuestro problemático pasado común.  Basándose en el trabajo real que el cineasta Manuel Hernández-SanJuán realizó en la Guinea española entre 1944-1946, documentando el universo colonial español, los autores le adhieren una voz ficcional, nativa, la de Ngono Mba. Y un mito que les sirve de faro: el de los diez mil elefantes que pueblan el territorio imaginativo de esta estupenda novela gráfica».

Montfort destaca, igualmente, la primera novela de la poeta Sara Torres, Lo que hay (Reservoir Books), «donde la autora trata de dar significado, de nombrar y dar carta de existencia normalizada al deseo corporal femenino»; así como también El asedio animal (Almadía), de la escritora colombiana Vanessa Londoño, «una nouvelle extraordinaria donde se da cuenta de las disidencias, donde se nos habla del apego criminal a la violencia y de cómo esta, cual engrudo, se adhiere a determinados territorios». En el plano internacional, menciona Patos, Newsburyport (Automática), de Lucy Ellmann, «un largo monólogo en el que se nos habla de la provisionalidad de la vida y de la necesidad de la implantación de un matriarcado. Y, en último lugar, un libro singular, descarnado, íntimo, pero con voluntad pública (y política): Los brotes negros (Anagrama), de Eloy Fernández Porta«.

‘Obra maestra’ de Juan Tallón (Anagrama)

Para el periodista, Gonzalo Núñez, el escritor gallego Juan Tallón ha logrado con su nuevo libro Obra maestra «hacer de una anécdota peculiar (la desaparición de una escultura de Richard Serra de 38 toneladas custodiada por el Reina Sofía) una novela entre la no ficción y el thriller, altamente disfrutable a pesar de su formato arriesgado, con numerosas voces narrativas. Tallón retrata el funcionamiento subterráneo de aquella España optimista entre los 80 y los 90, la del dinero a espuertas y la mecánica caprichosa de las instituciones. Además, se cuestiona a través de sus ‘personajes’, en su mayoría reales, sobre el sentido y la función del arte contemporáneo».

Para Nuñez, otras novelas que han valido la pena este año son El río de ceniza (Tusquets), de Rafael Reig, «confesión de un hombre de vuelta de todo que asiste a la irrupción de una pandemia desde una residencia de ancianos»; y Timandra (Galaxia Gutenberg) de Theodor Kallifatides, «novela histórica de tintes eróticos y filosóficos en la que el escritor imagina la relación entre el caudillo Alcibíades y la hetera Timandra». En cuanto a la literatura de no ficción y ensayos, el periodista destaca Agua y jabón (Anagrama) de Marta D. Riezu, «un pequeño tratado de la elegancia atemporal» y, Nadie nace en un cuerpo equivocado (Deusto) de José Errasti y Marino Pérez, «por ofrecer una visión rigurosa y a la vez accesible sobre un asunto tan controvertido como la identidad y afirmación de género».

‘Pensilvania’ de Juan Aparicio Belmonte (Editorial Siruela) 

La periodista María Paredes afirma que es una tarea dificilísima elegir un libro de cuantos han caído en sus manos este 2022, pero refiere Pensilvania «por cuanto aporta al debate enconado de la autoficción en la narrativa. Aparicio realiza aquí una suerte de ejercicio epistolar: partiendo de la muerte de quien fuera su madre de acogida durante un año de intercambio en EE. UU., escribe una larguísima carta en la que va recordando su propia vida desde la memoria, entremezclada con suma habilidad con la ficción, hasta el punto en que una y otra son indistinguibles. La ternura que despliega, junto con su humor cáustico (pero útil) son sus armas. Y lo más valioso es el mensaje que lanza con la obra: puede hacerse una buena novela partiendo de la realidad, pero tomando de esta la emoción que produjo y no necesariamente su literalidad, que tantas veces hunde a plomo los textos».

