La ONU suspende la ayuda humanitaria a República Centroafricana
La retirada del Programa Mundial de Alimentos por motivos de seguridad tendrá un impacto en alrededor de 120.000 personas que dependen de estos suministros. Esta salida de los trabajadores humanitarios se produce después de que una serie de incidentes en los últimos días pusieran al personal de la ONU en peligro. Desde septiembre, se registraron más de 16 violaciones de seguridad. En el último mes, Kaga Bandero ha sido duramente golpeada por una serie de ataques por parte de grupos armados. Centenares de viviendas han sido arrasadas y tres centros de acogida para desplazados internos ha sido atacados, obligando a los civiles a buscar refugio en la base de Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MINUSCA) en la zona. En las últimas cuatro semanas 65 personas han muerto debido a la violencia extrema. La semana pasada 25 ciudadanos fueron asesinados en dos días en la ciudad de Bambari, y a principios de mes, 40 civiles fueron asesinados cuando rebeldes del Seleka atacaron la ciudad Kaga Bandero. Militares de la ONU repelieron el ataque causando la muerte de 12 combatientes.
La reanudación de los combates entre milicias en República Centroafricana ha dado lugar a que la ONU suspenda sus actividades de socorro en la zona de Kaga Bandero, dejando a miles de ciudadanos vulnerables. Más de 20.000 personas han huido a una base de la ONU en busca de seguridad y refugio.
La retirada del Programa Mundial de Alimentos por motivos de seguridad tendrá un impacto en alrededor de 120.000 personas que dependen de estos suministros. Esta salida de los trabajadores humanitarios se produce después de que una serie de incidentes en los últimos días pusieran al personal de la ONU en peligro. Desde septiembre, se registraron más de 16 violaciones de seguridad. En el último mes, Kaga Bandero ha sido duramente golpeada por una serie de ataques por parte de grupos armados. Centenares de viviendas han sido arrasadas y tres centros de acogida para desplazados internos ha sido atacados, obligando a los civiles a buscar refugio en la base de Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MINUSCA) en la zona. En las últimas cuatro semanas 65 personas han muerto debido a la violencia extrema. La semana pasada 25 ciudadanos fueron asesinados en dos días en la ciudad de Bambari, y a principios de mes, 40 civiles fueron asesinados cuando rebeldes del Seleka atacaron la ciudad Kaga Bandero. Militares de la ONU repelieron el ataque causando la muerte de 12 combatientes.