THE OBJECTIVE
José María Rotellar

La economía de Feijóo

«El candidato del PP propone una rebaja del IRPF, incentivos fiscales, reducir trabas burocráticas y devolver la confianza a los inversores, entre otras medidas»

Opinión
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La economía de Feijóo

Ilustración de Erich Gordon.

Alberto Núñez Feijóo ha desgranado cuál será el cuerpo central de su política económica, al detallar sus prioridades en dicha materia, en sus primeras 20 propuestas para que la economía recupere el dinamismo perdido y pueda crecer por sí misma, de manera productiva, cuando abandone la anestesia del ingente gasto público con el que Sánchez ha mantenido artificialmente a la economía, que ha generado una deuda de más de 350.000 millones de euros, acumulando más de 1,5 billones de euros, y que ha llevado su porcentaje sobre el PIB a niveles desconocidos desde hace más de cien años.

En el plan del candidato del PP a la presidencia del Gobierno se parte de una imprescindible auditoría de cuentas, para saber cuál es la realidad de la situación que se traspase, pues en 1996 los socialistas dejaron quebrada la Seguridad Social y en 2011 aparecieron tras el traspaso más de tres puntos de PIB de déficit adicional no contemplado en la información entregada en dicho traspaso. Es básico para poder saber qué medidas hay que adoptar para reconducir la situación.

Junto a ello, hay medidas estéticas, como la reducción del número de ministerios, que si bien no conseguirá el mayor de los ahorros sí que pondrá fin a una forma poco respetuosa hacia los ciudadanos de hacer política, ya que a ellos se les pide que se aprieten el cinturón mientras que el Ejecutivo de Sánchez no repara en gastos a la hora de nombrar cargos públicos.

«España necesita generar más valor añadido, ganar productividad y mejorar su competitividad»

Adicionalmente, aparece la imprescindible rebaja del IRPF, los incentivos fiscales para la inyección de fondos en el sistema productivo, así como el desarrollo de todo un programa de incentivos en fiscalidad para atraer inversiones extranjeras y para apoyar a las empresas que se estén poniendo en marcha, para que puedan crecer y se convierta a España en un destino preferente de inversiones. Paralelamente, Feijóo propone otra serie de ventajas fiscales tanto para atraer talento de fuera como para retener el nacional, con un nuevo régimen fiscal para nuevos residentes en España. España necesita generar más valor añadido, ganar productividad y mejorar su competitividad y eso sólo será posible contando con un gran número de compañías que quieran invertir en España y con un valioso grupo numeroso de personas que quieran trabajar aquí para, con su inversión y su talento, respectivamente, hacer de España un lugar de alto valor añadido en el sur de Europa.

Del mismo modo, para insuflar ese necesario dinamismo en la economía, Feijóo propone reducir trabas burocráticas a partir de una simplificación administrativa que agilice la actividad. En ello, también influirá positivamente la propuesta que hace el líder del PP en la que asegura la unidad de mercado para racionalizar, junto con las CCAA, la normativa de aplicación.

Otro de los elementos relevantes es el enfoque nuevo que pretende dar Feijóo a las políticas activas de empleo, con un cheque de formación que procure libertad al empleado y la introducción de cuentas individuales para los trabajadores con fondos a emplear ante distintas contingencias, como un despido o un cambio de trabajo. Al mismo tiempo, propone la mejora para una parte de la fuerza de trabajo que es esencial, como los autónomos.

En cuanto a una de las ramas de actividad más importantes de la economía, el turismo, que ya es muy eficiente en España, propone un proyecto estratégico que le permita mejorar más su competitividad, modernizarse e internacionalizarse, en busca de nuevos mercados con los que fortalecer al sector.

«Devolver la independencia a las instituciones es esencial para recuperar la seguridad jurídica»

Una mayor eficiencia en la gestión de los fondos europeos es otra de sus prioridades, así como lograr una transición energética ordenada, con la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares. Al mismo tiempo, propone duplicar la inversión en infraestructuras de agua, esenciales, y unas medidas antiokupación que permitan desalojos en 24 horas.

Por último, pero muy importante, quiere devolver la independencia a las instituciones, esencial para recuperar la seguridad jurídica, la certidumbre, tan necesarias en materia económica, para que los inversores vuelvan a confiar masivamente en la economía española.

Todo ello, en el marco del cumplimiento respetuoso de la estabilidad presupuestaria, que es parte también de la certidumbre que se propone, pues genera confianza el hecho de que España cumpla con sus compromisos.

Estas propuestas conforman la economía de Feijóo, la base de su política económica con la que impulsar la economía española, frente a la política económica de Sánchez, que no ha pasado de ser una improvisación constante, meros parches tapados con más gasto público y una deuda desbordante, un déficit estructural creciente y una asfixia tributaria en general y, particularmente, a través de la inflación hacia los menos favorecidos que ha convertido la política económica de Sánchez en la antipolítica social, donde no hay creación de empleo, sino mero reparto del mismo; donde no hay crecimiento real, sino crecimiento artificial anestesiado por el gasto; y donde no hay prosperidad, sino crecimiento en la tasa de pobreza y retroceso en PIB per cápita en relación con la media de la UE. Frente a esa política económica fracasada de Sánchez, el PP ofrece las propuestas antes descritas, la economía de Feijóo.

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