La banca logra en el año de los despidos masivos su mayor beneficio desde 2008
El conjunto de entidades consiguen en España unos resultados de 14.125 millones de euros y el sector confía en mantener la tendencia positiva en 2022
Sede del Banco de España. | Europa Press
La banca ha conseguido en 2021 cerrar en España su mayor beneficio desde 2008. Es decir, su resultado se sitúa en niveles anteriores al crash financiero que sacudió el mundo tras la quiebra de Lehman Brothers. En concreto, las entidades que operan en nuestro país alcanzaron unas ganancias de 14.125 millones de euros, dejando así atrás el bache de 2020 como consecuencia de las provisiones extraordinarias de la pandemia.
Esta cifra, recogida por el Banco de España y recabada por THE OBJECTIVE, pone en evidencia la recuperación de las cuentas del sector. Además, confirma la tendencia adelantada por las cuentas que habían informado ya de sus números los principales grupos (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja).
Este gran desempeño se produjo en medio de los ajustes masivos pactados con los sindicatos para reducir sus costes en el futuro. Las salidas de personal de la banca sumarán más de 19.000 trabajadores hasta el próximo diciembre, cuando acaben todos los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).
Las cuentas de 2021 no recogen los recortes de gastos de la plantilla. Todo lo contrario, ya que incluyen la factura para abonar las indemnizaciones y prejubilaciones. De esta manera, el resultado del sector es consistente. Si bien, en los beneficios acumulados por el sistema financiero hay ciertos extraordinarios de calado, como las ganancias por casi 7.000 millones por el impacto contable de las fusiones de CaixaBank con Bankia y de Unicaja con Liberbank. Asimismo, estos beneficios no recurrentes también incorporan las plusvalías de Bankinter por la colocación en Bolsa de Línea Directa.
Ausencia de provisiones y más comisiones
Dos fueron las claves de la mejoría de los bancos en nuestro país. Por un lado, no llevaron a cabo provisiones adicionales para combatir las consecuencias de la pandemia. Y, por otro, incrementaron los ingresos por comisiones en torno a un 20% con respecto a 2020 por el impulso del negocio de fondos y seguros y por el boom hipotecario.
La ausencia de dotaciones extra ha reducido la hucha con la que el sector cuenta para hacer frente a la morosidad. Unos impagos que comenzarán a repuntar a partir de abril, cuando decaigan las medidas de apoyo a las empresas vinculadas a los créditos ICO. Se espera que las insolvencias pasen del 4% actual a una horquilla de entre el 6 y el 7%.
El colchón para asumir pérdidas por morosidad y deterioros ha descendido hasta los 91.767 millones de euros por su uso para tapar agujeros. Es decir, que ha bajado en más de 11.000 millones en 12 meses y apenas ya está en 1.000 millones por encima del nivel anterior a la covid.
Santander y BBVA, al borde de récord histórico
Los bancos se mantienen optimistas sobre la evolución futura de sus beneficios, debido a que a finales de este año se espera que el BCE vaya a subir los tipos de interés. Un movimiento que está, eso sí, a expensas de la guerra en Ucrania y la subida de la inflación. Un alza en el precio del dinero permitirá al sector ingresar más por su actividad tradicional, la concesión de préstamos y la acumulación de depósitos.
El resultado de las entidades es aún más si se incluyen los resultados que obtienen los grandes bancos en el extranjero, principalmente el Santander y BBVA. Estos dos bancos, con la suma de todas sus operaciones en el mundo, se han quedado a una distancia de 1.000 millones para alcanzar su récord histórico de ganancias.
Gracias a los buenos números, las entidades han podido recuperar los dividendos anteriores a la crisis de la covid e, incluso mejorar la remuneración a los accionistas. Los principales bancos han decidido entregar entre un 30 y un 50% del beneficio a sus socios. En algunos casos, como el Santander, este porcentaje incluye recompras de títulos y, por tanto, no toda la remuneración es en efectivo.
Los banqueros prevén que la tendencia prosiga en los siguientes ejercicios, aunque consideran que no todas las entidades podrán alcanzar la meta del 10% de rentabilidad sobre recursos propios debido a las elevadas inversiones que habrá que realizar en tecnología. Por tanto, no descartan que haya nuevos movimientos de fusión. En la actualidad, Ibercaja está en el foco por la paralización de su salida a Bolsa. Algunos bancos ya están haciendo cálculos para poder interesarse si el grupo aragonés fracasa en su debut en el parqué.
