‘Celébrate tal y como eres’: la exposición que impulsa la autenticidad

El artista Marcos Rico presenta la exposición «Celébrate tal y como eres» en La Juan Gallery de Madrid. Este año espera la publicación del foto-libro Rahasia, que significa «secreto» en indonesio, un proyecto que documenta la vida de la comunidad LGTBI+ en la Indonesia musulmana. El dummy de Rahasia será presentado el 20 de septiembre en el Centro de Arte Alcobendas.

THE OBJECTIVE se reúne con Marcos Rico, luego de inaugurar su reciente muestra, un proyecto en el que se muestra la vida cotidiana de los trabajadores de la empresa McDonald’s, pertenecientes al colectivo. Es la segunda vez que el artista malagueño utiliza la fotografía para adentrarse en la cotidianidad LGTBI+. El primer proyecto lo realizó en Indonesia, donde registró la dura realidad que viven los miembros de la comunidad, en un país donde casi el 90 % de la población es musulmana.

PREGUNTA.- ¿Cuándo nace el interés por viajar a Indonesia para documentar lo que ocurre allí con la comunidad LGTBI+?

RESPUESTA.-Fue en un momento en el que me cuestioné lo que estaba haciendo con mi carrera. Había trabajado mucho en publicidad y en fotografía de moda y sentía que no me veía reflejado en los trabajos en los que participaba, así que decidí tomarme un tiempo. Cogí mi mochila, dos cámaras y me fui a recorrer Indonesia. La idea era fotografiar al colectivo LGTBI+ musulmán. Con el tiempo descubrí que la «LGTBIfobia» dentro del Islam es un fenómeno moderno, que surge de una interpretación tendenciosa y descontextualizada del Corán, en favor de una tradición misógina y machista. 

P.- Acceder a los testimonios ha debido de ser bastante complicado… 

R.- Esa fue la mayor dificultad: contactar con personas que quisieran contar sus experiencias. Me sirvieron mucho las redes sociales, que finalmente facilitan bastante la comunicación en este tipo de casos. También tengo que reconocer que hubo personas muy valientes, dispuestas a contarme cómo viven y que además accedieron a ser fotografiadas. Sin estos testimonios, el proyecto de Rahasia no sería una realidad ni se hubiera podido materializar. En Indonesia, las restricciones que existen a nivel religioso son muy fuertes, pero al margen de la sociedad, existe un debate personal, interno, de aceptación que también es muy duro de afrontar. 

P.- Tomando en cuenta estas dificultades, ¿cómo decidió la estructura del foto-libro?

R.- He tratado de ser muy cuidadoso con lo que quería mostrar, porque soy muy consciente de los privilegios que tengo al ser un hombre blanco, europeo y homosexual. La primera parte del proyecto se hizo posible gracias a la beca que recibí de PHotoESPAÑA. En la segunda parte, el reto fue plantearme cómo quería o debía mostrar esta realidad. El libro tiene más de cien fotografías y el texto se conforma por tres cartas de tres personas del colectivo, que narran cómo es su vida en esta compleja realidad. El dummy será presentado el 20 de septiembre en el Centro de Arte Alcobendas y espero pronto encontrar una editorial para publicarlo.

P.- ¿Cómo son las leyes hacia el colectivo LGTBI+ en Indonesia? ¿Hay organismos o instituciones que abogan para que se respeten sus derechos?

R.- Las leyes en Indonesia no son prohibitivas. La verdadera opresión viene por parte de la religión musulmana. He escuchado muchos testimonios de gente que tiene miedo de que en sus poblados se enteren que son homosexuales, porque lo más probable es que los expulsen. Tenemos que tomar en cuenta que nueve de cada diez personas LGTBI+ en esta sociedad esconden su realidad. Hay zonas donde la problemática es mucho más extrema, como en Banda Aceh en Sumatra, un territorio casi independiente de las leyes indonesias, donde la prohibición es total y se les castiga hasta con latigazos. Por otro lado, está Bali, que es hinduista y es una especie de paraíso para esta gente, porque son respetados y pueden ser libres. 

P.- ¿Cómo nació la muestra «Celébrate tal y como eres», que ahora presenta en La Juan Gallery?

R.- El proyecto llegó comisariado por McDonald’s. La propuesta era fotografiar a sus trabajadores pertenecientes al colectivo. Me informé mucho previamente, porque no quería aceptar el trabajo sin antes conocer qué políticas practicaban como empresa. Lo digo porque hay muchas firmas que intentan hacer una especie de saludo a la bandera en el mes del orgullo, pero que el resto del año no tienen ningún interés por alzar su voz. En este caso, me enteré que tienen políticas concretas de inclusión que llevan a cabo hace muchos años, con líderes del colectivo que ejecutan esta ayuda. Con la gente que trabajé y que he podido retratar en sus espacios privados y desde su vida cotidiana, he comprobado que estas ayudas realmente cumplen su función. 

P.- Como artista trabajas sobre todo con técnicas mixtas. ¿Por qué eliges la pintura y la fotografía como medio de expresión?

R.- La fotografía ha sido lo primero con lo que he trabajado. Empecé haciendo fotografía publicitaria, luego de haber estudiado Bellas Artes. Siento que no me debo encasillar en nada porque sigo buscando un lenguaje propio. Cuando estudiaba en Londres, trabajé mucho con photo transfer, una especie de collage entre pintura y fotografía, también me gusta manipular la materia. Creo que estoy en una constante búsqueda. Intento no frustrarme pensando que tengo que elegir entre dos disciplinas o más. Mi madre siempre me dice: «Marcos, disfruta el proceso, sin esperar nada de vuelta» y creo que de eso se trata, de trabajar mucho, siendo honesto con lo que a uno le gusta hacer.

P.- Estamos celebrando el mes del Orgullo. Madrid ha logrado consolidar su marcha a nivel internacional, pero también hay quienes sienten que la celebración ha cambiado, como con una cierta nostalgia de lo que era antes… 

R.- Lo importante de la marcha de Madrid es el impacto que ha tenido en otras ciudades o pueblos de España. Si no hubiese llegado a ser tan potente, creo que no hubieran existido los «orgullos» que ahora se celebran en Cuenca, Valladolid, Málaga o en mi pueblo. Madrid ha sido el gran ejemplo. Es cierto que el exceso de patrocinio muchas veces puede desvirtuar los verdaderos motivos de la celebración. Pero es como en todo. Lo que no se debe de olvidar es la esencia del Orgullo. Es una fiesta que no excluye a nadie y que intenta visibilizar que aún no todos tenemos los mismos derechos y por eso se debe marchar.