Paredes también recomienda otras lecturas como «la capacidad de Héctor Abad Faciolince de crear grandes novelas partiendo de historias de buenos. Así lo hace en Salvo mi corazón, todo está bien (Alfaguara), que revalida el éxito de El olvido que seremos, y reivindica su misma ternura. El ensayo Hazte quien eres: Un código de costumbres (Editorial Deusto), del filósofo y columnista de THE OBJECTIVE, Jorge Freire, me ha acompañado en la memoria todo el año, pues sus recomendaciones nada normativas -pero tan reveladoras- son dardos perdurables en la memoria. Y también he disfrutado ampliamente la antología poética de Manuel Vilas, Una sola vida (Editorial Lumen), un conjunto de poemas antiguos hilados con algunos nuevos con el que demuestra, de nuevo, su capacidad proverbial para poetizar la vida más cotidiana. Todos los aspectos de esta.»

‘Verbolario’ de Rodrigo Cortés (Literatura Random House)

Para Guzmán Urrero, su libro de este 2022 no es otro que Verbolario de Rodrigo Cortés ya que «refleja el ingenio y la fuerza poética» de su autor, que «se hacen aún más patentes si pensamos que este libro, toda una revelación en 2022, revive una especialidad literaria con gran tradición en España: el género ultrabreve. Inspirado por el Diccionario del diablo, de Ambrose Bierce, Verbolario sitúa al lector a medio camino entre el humor de La Codorniz, el realismo mágico de Cunqueiro y Perucho, el haiku y el aforismo. Al mismo tiempo experimental y cercano al gusto popular, Cortés demuestra que es un aventajado heredero de Ramón Gómez de la Serna, Enrique Jardiel Poncela y tantos otros referentes de la primera mitad del siglo XX”.

Urrero también nos confirma que este año nos ha regalado un buen puñado de lecturas interesantes. «Dejando aparte los libros más publicitados por la industria editorial y la crítica, nos encontramos con títulos tan atractivos como Entre Buenos Aires y Madrid. Diálogos (Sudamericana), una charla en forma de libro entre dos genios de nuestro idioma, los intelectuales argentinos Blas Matamoro y Juan José Sebreli; El cine de ciencia ficción (Notorious Ediciones), de Vicente Díaz, un profundo ensayo, primorosamente editado, que relata la historia de un género básico en la cultura pop; La musa en el laboratorio (Alba), de Daniel Tubau, un revelador e inteligente ensayo sobre la creatividad; El libro de las brujas (Impedimenta), una selección de cuentos reunida por Shahrukh Husain, cargada de magia, rebeldía, misterio y feminidad; Música, maestro. De Mahler a Dudamel. La evolución de la dirección musical y sus principales nombres (Fórcola), de Rafael Ortega Basagoiti y Enrique Pérez Adrián, un maravilloso ensayo sobre la dirección orquestal; Cleo (Laertes), de Hernán Migoya, una aguda y romántica distopía con ecos del tiempo que nos ha tocado vivir; y la magnífica reedición de Crónicas marcianas (Cátedra), de Ray Bradbury, a cargo de Jesús Isaías Gómez López».

‘Vengo de ese miedo’ de Miguel Ángel Oeste (Tusquets)

Para cerrar esta lista, Cristobal Villalobos recomienda Vengo de ese miedo, del escritor malagueño Miguel Ángel Oeste.»Para Manuel Vilas este libro constituye ‘la mayoría de edad de la literatura española’, y es que Miguel Ángel Oeste es el autor de una de las novelas más valientes, honestas y complejas publicadas este año. Una confesión personal novelada que intenta dar explicaciones a la psique de un maltratador, su padre, recomponiendo la memoria de la tragedia de su familia. Mucho más que una historia de maltrato y violencia, la novela acaba por dibujarnos un profundo retrato de la condición humana que deja tras la lectura un regusto esperanzado y luminoso».

Villalobos nos aporta otros libros que recomienda indagar como son los escritos por Luis Landero y Enrique Vila-Matas, «dos de los clásicos que han publicado este año». En Una historia ridícula, «Landero, último Premio Nacional de las Letras, narra el amor imposible entre un autodidacta impresentable y una joven de buena familia. Por su parte, Vila-Matas regresa tras un parón de tres años con Montevideo, un experimento sobre los límites entre la realidad y la literatura que da buena muestra de por qué el autor es un verdadero maestro».

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