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El Salvador exonerará de impuestos a las ganancias por bitcoin

El Salvador exonerará de impuestos a las ganancias por bitcoin

Marvin RECINOS | AFP

El Salvador exonerará de impuestos a las ganancias por alzas en el precio del bitcoin para atraer inversiones extranjeras en esta criptomoneda de curso legal en el país. Así lo ha asegurado un funcionario del Gobierno. El martes 7 de septiembre El Salvador se convirtió en el primer país en instaurar el bitcoin como una moneda de curso legal a la par del dólar, divisa que rige la economía del país hace 20 años.

Lo más importante: «Si una persona tiene bitcoin como activo y tiene alta ganancia, no va a haber ningún impuesto. Esto es obviamente para incentivar las inversiones extranjeras», ha dicho el asesor jurídico de la presidencia, Javier Argueta, tras el lanzamiento del programa. «No se paga ni ganancia de capital, ni renta, ni ningún impuesto. Ese es un atractivo que ha llamado muchísimo la atención», ha explicado.

El arranque de este plan del presidente, Nayib Bukele, tuvo algunas dificultades, como una caída en el sistema de la billetera electrónica estatal Chivo debido a la alta demanda. Pero las dificultades técnicas se han ido resolviendo paulatinamente. A la «Chivo Wallet» solo pueden acceder ciudadanos salvadoreños, que reciben un bono equivalente a 30 dólares en bitcoins para empezar a operar. El Gobierno ha instalado 200 cajeros Chivo para recargar la billetera electrónica o para hacer retiradas en dólares de los bitcoins que reciban de transferencias, depósitos del exterior o ventas de sus comercios.

La apertura de El Salvador al bitcoin ha encendido las alarmas sobre su posible uso para el blanqueo de capitales. «La ‘chivo wallet’ ya trae mecanismos para hacer debida diligencia. Obviamente lo importante de ello es la trazabilidad del dinero, la trazabilidad del origen y la trazabilidad de la salida de los fondos. Eso ya está regulado para el sector privado y hay una serie de condiciones que se deben de cumplir como se cumplen hoy con el dólar», ha dicho Argueta. «Estamos cumpliendo una serie de recomendaciones de instituciones internacionales contra el lavado, principalmente la debida diligencia» a través del Banco Central de Reserva, ha añadido.

Protegerse de la volatilidad

Cuando surgió en 2009, el bitcoin solo costaba algunos céntimos de dólar, pero el año pasado llegó a valer 62.000 dólares. El día del lanzamiento del plan de Bukele, esta criptomoneda superaba los 52.000 dólares, pero cayó a unos 47.000.

Argueta ha indicado que si el precio del bitcoin cae mucho, existe una normativa del BCR para detener temporalmente las operaciones y minimizar el impacto de la alta volatilidad. En el caso de personas naturales o jurídicas, «como es opcional tenerlo, el privado asume el riesgo y asume si quiere el bitcoin como activo».

Sobre las reservas estatales, el BCR también ha establecido una normativa técnica para tener un respaldo en dólares ante «cualquier eventual pérdida».

Masivo pero no obligatorio

Con el 70% de su población no bancarizada, El Salvador busca que la totalidad de sus habitantes «tengan los medios necesarios para poder usar bitcoin». Argueta aclara que la tenencia de esta criptomoneda no es obligatoria, aunque los comercios sí deberán tener el mecanismo para aceptar la operación.

«Acepto la transacción, no tengo la posibilidad de decir no a la transacción, pero cuando se unen los teléfonos, cuando se une la transacción, siempre a mí me va a aparecer en la ‘Chivo wallet’ o en otras ‘wallet’ que van a ser reguladas, a mí me va a aparecer si quiero bitcoin o si quiero dólares», sostiene. Reitera, además, que los salarios y pensiones «se pagan en dólares».

Captar mayores remesas

Las remesas de la diáspora salvadoreña —2,5 millones de ciudadanos viven en Estados Unidos— representan el 22% del PIB del país. Argueta ha asegurado que, sin cobros de comisiones en la ‘Chivo Wallet’, el envío de dinero será mayor. Los salvadoreños en el extranjero también tendrán acceso a la aplicación.

«Nuestros hermanos en el exterior que mandan remesas a las familias, pagan alrededor de 400 o 450 millones de dólares en comisiones a las diferentes instituciones que hacen esas transferencias» o a los llamados «encomenderos», que traen el dinero físicamente en vuelos, ha dicho. «Esos 450 millones de dólares que se cobra en comisiones hoy, nuestros hermanos en el exterior van a mandar a su familia», estimulando la economía del país, ha asegurado.

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